Finanzas isl¨¢micas, un camino factible y necesario

Tras ocho a?os de la firma de la Agenda 2030, una vez sobrepasado el ecuador, el progreso hacia la consecuci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) no es el adecuado. De hecho, Naciones Unidas declar¨® en 2022 que ¡°la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible est¨¢ en grave peligro¡±. Partiendo de esta base, resulta de extrema urgencia acelerar el progreso, para lo cual es vital identificar los factores clave que nos conduzcan a ello.

A este respecto, hay un amplio consenso en identificar las finanzas como fundamentales, no solo en la financiaci¨®n directa de la totalidad de la Agenda, sino en especial en reducir dr¨¢sticamente los niveles de pobreza y desigualdad. En este sentido, la inclusi¨®n financiera, definida como el acceso al sistema financiero, est¨¢ directamente ligada a la reducci¨®n de la pobreza desde un punto de vista multidimensional, as¨ª lo explica John Kuada, profesor en la universidad de Aalborg (Dinamarca).

No obstante, en la actualidad se estima que un total de 2.500 millones de adultos no hacen uso de servicios financieros a lo largo del mundo. Una investigaci¨®n publicada en la revista The Singapore Economic Review en el 2020 revel¨® que este hecho es especialmente grave en el mundo isl¨¢mico, donde ¡°muchas personas optan por la exclusi¨®n financiera voluntaria debido a sus creencias religiosas¡±. Teniendo en cuenta, adem¨¢s, que el 50% de la gente en situaci¨®n de pobreza extrema vive en estos pa¨ªses, resulta crucial dar con una soluci¨®n capaz de revertir esta realidad. Para ello, un modelo financiero alineado con la doctrina isl¨¢mica y los principios de la sostenibilidad es indispensable.

Ante este colosal reto, las denominadas finanzas isl¨¢micas podr¨ªan suponer la soluci¨®n ideal. Este modelo de finanzas, basado en la doctrina del islam, tiene la justicia social como fin ¨²ltimo, y su caracter¨ªstica principal es el cumplimiento de la ley isl¨¢mica o shar¨ªa. De acuerdo con estos preceptos, determinadas actividades de la banca occidental tradicional, como el pago de intereses o el exceso de incertidumbre en las operaciones, no son factibles.

Sin embargo, la gran duda que puede surgir respecto a la compatibilidad del mencionado modelo con la Agenda, se basa en la situaci¨®n de gran desigualdad que sufren muchas mujeres en determinados pa¨ªses musulmanes. En este respecto, es de vital importancia subrayar la distinci¨®n entre lo que es la doctrina isl¨¢mica en s¨ª, ¡°que considera a ambos g¨¦neros iguales¡± y la politizaci¨®n islamista, la cual no es m¨¢s que una de las muchas interpretaciones de la doctrina, como resalta la investigadora Ziba Mir-Hosseini. De hecho, cabe destacar la existencia de grupos ¨¦tnicos tradicionalmente matrilineales como los indonesios Minangkabau o los malasios Adat Perpaith, que practican a su vez la fe isl¨¢mica. La pr¨¢ctica de una cultura matrilineal, en paralelo a la pr¨¢ctica de una fe discriminatoria con respecto al g¨¦nero femenino de ra¨ªz, es incompatible, lo que demuestra que la fe isl¨¢mica, per se, no es discriminatoria. Es m¨¢s, existen movimientos de feminismo isl¨¢mico como el Musawah malasio, que refuerzan la noci¨®n anterior.

Con base en todo lo mencionado, y al hecho de que las finanzas isl¨¢micas tienen como fin ¨²ltimo la justicia social, se concluye que este modelo de finanzas est¨¢ perfectamente alineado con la Agenda 2030. Es m¨¢s, Naciones Unidas explic¨® en 2019 que los instrumentos financieros isl¨¢micos ¡°promueven el desarrollo socialmente responsable y vinculan el crecimiento econ¨®mico y el bienestar social¡±. Teniendo en cuenta, adem¨¢s, el contexto de pobreza extrema y exclusi¨®n financiera en pa¨ªses musulmanes, la expansi¨®n y el conocimiento y entendimiento de las finanzas isl¨¢micas resulta extremadamente necesario. Gracias a esto, se acelerar¨¢ en el progreso de consecuci¨®n de los ODS, particularmente en el ODS 1 (Fin de la pobreza), y el ODS 10 (Reducir la desigualdad en y entre pa¨ªses). Adicionalmente, cabe destacar que es preciso incluir la perspectiva medioambiental en este modelo. De esta forma, se englobar¨¢n las tres patas de la sostenibilidad: crecimiento econ¨®mico, inclusi¨®n social y protecci¨®n del medioambiente.

Usando estrategias como la del Banco Central de Malasia o el Ministerio de Finanzas de Indonesia de referencia, la forma ¨®ptima de implantar las finanzas isl¨¢micas consistir¨ªa en desarrollar, por un lado, una estrategia de inclusi¨®n financiera construida sobre dos ejes. En primer lugar, un plan de alfabetizaci¨®n financiera gratuito que tenga como objetivo llegar al mayor n¨²mero de personas. Este plan capacitar¨¢ a los m¨¢s necesitados para tomar decisiones financieras adecuadas, lo cual es extremadamente importante de cara a hacer buen uso de los recursos disponibles.

En segundo lugar, es vital crear un entorno adecuado para el establecimiento de instituciones de microfinanciaci¨®n, lo que incluye un marco legal que las ayude y proteja. Estas instituciones han demostrado su gran capacidad a la hora de ofrecer servicios financieros a las personas en situaci¨®n de pobreza, adem¨¢s de empoderar econ¨®micamente a las mujeres, lo que resulta de especial inter¨¦s en determinados pa¨ªses musulmanes. En tercer lugar, el incremento en la oferta de sukuk (bonos isl¨¢micos) verdes movilizar¨¢ cantidades ingentes de dinero para financiar proyectos que defiendan el planeta, lo que integra innegablemente la perspectiva medioambiental de la sostenibilidad. Buen ejemplo de ello son los sukuk verdes soberanos, creados en Indonesia en 2018 y 2019, que canalizaron m¨¢s de 1.800 millones de euros en inversiones de proyectos de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico.

Volviendo al principio, tras sobrepasar el ecuador del plazo para alcanzar los ODS, los expertos no auguran el mejor de los escenarios una vez acabe este. Por tanto, es necesario, ahora m¨¢s que nunca, ponerse manos a la obra y comprometerse con la Agenda. La inclusi¨®n financiera es una de las claves para reducir la pobreza y la desigualdad, latentes especialmente en el mundo isl¨¢mico. Para atajar este problema es necesario dejar los prejuicios a un lado y abordar el tema empleando herramientas que ya existen y han demostrado ser efectivas. La expansi¨®n, conocimiento y entendimiento de las finanzas isl¨¢micas son claves en este sentido, y est¨¢n llamadas a allanar el camino al fin de la pobreza y la desigualdad, as¨ª como a ayudar a revertir la desigualdad de g¨¦nero existente en muchas partes del mundo.

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