¡°En Espa?a a¨²n se cree que ?frica es un continente con gente desesperada que solo quiere venir aqu¨ª¡±

Dif¨ªcilmente encasillable, la trayectoria de Maimouna Jallow (Barcelona, 1978) es, seg¨²n dice, ¡°accidental¡±. El hilo conductor son las palabras, y jugando con ellas ha ido enlazando durante dos d¨¦cadas y en diferentes partes del mundo los oficios de periodista, corresponsal, jefa de comunicaci¨®n de ONG, escritora, editora, contadora, actriz, dramaturga y ahora cineasta.

De madre catalana y padre gambiano, Jallow vivi¨® en Togo los primeros a?os de su vida donde se cr¨ªa ¡°entre espa?ol, ingl¨¦s y franc¨¦s, en una casa llena de libros¡±. Las obras de Ngugui Wa Thiong¡¯o fueron su refugio a su llegada a Inglaterra con tan solo 14 a?os ¡ª¡±un momento dif¨ªcil para cambiar de mundo¡±¡ª y desde ese momento descubre la importancia de qui¨¦n cuenta las historias.

Se sienta ante el Zoom con la naturalidad de quien trabaja habitualmente conectada con medio planeta: un festival en Somalilandia, una muestra en Singapur, una presentaci¨®n en Polonia¡­ Hoy toca entrevista. Nos recibe virtualmente desde su estudio en Sant Esteve de Palautordera, cuaderno a un lado, el tel¨¦fono que bipea de vez en cuando; al otro, una peque?a estancia con estanter¨ªas repletas de libros que van saliendo a colaci¨®n bajo la atenta supervisi¨®n de un parduzco mapa de ?frica. Y ella, risue?a y concentrada en su castellano, salpimentado naturalmente con expresiones de aqu¨ª y de all¨¢.

Maimouna Jallow desprende una energ¨ªa que traspasa a ratos la pantalla, con la que interact¨²a, acerc¨¢ndose y alej¨¢ndose. Hablamos de sus palabras. Sus primeras palabras, palabras globales, palabras comprometidas. Palabras que forman relatos como los de Historias de la Ciudad Accidental, su primera pel¨ªcula que presentar¨¢ en el mes de octubre en Pa¨ªs Vasco. El d¨ªa 7, en Vitoria en el marco de la primera edici¨®n del certamen de cines africanos Afrikaldia y del 14 al 21, en la 13? edici¨®n del Festival de Cine Invisible de Bilbao. En noviembre se podr¨¢ ver tambi¨¦n en ?frica es Imprescindible en Navarra.

Pregunta. ?De d¨®nde nace esa vocaci¨®n por contar historias?

Respuesta. Siempre me han encantado las palabras. De peque?ita escrib¨ªa poemas y proverbios y los enganchaba en las paredes de mi habitaci¨®n. ?Hasta escrib¨ªa yo casi entera la revista de mi colegio! Tras mis estudios ¡ªprimero en filolog¨ªa francesa y portuguesa y despu¨¦s en literaturas africanas¡ª, me dediqu¨¦ al periodismo. Empec¨¦ en la BBC desde Londres, y posteriormente cubr¨ª varios pa¨ªses del Golfo de Guinea afincada en S?o Tome. Esta experiencia me permiti¨® conocer ?frica muy profundamente porque hab¨ªa una red inmensa de profesionales que enviaban constantemente historias desde todos los puntos del continente. Luego me fui a Nairobi con M¨¦dicos sin Fronteras, como encargada de comunicaci¨®n para el Cuerno de ?frica. Pas¨¦ de contar historias de forma objetiva a intentar convencer a otros de qu¨¦ relatos son importantes. Fue en 2010, en un momento de hambruna en Somalia, lidiando con muchas muertes y viendo el poco inter¨¦s del mundo en saber qu¨¦ pasaba. Tras estas dos experiencias sent¨ª que era el momento de contar lo que yo quer¨ªa, sin que nadie me pusiera l¨ªmites.

P. Para ello, en 2016 cre¨® una p¨¢gina web llamada Positively African, ?por qu¨¦ hay que crear una narrativa positiva sobre ?frica?

R. En realidad se trata m¨¢s de crear narrativas verdaderas sobre ?frica. Desgraciadamente los africanos nos conocemos a nosotros mismos a trav¨¦s de los medios internacionales, de narrativa for¨¢nea.

Desgraciadamente los africanos nos conocemos a nosotros mismos a trav¨¦s de los medios internacionales, de narrativa for¨¢neas

En Europa hay un relato ¨²nico sobre el continente: pobreza, guerra¡­ A¨²n me sorprende ver anuncios con beb¨¦s negros rodeados de moscas y barrigas hinchadas, yo pens¨¦ que eso ya no exist¨ªa. Todav¨ªa hay mucho desconocimiento sobre cuan complejo es el continente. Cuando hablo sobre la respuesta a la covid en algunos pa¨ªses de ?frica, que lo han hecho muy bien, la gente se queda muy sorprendida porque no imaginan que tenemos ning¨²n tipo de estrategias. La gran mayor¨ªa piensa que es un continente con gente desesperada que solo quiere venir aqu¨ª.

Pero cuando cre¨¦ este sitio web mi objetivo no era desmentir a los europeos, sino cambiar la mirada de los propios africanos hacia nosotros mismos. Muchas veces estamos mirando hacia fuera porque no nos vemos representados de manera positiva. Por supuesto que no tenemos que tener miedo de hablar de los problemas: la corrupci¨®n, las desigualdades¡­ Pero es importante que nosotros seamos los creadores de los mensajes. Es muy poderoso contar las historias de otros.

P. Dice que le debe su creatividad a haber vivido en ?frica, donde hay un clima m¨¢s propicio para la innovaci¨®n. Despu¨¦s de dos d¨¦cadas en el continente vecino, se acaba de instalar en Barcelona. ?Qu¨¦ cree que le puede aportar ahora Espa?a y c¨®mo ve el movimiento afrodescendiente?

R. Pese a todo, creo que aqu¨ª se han experimentado cambios enormes respecto a hace unos a?os. Globalmente, hay m¨¢s consciencia sobre el racismo y las injusticias y en Espa?a ahora aprecio m¨¢s voluntad de escuchar. Hace unas semanas he ido a ver No es pa¨ªs para negras de Silvia Albert Sopale y el teatro estaba completamente lleno, no solo de gente negra. Diez a?os atr¨¢s no creo que hubiese ido tanta gente a ver una obra as¨ª. No hay muchas iniciativas culturales afro, pero las que hay son potentes y est¨¢n dedicadas al colectivo. Dicho esto, estaba ahora mirando un art¨ªculo sobre los 35 a?os de teatro Focus y no ha habido ni una persona negra¡­ ?No somos mainstream! No lo somos, y no lo seremos hasta que no formemos parte de la estructura que hace la programaci¨®n de estos espacios.

P. De las palabras a la literatura, al teatro y al cine. Cu¨¦ntenos c¨®mo fueron las metamorfosis que precedieron a la pel¨ªcula que ahora presenta: Historias de la Ciudad Accidental.

R. En 2019 se celebr¨® el 120 aniversario de Nairobi, que fue una ciudad creada a partir de un n¨²cleo comercial durante la ¨¦poca colonial. Es un lugar donde la gente ven¨ªa y sigue viniendo a realizar sus sue?os. Para conmemorar la fecha varios escritores nos reunimos para explorar, a trav¨¦s de relatos cortos, qu¨¦ qued¨® de aquella ¡°tierra de oportunidades¡±. Colectivamente, escribimos los relatos de diferentes personajes, cuyas historias pueden ilustrar la Nairobi de hoy, pero tambi¨¦n representar problemas a los que se enfrentan otras grandes urbes del continente: desigualdad, corrupci¨®n, abusos... Pens¨¦ hacer una obra de teatro con algunas de estas historias y cre¨¦ un v¨ªnculo entre ellas: un encuentro sobre gesti¨®n de la ira. Cuando termin¨¦ el guion lleg¨® la covid y tuvimos que repensarla. Hicimos una versi¨®n audio de tres partes de 90 minutos, pero la idea siempre hab¨ªa sido ponerla en escena¡­ as¨ª que pensamos ?C¨®mo ser¨ªa una terapia en tiempos de pandemia? ?Por Zoom! Cuando una colaboradora me dio la idea, vi otra vida para la historia.

P. Diana, Louis, Yacinda y Sarah Obama viven sus experiencias en Nairobi, pero son a la vez personajes universales¡­

R. Sus historias personales son muy interesantes. En las proyecciones por todo el mundo la gente ha apreciado la clave de humor en la que est¨¢n contadas y tambi¨¦n que se haya mostrado que no todos los africanos somos pobres, los retos de la ¨¦lite, la desesperanza de la juventud, el ¨¦xodo rural¡­ Yo quiero que la pel¨ªcula sea la excusa para debatir. Creo que desde ?frica se puede contribuir a resolver grandes problemas universales que tenemos.

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