La colonizaci¨®n vista como mestizaje de personas y culturas
El escritor marfile?o Gauz recurre al amor para revisar la llegada de los franceses a su pa¨ªs en el libro ¡®Camarada Pap¨¢', donde la mirada de un colono blanco se cruza con la de un ni?o mestizo unas generaciones m¨¢s tarde
Las calles del barrio franc¨¦s de Grand Bassam est¨¢n flanqueadas de mansiones que muestran lo que debi¨® ser el esplendor de aquella ciudad, primera capital de la colonia francesa de Costa de Marfil. Algunos edificios han sido rehabilitados, muchos parcheados para permitir que varias familias los habiten, y bastantes est¨¢n vac¨ªos y en ruinas. Todos muestran que el paso del tiempo y el salitre del mar son inclementes incluso con las ciudades patrimonio de la humanidad. Ahora, los ¨²nicos franceses que recorren esas v¨ªas son turistas. Los marfile?os las inundan sentados detr¨¢s de puestos de comida, van de compras y disfrutan de numerosos bares o juegan partidos de f¨²tbol en mitad de la calzada.
En una especie de plazoleta arrancada a una esquina frente a la laguna, se levanta un obelisco rechoncho, cuya pintura blanca est¨¢ camino de desaparecer. Un par de bancos y hierba mal cuidada completan el monumento. Es todo el recuerdo que se guarda en la ciudad de Marcel Treich-Laplene, muerto all¨ª con tan solo 29 a?os despu¨¦s de haber firmado con los pueblos de la zona la mayor¨ªa de los tratados comerciales que dieron el control de la actual Costa de Marfil a Francia y no a los brit¨¢nicos o portugueses que tambi¨¦n se la disputaban. Pero su muerte prematura hizo que todo el m¨¦rito de su trabajo se lo llevase Louis-Gustave Binger, a quien la historia atribuye de forma indebida el cr¨¦dito exclusivo de haber establecido la presencia francesa en el pa¨ªs. El primero era un contable que lleg¨® para trabajar en las plantaciones de caf¨¦ de Elima, el segundo un militar en misi¨®n conquistadora.
El escritor marfile?o Gauz rescata la verdad de la historia colonial a trav¨¦s de la pluma de Maxime Dabilly, un personaje ficticio que coincide con ambos en Grand Bassam y presencia muchas de sus vicisitudes, en su novela Camarada Pap¨¢ (Colecci¨®n Libros del Baobab, Libros de las Malas Compa?¨ªas 2021).
Los cap¨ªtulos dedicados a la historia colonial dejan claro como el aventurero es pronto sustituido por el soldado y la maquinaria administrativa con el fin de imponer la f¨¦rrea ley de la metr¨®polis
De la mano de Treich y Binger, el narrador se presenta como testigo privilegiado de la conquista francesa de Costa de Marfil. En contraposici¨®n, Dabilly, enamorado de Adjo Salgass, una nativa de Gran Bassam, se convierte en el prototipo de un modo de contacto intercultural que se expresa no en la conquista y el intercambio comercial, sino en la relaci¨®n amorosa y el mestizaje.
Los viajes de los personajes hist¨®ricos invitan al lector a recorrer los distintos paisajes de la actual Costa de Marfil. Partiendo de las playas de Grand Bassam el libro se adentra en las plantaciones de caf¨¦ de Elima, al borde de la laguna de Aby, recorre el r¨ªo Como¨¦ casi en su totalidad, y llega hasta los reinos senufos del norte recreando la entrada de Treinch en Kong. Entremedias explora Assinie, la capital del reino de Krinjabo, el reino de Sanwi, Bondoukou capital del reino de Zanzan, Bettie, Azuretti¡ De esta forma, la novela muestra m¨¢s de cerca la grandeza y el esplendor de ese pa¨ªs y de su pasado.
Los cap¨ªtulos dedicados a la historia colonial dejan claro como el aventurero es pronto sustituido por el soldado y la maquinaria administrativa con el fin de imponer la f¨¦rrea ley de la metr¨®polis. Algo parecido se narra en Le roi de Kahel (Seuil 2008) del guineano Tierno Mon¨¦nembo. Esta coincidencia podr¨ªa dar a entender que algunos escritores africanos intentan indagar en los procesos de la colonizaci¨®n de sus pa¨ªses y romper con la cr¨®nica oficial.
Algunos escritores africanos intentan indagar en los procesos de la colonizaci¨®n de sus pa¨ªses y romper con la cr¨®nica oficial
El relato colonial se entrelaza con el poscolonial en Camarada Pap¨¢. En esta parte el narrador es un ni?o, Anuman Shaoshan Illitch Davidovitch, nacido en los Pa¨ªses Bajos de padres de origen africano profundamente convencidos de la inminencia de la Revoluci¨®n. El joven es enviado a Costa de Marfil tras la muerte de su madre, no sin que antes su padre le encomiende la misi¨®n de preparar el triunfo del proletariado de su parte. El t¨ªtulo de la novela hace referencia a la forma en la que muchos ni?os llamaban a sus padres en los pa¨ªses africanos socialistas.
Con este gui?o, enredado entre la iron¨ªa que destila la narraci¨®n, se descubre un regusto a obras como Ma?ana cumplir¨¦ 20 a?os (Ediciones El Cobre, 2011) o Les cigognes sont immortelles (Seuil, 2018) donde el escritor congole?o Alain Mabanckou narra su infancia en Point Noir, Rep¨²blica del Congo, durante los a?os del r¨¦gimen socialista. Los dos cabos de la trama se encuentran en un sorprendente y apasionante final que otorga la excusa para contar toda la historia. As¨ª, se delata una vez m¨¢s el hilo de humor que recorre esta apasionante obra.
Gauz, al igual que Mon¨¦nembo u otros autores como podr¨ªa ser el caso de Mia Couto en su Triolog¨ªa de Mozambique (Alfaguara 2018), intenta investigar la complejidad de la dimensi¨®n humana en su novela. Por un lado, denuncian la brutalidad de la conquista pol¨ªtica y econ¨®mica. Pero por otro, abordan lo que la colonizaci¨®n ha suscitado en t¨¦rminos de encuentro y de descubrimiento del que a primera vista es diferente y que conlleva el mestizaje de poblaciones y culturas. Camarada Pap¨¢ refleja muy bien esa contradicci¨®n: la mirada de un colonizador blanco que se cruza con la de un ni?o mestizo unas generaciones m¨¢s tarde. De esta manera se enlaza el horror de la colonizaci¨®n con las influencias culturales y de identidad que emanan de ella y que perduran hasta el presente.
La novela de Gauz tambi¨¦n habla de la movilidad humana, una constante en su obra como se ve en Cobrar por estar de pie (Baile del Sol 2021) y en Black Manoo (Le Nouvel Attila 2020), sus otras dos novelas publicadas hasta el momento. Los viajes forman parte de la historia universal del ser humano. Camarada Pap¨¢ relata el ¨¦xodo rural y otras migraciones internas en Francia tras la derrota de Sed¨¢n en 1871 frente a los prusianos, y las vinculadas a la industrializaci¨®n y urbanizaci¨®n. Tambi¨¦n los viajes militantes entre pa¨ªses comunistas llamados hermanos y las migraciones que conllevan la colonizaci¨®n. Los viajes abren el coraz¨®n y la mente y son el inicio de algo nuevo, por muy forzados que sean, parece decirnos el autor.
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