Violencia electoral en Kenia: ante la inseguridad, la vigilancia del pueblo
En Mathare, un suburbio de Nairobi, una abuela de 75 a?os o un joven de 24 documentan los desmanes de candidatos pol¨ªticos. Lo cuenta una coordinadora del Centro de Justicia Social de Mathare
Gavana, un joven de 23 a?os de Mathare (uno de los asentamientos informales m¨¢s grandes de la capital de Kenia), perdi¨® la vida el mi¨¦rcoles 20 de julio por las heridas que sufri¨® al ser arrojado desde el veh¨ªculo de campa?a que transportaba a dos candidatos pol¨ªticos. Por desgracia, Gavana no es el primer joven que ha muerto o ha resultado herido en los ¨²ltimos meses a causa de las campa?as pol¨ªticas relacionadas con las elecciones.
Desde septiembre de 2021, el Centro de Justicia Social de Mathare (MSJC por sus siglas en ingl¨¦s), una organizaci¨®n de base comunitaria, ha estado documentando la violencia relacionada con las elecciones. Nuestro objetivo es aprovechar los conocimientos de los miembros de la comunidad para, desde la base, establecer mecanismos locales para poder hacer frente a estos sucesos. Adem¨¢s, queremos mostrar el da?o colateral invisible de la pol¨ªtica: las muertes de j¨®venes como Gavana que se convierten en carne de ca?¨®n oportunista para los pol¨ªticos.
Este trabajo est¨¢ fundado en nuestro sue?o de conseguir un Mathare, y una Kenia, sin violaciones de los derechos humanos. Y con respecto a las elecciones, un proceso que sea inclusivo, permita la justicia y no traiga violencia.
Mathare es un asentamiento urbano pobre situado a tres kil¨®metros del distrito comercial central de Nairobi. El censo de 2019 cifra su poblaci¨®n en unos 200.000 habitantes, pero es posible que haya muchos miles de personas m¨¢s viviendo en la zona. Los residentes de Mathare siguen sufriendo la falta de servicios b¨¢sicos adecuados, como alcantarillado, agua, vivienda, educaci¨®n y atenci¨®n sanitaria. Tambi¨¦n es escenario de una violencia policial desmesurada, que, lamentablemente, ha sido una caracter¨ªstica de este asentamiento durante d¨¦cadas.
La documentaci¨®n y los informes del MSJC sobre las ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones de los derechos humanos en Mathare han desempe?ado un papel importante a la hora de concienciar e impulsar la acci¨®n en los ¨²ltimos siete a?os. Por ejemplo, nuestro informe de 2017 sobre los asesinatos policiales, titulado Qui¨¦n ser¨¢ el siguiente: un informe de acci¨®n participativa contra la normalizaci¨®n de las ejecuciones extrajudiciales en Mathare, document¨® 803 asesinatos cometidos por la polic¨ªa en Kenia entre 2013 y 2016.
En los ¨²ltimos 10 meses, hemos registrado incidentes que demuestran la posible volatilidad de las elecciones de este 9 de agosto. Pero, por encima de todo, nuestro trabajo ha demostrado la determinaci¨®n de los miembros de la comunidad de trabajar para garantizar la paz durante el periodo electoral. Sin duda, los residentes locales son los observadores electorales m¨¢s s¨®lidos y eficaces.
Entre diciembre de 2021 y febrero de 2022, documentamos 19 acontecimientos preocupantes en Mathare relacionados con elecciones. Entre ellos se encuentran los pol¨ªticos que movilizan a los residentes y les dan drogas para que provoquen el caos. Ocurri¨® cuando Defao, que se presenta como candidato a diputado por Mathare Norte, compr¨® alcohol para los j¨®venes y les prometi¨® 1.500 chelines kenianos a cada uno (algo m¨¢s de 12 euros) si montaban alboroto durante una reuni¨®n de la Alianza Democr¨¢tica Unida (UDA por sus siglas en ingl¨¦s). Algunos pol¨ªticos optan por celebrar sus actos de campa?a por la noche para reducir las posibilidades de intervenci¨®n policial.
El efecto de estos hechos en la comunidad es amplio, especialmente en lo que respecta a la seguridad. Algunas de las nuevas bandas est¨¢n en conflicto y, a finales del a?o pasado, la violencia que esto provoca llev¨® a las madres de Huruma y Kiamaiko a pensar durante un per¨ªodo de tiempo considerable que era demasiado inseguro que sus hijos acudieran a la escuela. M¨¢s recientemente, a finales de junio de 2022, dos j¨®venes perdieron la vida cuando se peleaban por el dinero que hab¨ªa sido arrojado desde el convoy de veh¨ªculos de la UDA, y las grandes aglomeraciones durante las campa?as pol¨ªticas propician una gran cantidad de peque?os hurtos. Un ni?o de seis meses que su madre llevada a la espalda muri¨® aplastado y asfixiado durante los forcejeos para conseguir el dinero que repart¨ªan en un mitin en Ruai. Adem¨¢s, el marido de la candidata a la Asamblea del Condado en el distrito de Mlango Kubwa, Susan Makungu, fue secuestrado el jueves 14 de julio, y Bahati Kioko, candidato a diputado, alega que fue golpeado por personas enviadas por el actual diputado de Mathare, Anthony Oluoch.
Estos hechos ponen de manifiesto las m¨²ltiples formas en que las elecciones provocan inseguridad y miedo, y aumentan la dentellada de unas condiciones de vida ya graves de por s¨ª: el alto coste de los alimentos, el elevado desempleo y otras violencias estructurales que se agudizan en esta zona.
Pero la gente empieza a organizarse. La supervisi¨®n electoral popular en nuestro centro ha sido asumida, principalmente, por mujeres de todas las edades, as¨ª como por hombres j¨®venes. Esto incluye organizar foros de educaci¨®n pol¨ªtica y di¨¢logo comunitario, as¨ª como documentar y denunciar las irregularidades y la desinformaci¨®n a nuestro centro y a nuestros socios. Tambi¨¦n implica hablar con los vecinos y compartir alimentos e incluso alojamiento cuando sea necesario.
Es importante se?alar que las mujeres y los j¨®venes son blancos esenciales para los pol¨ªticos que requieren apoyo para la movilizaci¨®n. Buscan a las mujeres por su disponibilidad en gran n¨²mero y su capacidad de movilizaci¨®n para las reuniones. A los j¨®venes los quieren para ofrecer seguridad a los pol¨ªticos y para causar caos y violencia contra los candidatos de otros partidos. El hecho de que sean las mujeres y los j¨®venes quienes constituyan principalmente las reuniones pol¨ªticas es, sin duda, un claro indicio de que sufren altas tasas de desempleo. Y por eso se les puede prometer comida o dinero en efectivo, entre 200 y 500 chelines kenianos (de 1,6 a poco m¨¢s de 4 euros), para apoyar las campa?as de pol¨ªticos que despu¨¦s no har¨¢n nada para cambiar su calidad de vida a largo plazo.
Al mismo tiempo, gracias a su poder como miembros de la comunidad, las mujeres y los j¨®venes son observadores esenciales de la violencia relacionada con las elecciones en Mathare. Desde una abuela de 75 a?os hasta un joven de 24, nuestros observadores populares no solo documentan, sino que trabajan para construir un frente com¨²n que fortalezca a la comunidad. Su labor de documentaci¨®n ayuda a informar sobre los esfuerzos de mitigaci¨®n de la violencia liderados por las bases locales en nuestro trabajo colectivo por Mathare, dentro y fuera del MSJC. Al mismo tiempo, hace evidentes las experiencias diferenciales durante este periodo electoral en lo que respecta a la zona, el sexo e incluso la edad.
Gracias a esto, podemos trabajar para trazar un mapa cualitativo de las tendencias, pero tambi¨¦n para orientar intervenciones ajustadas, lo cual contribuir¨¢ a fortalecer esta comunidad tanto antes como despu¨¦s de las elecciones.
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