Una petici¨®n desde la frontera polaca

Desde el comienzo del conflicto, cientos de miles de ni?os ucranios se han visto obligados, casi de la noche a la ma?ana, a dejar atr¨¢s a sus familias, amigos, escuelas, juguetes y mascotas, as¨ª como su sentido de la rutina y la normalidad. En un mes, 6,5 millones de personas se han visto desplazadas en Ucrania y m¨¢s de 3,5 millones han cruzado las fronteras internacionales en busca de seguridad. Acnur calcula que el 90% de estos refugiados son mujeres o ni?os y j¨®venes, y el 40% son menores de 14 a?os.

Me un¨ª al equipo de respuesta humanitaria de World Vision a principios de marzo y he visto de primera mano los cientos de ni?os, ni?as y j¨®venes que llegan a Medyka y a otros puntos de paso entre Ucrania y Polonia. Muchos llevan en bolsas de pl¨¢stico apenas unas pocas pertenencias y algo de comida para sobrevivir al viaje.

He visitado las fronteras, las estaciones de tren, los puntos de asistencia temporal a los refugiados y los centros de acogida para evaluar la situaci¨®n desde la perspectiva de la protecci¨®n y la salvaguarda de los ni?os. He sido testigo de un n¨²mero abrumador de menores desplazados, algunos de ellos profundamente traumatizados, desesperadamente hambrientos y profundamente preocupados por sus familiares que se quedaron en Ucrania. Muchos cruzan las fronteras sin compa?¨ªa y separados de sus familias, lo que les expone a un alto riesgo de abuso, violencia, explotaci¨®n y tr¨¢fico de personas.

Vi a muchas mujeres que viajaban con menores que no eran suyos, cuyas madres hab¨ªan decidido quedarse en casa para cuidar de otros miembros de la familia. Esta crisis es ¨²nica en el sentido de que la mayor¨ªa de los hombres tienen que quedarse en Ucrania; son solo las mujeres, los ni?os y los ancianos los que abandonan el pa¨ªs.

Cruzar la frontera es solo la primera etapa del largo, doloroso y poco fiable viaje de los refugiados

Solo el principio. Cruzar la frontera es solo la primera etapa del largo, doloroso y poco fiable viaje de los refugiados. En medio de la confusi¨®n y la desesperanza, necesitan encontrar un lugar donde alojarse o coger un tren para ir a otra ciudad donde tengan amigos o familiares.

Wiktoria, voluntaria en la estaci¨®n de tren de Rzeszow, afirma: ¡°La gente est¨¢ desesperada y llega sin casi de nada, sin saber a d¨®nde ir. Salen de sus ciudades buscando seguridad, pero una vez que llegan aqu¨ª, algunos no tienen un plan. En las grandes ciudades, como Varsovia, la situaci¨®n es ca¨®tica, con cientos de personas durmiendo en los pasillos y andenes de los trenes. Su futuro es incierto, ya que muchos de ellos viajan sin tener una red en su destino¡±.

El riesgo de abusos

Durante esta crisis, los gobiernos, las ONG y otros voluntarios deben colaborar urgentemente para desarrollar estrategias que mantengan a la infancia m¨¢s vulnerable a salvo de la trata de menores, la explotaci¨®n, los abusos y la violencia de g¨¦nero.

Natalie, una activista ucraniana, me dijo que estaba muy preocupada por las ni?as y las j¨®venes que llegan a las fronteras sin dinero, ya que ¡°aceptan la ayuda de extra?os¡±. A?ade: ¡°Pueden desaparecer f¨¢cilmente, debido a que el caos y la desesperaci¨®n reinan en las fronteras. El p¨¢nico que sienten las pone en alto riesgo de ser v¨ªctimas de la trata¡±.

Es fundamental crear conexiones s¨®lidas entre los organismos de protecci¨®n de la infancia a trav¨¦s de las fronteras para reforzar los protocolos de identificaci¨®n, registro y reunificaci¨®n de los ni?os y j¨®venes no acompa?ados y separados que viajan por Ucrania y cruzan las fronteras de los pa¨ªses vecinos. Estos protocolos deber¨ªan estar respaldados por iniciativas de concienciaci¨®n para prevenir la trata de menores, junto con el desarrollo de informaci¨®n f¨¢cilmente accesible sobre la trata y mecanismos de denuncia adaptados a los m¨¢s j¨®venes.

Los ni?os en el centro

No sabemos cu¨¢nto tiempo se tardar¨¢ en poner fin al conflicto, ni cu¨¢ndo podremos empezar a trabajar para volver a una vida normal. Sin embargo, s¨ª sabemos que los ni?os, las ni?as y los j¨®venes necesitan ayuda inmediata, desde art¨ªculos b¨¢sicos hasta servicios de protecci¨®n y apoyo psicosocial. Y, a medida que se desarrolle nuestra respuesta a esta crisis, necesitar¨¢n m¨¢s: acceso a la educaci¨®n, apoyo a la salud mental y emocional, y ayuda para reunirse con sus familiares.

Este conflicto fue impuesto a los ni?os y ni?as de Ucrania. Por lo tanto, tambi¨¦n pediremos mecanismos s¨®lidos de rendici¨®n de cuentas para garantizar que sus voces se tengan en cuenta en el dise?o, la implementaci¨®n y la evaluaci¨®n de las estrategias de respuesta humanitaria. La ayuda no puede estar desconectada del empoderamiento, la participaci¨®n y la resiliencia, ya que los m¨¢s peque?os y los j¨®venes tienen el derecho inalienable a ser escuchados en todas las decisiones que afectan a sus vidas, y los desastres no son la excepci¨®n.

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