Hispanidad: la narrativa para silenciar voces ind¨ªgenas
Descolonizar la Historia es fundamental para dar visibilidad a la lucha de los pueblos originarios, para el reconocimiento de sus derechos, y para su supervivencia y la de toda la humanidad
¡°Como descendiente del primer pueblo ind¨ªgena que contact¨® con Col¨®n y sufri¨® los embates del colonialismo en Am¨¦rica, me preocupa que los dem¨¢s pueblos hermanos hoy en d¨ªa est¨¦n sufriendo. A pesar de que fue un momento hist¨®rico, sus repercusiones hoy en d¨ªa son emuladas por gobiernos abusivos e inversionistas sin escr¨²pulos¡±. Son palabras de un miembro del pueblo ind¨ªgena borikua ta¨ªno.
El 12 de octubre de 1492 la, para entonces, moribunda expedici¨®n de Crist¨®bal Col¨®n, llegaba a una isla de las Bahamas llamada Guanahani por sus habitantes ind¨ªgenas (los ta¨ªnos), nombre que los conquistadores espa?oles ignoraron por completo para rebautizarla como San Salvador. El genocidio m¨¢s largo de la historia acababa de comenzar. M¨¢s de cinco siglos despu¨¦s, a la luz del 500 aniversario de la ca¨ªda de Tenochtitl¨¢n, el 13 de agosto de este a?o, activistas ind¨ªgenas zapatistas viajaron 47 d¨ªas en barco desde M¨¦xico a Espa?a para realizar una conquista a la inversa. En lugar de exigir la repatriaci¨®n del oro incrustado en las iglesias europeas o exigir el perd¨®n por los cr¨ªmenes del colonialismo, el movimiento zapatista ha invadido pac¨ªficamente Europa (comenzaron en Viena, pasaron por Madrid, esta semana estuvieron en Berl¨ªn) para promover el di¨¢logo y reafirmar su resistencia frente a las continuas amenazas del colonialismo y el capitalismo globales sobre los pueblos ind¨ªgenas.
Pero ?qu¨¦ significan realmente estos ¨²ltimos cinco siglos para los pueblos ind¨ªgenas de Am¨¦rica? La llegada de Col¨®n al continente americano no es tanto el surgimiento de una Hispanidad (irreal e inventada) que a pocos representa y a la que demasiados se aferran, sino m¨¢s bien el comienzo de una historia de exterminio por enfermedades importadas contra las que los pueblos ind¨ªgenas no ten¨ªan inmunidad, y por la violencia, esclavitud, saqueo, robo de tierras y recursos que llega hasta nuestros d¨ªas.
Se estima que solo hacia 1600, alrededor de un 90% de la poblaci¨®n hab¨ªa muerto a causa de la llegada de los espa?oles al continente americano y, aun as¨ª, cada 12 de octubre, este hecho hist¨®rico se celebra en Espa?a envuelto por el aura gloriosa de la Hispanidad y ante el desconcierto de los pueblos ind¨ªgenas, descendientes de los supervivientes y de una parte cada vez mayor de la poblaci¨®n mundial.
Sin embargo, gracias a las voces de miles de pueblos ind¨ªgenas y sus aliados, la celebraci¨®n de este d¨ªa est¨¢, cada vez m¨¢s, en declive. Muchos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica han optado por renombrar la festividad como el d¨ªa de las culturas, de la resistencia ind¨ªgena, de los pueblos originarios, de los pueblos ind¨ªgenas o del descubrimiento de dos mundos. Y en algunos estados de Estados Unidos se ha optado por eliminar su celebraci¨®n por completo. En Espa?a, el movimiento descolonizador se hace m¨¢s fuerte cada 12 de octubre bajo el lema ¡°Nada que Celebrar¡± y la manifestaci¨®n pac¨ªfica que tiene lugar en Madrid _ a la vez que el despliegue militar de orgullo post-imperial_, cuenta cada a?o con m¨¢s adeptos.
¡°[La llegada de Col¨®n a Am¨¦rica] es tambi¨¦n el comienzo de la resistencia de todos nuestros pueblos originarios a los que han querido erradicar del mundo saqueando, diezmando, asesinando, violando, indoctrinando, racializando y dividiendo con fronteras arbitrarias y nacionalismos t¨®xicos ficticios¡±. Son palabras de un miembro del pueblo nahua, en M¨¦xico.
Esta apolog¨ªa de la supremac¨ªa blanca no hace sino perpetuar un sistema colonial que pone en peligro la supervivencia de cientos de pueblos ind¨ªgenas en la actualidad
Pero ?qu¨¦ se celebra exactamente en Espa?a? ?El descubrimiento de Am¨¦rica o la llegada de otro europeo m¨¢s a las costas de un continente ampliamente habitado? ?La uni¨®n de culturas o la destrucci¨®n de miles de lenguas, tradiciones y cosmovisiones? ?El concepto inventado de Hispanidad o el orgullo nacionalista por un pasado imperial?
Son estos y otros mitos, potenciados especialmente durante el franquismo, los que han configurado una leyenda rosa sobre la ¨¦poca colonial en Am¨¦rica que ha calado profundamente en la sociedad espa?ola: la absurda comparativa sobre qu¨¦ modelo colonizador fue el ¡°menos malo¡± (las numerosas muertes fruto de la esclavitud, trabajos forzados y masacres no son excusables bajo ninguna comparativa), la incapacidad de mirar al pasado con los ojos del presente (?no es el concepto de Hispanidad una revisi¨®n hist¨®rica positiva de siglos de colonizaci¨®n?), que los espa?oles salvaron a muchos ind¨ªgenas de los yugos imperialistas inca y azteca (de nuevo, siglos de violencia no son ninguna salvaci¨®n) o que la cultura europea nutri¨® las culturas precolombinas (m¨¢s bien destruy¨® cosmovisiones, conocimientos ancestrales y avances desconocidos hasta la ¨¦poca en Europa, a la par que productos americanos como la patata salvaron a Europa de las peri¨®dicas hambrunas de la Edad Media).
Esta apolog¨ªa de la supremac¨ªa blanca no hace sino perpetuar un sistema colonial que pone en peligro la supervivencia de cientos de pueblos ind¨ªgenas en la actualidad. Para muchos, la llegada de Col¨®n a Am¨¦rica representa el comienzo de un genocidio que llega hasta nuestros d¨ªas. En la ONG Survival International luchamos desde hace m¨¢s de 50 a?os junto a los pueblos ind¨ªgenas para que la historia no se siga repitiendo. Desafortunadamente, en la actualidad hay muchos ejemplos de esta perpetuaci¨®n racista, colonial y genocida.
En Paraguay, los ayoreos no contactados viven en una huida constante, escapando de las excavadoras de los rancheros que destruyen sus tierras. En Brasil, el presidente Bolsonaro ha declarado la guerra a los pueblos ind¨ªgenas no contactados. Si su gobierno no renueva las ordenanzas que protegen sus tierras de madereros, mineros y otros invasores, pueblos enteros podr¨ªan ser aniquilados. En Per¨², mientras sus tierras no est¨¦n legalmente demarcadas y protegidas, los pueblos ind¨ªgenas no contactados seguir¨¢n bajo la amenaza constante de las industrias extractivas y los invasores.
Para los pueblos ind¨ªgenas no contactados la covid-19 es la ¨²ltima de las numerosas enfermedades importadas que amenazan su vida. Su supervivencia es una cuesti¨®n moral y de justicia. Ellos son una parte esencial de la diversidad humana, pero adem¨¢s la defensa de sus derechos es crucial para luchar contra la p¨¦rdida de la biodiversidad, de la que todos dependemos. Los pueblos ind¨ªgenas son los mejores guardianes de la naturaleza.
Estas tragedias son criminales y surgen del racismo perpetuado por una sociedad colonial a¨²n vigente y bajo la narrativa de la Hispanidad. ¡°Celebrarlo [el genocidio] es dar armas para que nos sigan sometiendo, para que nos sigan humillando¡±, seg¨²n X¨®chitl, chichimeca/zapoteca.
Es hora de que el Estado espa?ol pase de enorgullecerse por un pasado genocida y expoliador, a enorgullecerse de ser un Estado del presente, inclusivo, en el que las celebraciones vengan de reconocer los errores del pasado y en el que los espacios p¨²blicos, f¨ªsicos y simb¨®licos, sean plurales, que no humillen, dando ejemplo de diversidad y compasi¨®n, celebrando la resistencia de los pueblos ind¨ªgenas, y no su genocidio.
Debemos hacerlo para evitar que la historia se siga repitiendo: por los pueblos ind¨ªgenas, por la naturaleza y por toda la humanidad.
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