Escuchar, que no oir, a la infancia

¡°Extra?o la sensaci¨®n de despertar temprano prepar¨¢ndome para ir a la escuela, extra?o la relaci¨®n con los compa?eros¡± (Adolescente mujer de 12-18 a?os, la India)

El 20 de noviembre celebramos el D¨ªa Universal de la Infancia. Un d¨ªa como ese, pero en 1989, se aprob¨® la Convenci¨®n sobre los Derechos del Ni?o, el tratado internacional que recoge los derechos de la infancia, el m¨¢s ratificado de la historia, y que obliga a los gobiernos a cumplirlos. Y entre estos, est¨¢ en derecho de las ni?as y los ni?os a ser escuchados y tenidos en cuenta.

No, no es evidente que escuchemos a la infancia. Los o¨ªmos, s¨ª, sin embargo, escuchar lo que dicen, lo que reclaman, lo que necesitan¡­ eso es otra cosa muy distinta. En Educo sabemos que la educaci¨®n es la herramienta m¨¢s poderosa para construir una sociedad m¨¢s equitativa, en la que los derechos y el bienestar de los ni?os y ni?as est¨¦ asegurado. Pero tambi¨¦n estamos convencidos y convencidas de que la educaci¨®n debe abordarse con una mirada amplia, que incorpore todas las etapas, actores y contextos que influyen en la educaci¨®n de la infancia. Tiene que ser una educaci¨®n que interpele, que transforme el sistema actual y que reconozca que el primer paso para generar un cambio es escuchar a sus protagonistas. Una educaci¨®n que haga participar y que escuche a los ni?os y ni?as como sujetos de derecho y que tenga en cuenta sus opiniones, porque tienen muchas cosas que decirnos y hay mucho por hacer.

Tiene que ser una educaci¨®n que interpele, que transforme el sistema actual y que reconozca que el primer paso para generar un cambio es escuchar a sus protagonistas

Hace pocos d¨ªas lo record¨¢bamos en nuestro pa¨ªs con la campa?a #ActivaLaEscucha y el simulacro de un hackeo de las redes sociales por parte del grupo #OchoComaDos, los 8.2 millones de ni?os y ni?as que viven en Espa?a y que reclaman nuestra atenci¨®n, ¡°porque no escucharnos es una forma de violencia¡±. Hoy queremos volver a insistir en este derecho porque son ellos y ellas quienes lo manifiestan y lo piden. Lo hemos reflejado en nuestro reciente estudio Encuesta global 2021: La voz de 8.000 ni?as y ni?os. Hemos facilitado un espacio en el que han sido escuchados a trav¨¦s de esta encuesta global y la compartimos para que sus respuestas y opiniones puedan influir en las familias, las comunidades, las escuelas o los gobiernos; en definitiva, los actores clave para que los derechos de las ni?as y ni?os avancen.

?Qu¨¦ nos han contado? Nos han explicado c¨®mo la pandemia sigue afectando a sus vidas, concretamente a su educaci¨®n. Nos han compartido que buena parte de ellos y ellas siguen sin poder estudiar porque su escuela sigue cerrada o porque no han tenido una alternativa que se ajustara a sus posibilidades. Y nos dicen que quieren ir a la escuela, porque ah¨ª aprenden m¨¢s y mejor, pero tambi¨¦n porque, para ellos y ellas, poder estar con sus compa?eros y con el profesorado, jugar y relacionarse es tan importante como estudiar. Quieren que la escuela de ahora y del futuro sea mejor que la que hab¨ªa antes de la pandemia, que su entorno sea m¨¢s verde, con m¨¢s plantas, jardines y ¨¢rboles, pero tambi¨¦n quieren mantener las ventajas que les ofrece la educaci¨®n digital cuando es de calidad. Esta es la escuela que desean y lo han expresado de forma muy clara.

Muchas de las reflexiones de estos d¨ªas en los ¨¢mbitos laborales est¨¢n vinculadas a la vuelta a las oficinas, a la expansi¨®n del teletrabajo, a los aprendizajes que hemos obtenido y a los cambios que incorporaremos en una din¨¢mica laboral que no tiene por qu¨¦ ser la misma que la de hace casi dos a?os. La misma reflexi¨®n nos la est¨¢n pidiendo los ni?os y ni?as para la escuela, ?qu¨¦ hemos aprendido que nos permita cambiar las din¨¢micas habituales? Los ni?os y ni?as quieren volver, pero quieren volver a una escuela renovada, igual que los adultos queremos incorporar mejoras tras lo que hemos vivido.

La realidad es que la participaci¨®n de ni?as, ni?os, adolescentes y j¨®venes durante en una emergencia suele ser pasada por alto y en esta pandemia lo hemos vuelto a hacer. Han faltado espacios que nos permitiera abordar las situaciones desde lo que viven, piensan y sienten, desde lo que les afecta y emociona. A veces, y la encuesta nos da pistas sobre ello, ni siquiera son conscientes de que tiene derecho a opinar, a participar, a que se les tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre temas que les afectan. Si no son conscientes de su derecho a la participaci¨®n, no pueden ejercerlo.

Hoy, 20 de noviembre, desde Educo creemos que la mejor manera de celebrar este d¨ªa es escuchando a la infancia. Porque escuchar a la infancia y dejarnos interpelar por lo que nos est¨¢n diciendo es el ¨²nico camino posible para conseguir, esperemos que pronto, esa sociedad justa y equitativa que merecen.

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