Ver nuestras ciudades con ojos nuevos

Las ciudades siempre han sido lugares de esperanza e inspiraci¨®n, lugares que permiten la innovaci¨®n. Pero la pandemia ha dejado al descubierto algunas de sus grandes deficiencias. En algunas ocasiones, grupos diferentes viven juntos pero con muy poca interacci¨®n y apoyo mutuo y/o no todos pueden participar en la toma de decisiones sobre sus propios barrios y/o los recursos se utilizan de forma desigual y a menudo de manera insostenible. El resultado es que las zonas urbanas no est¨¢n a la altura de las expectativas. Una pregunta clave es, por tanto, ?c¨®mo se logra alcanzar el potencial que tiene cada urbe para desencadenar un cambio duradero y sostenible?

La pandemia ha mostrado algunas debilidades en nuestras ciudades. Empezando con ver c¨®mo se ha facilitado la propagaci¨®n del virus en zonas densamente habitadas. Adem¨¢s, con el confinamiento vimos c¨®mo los habitantes que viven en pisos peque?os con pocas o ninguna zona exterior, como parques o jardines, se encuentran en desventaja. Las zonas verdes urbanas suelen ser m¨¢s escasas en las comunidades de bajos ingresos, lo que complica el distanciamiento social y obliga a las familias a permanecer en el interior con muy pocas opciones de esparcimiento al aire libre. De ah¨ª que las condiciones de vida urbanas, ya de por s¨ª desfavorecidas, se vieran afectadas adicionalmente.

Las zonas verdes urbanas suelen ser m¨¢s escasas en las comunidades de bajos ingresos, lo que complica el distanciamiento social y obliga a las familias a permanecer en el interior con muy pocas opciones de esparcimiento

Pero la covid tambi¨¦n nos ha ayudado a ver los factores que realmente importan para llevar una vida urbana sana y vivible: la importancia del acceso equitativo a zonas verdes locales que es fundamental para la salud f¨ªsica y mental. Aunque esto no solo es cierto para una pandemia, es claro que tambi¨¦n nos ense?a lecciones para el desarrollo urbano en general y as¨ª poder preparar nuestras ciudades para el futuro. En consonancia con el paradigma ¡°Reconstruir mejor¡± del Marco de Sendai para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres 2015-2030, debemos pensar urgentemente en la transformaci¨®n de la sostenibilidad urbana y sus componentes. Esto incluye, obviamente, la aplicaci¨®n de los aprendizajes clave en torno a los patrones y dise?os urbanos que, por ejemplo, incluyen espacios verdes comunitarios.

Al mismo tiempo, tenemos que pensar de una manera mucho m¨¢s integral de lo que hacen actualmente los planificadores y los responsables de la toma de decisiones. Durante la pandemia, casi todos los pa¨ªses y ciudades se enfrentaron en alg¨²n momento a la escasez de suministros, lo que demuestra la fragilidad de las mismas y los beneficios comparables del local y la agricultura urbana. Esto tambi¨¦n reduce la huella ecol¨®gica de las urbes y, por tanto, ayuda a proteger nuestro medio ambiente. Adem¨¢s, est¨¢ demostrado que la agricultura urbana y otros espacios abiertos ayudan a reducir el impacto de las lluvias torrenciales y las inundaciones. Hay que tener mucho m¨¢s en cuenta estos beneficios colaterales, pero para hacerlos realidad tenemos que empezar a pensar en grande.

Lo que ha quedado realmente claro, entre otras cosas, es la importancia de los contactos y redes sociales. Los enfoques basados en la comunidad han apoyado familias durante la pandemia, por ejemplo cuando vecinos han apoyado a ancianos y a otros grupos vulnerables con las compras, o con los servicios de salud abrumados durante la fase m¨¢s intensa de la pandemia. Aunque esto pueda parecer m¨¢s relevante en contextos urbanos informales de econom¨ªas emergentes y en desarrollo, la importancia de los barrios urbanos y de la asistencia vecinal se ha demostrado tambi¨¦n en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Se trata de una lecci¨®n importante que pudiera y debiera aplicarse a otros retos urbanos como la reducci¨®n de los impactos del cambio clim¨¢tico y las cat¨¢strofes.

Esto no implica en absoluto que tales soluciones deban sustituir las verdaderas tareas de las administraciones p¨²blicas urbanas, sino que pueden complementar su trabajo. Se necesita es un enfoque de desarrollo urbano que sea socialmente justo, eficiente en cuanto a recursos y respetuoso con el medio ambiente. Es necesario desarrollar y poner en pr¨¢ctica estrategias que apunten a la consecuci¨®n de m¨²ltiples objetivos a la vez.

Es necesario desarrollar y poner en pr¨¢ctica estrategias que apunten a la consecuci¨®n de m¨²ltiples objetivos a la vez

La formaci¨®n de coaliciones urbanas innovadoras entre actores que no necesariamente han trabajado juntos en el pasado tambi¨¦n puede ayudar. Esto podr¨ªa incluir, por ejemplo, escuchar a los epidemi¨®logos y bi¨®logos para prestar m¨¢s atenci¨®n a los enfoques basados en la naturaleza y la protecci¨®n de la biodiversidad en las ciudades y as¨ª evitar la propagaci¨®n de futuras pandemias.

Podr¨ªa ser una alianza estrat¨¦gica con artistas o cineastas para informar mejor sobre la urgencia de actuar y llegar a diferentes grupos de la sociedad. Y, en definitiva, deber¨ªa tratarse de formar alianzas entre diferentes grupos urbanos que podr¨ªan tener intereses divergentes a primera vista, pero que bien podr¨ªan alinearse bajo el paraguas de formar ciudades m¨¢s sostenibles y mejores en el futuro. Afortunadamente, ya existen enfoques prometedores. Existen alianzas mundiales que se toman muy en serio su responsabilidad. Hay enfoques participativos en la planificaci¨®n urbana. Y hay iniciativas dirigidas por j¨®venes que nos obligan a todos a acelerar la acci¨®n. Nuestras ciudades no son inalterables. Nosotros tenemos el poder de alcanzar su potencial y, afortunadamente, no tenemos que comenzar desde cero.

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