Zapatero retoca lo m¨ªnimo su equipo para volcarse en solventar la crisis
Jos¨¦ Blanco como portavoz y Antonio Camacho en Interior son las novedades m¨ªnimas
Lograr la estabilidad financiera de Espa?a se ha convertido en el principal objetivo y sentido de los ¨²ltimos meses del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. El presidente procedi¨® ayer a la remodelaci¨®n, m¨ªnima, de su Gabinete, para cubrir la triple vacante ¡ªVicepresidencia Primera, Portavoc¨ªa y Ministerio del Interior¡ª dejada por su n¨²mero dos, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, tras ser proclamado el s¨¢bado candidato socialista a la Presidencia del Gobierno.
Los tiempos no est¨¢n para virguer¨ªas ni experimentos. Prueba de ello es que Zapatero, en su comparecencia de 13 minutos en La Moncloa para informar de su mini remodelaci¨®n, dedic¨® casi m¨¢s tiempo a fijar posici¨®n ante las graves tensiones financieras de la jornada de ayer. ¡°Necesitamos una respuesta europea (a la crisis financiera), de la zona euro, que necesita una clarificaci¨®n r¨¢pida, precisa¡±, dijo un Zapatero visiblemente preocupado tras conocer que la deuda soberana espa?ola alcanzaba otra vez records hist¨®ricos.
Como los tiempos no est¨¢n para sorpresas, lo que ha predominado en este ajuste de Zapatero, forzado por la salida de Rubalcaba, y a pocos meses de la convocatoria electoral, ha sido la continuidad. Para el presidente ha sido todo tan sencillo y previsible que el mi¨¦rcoles, antes incluso de que P¨¦rez Rubalcaba anunciara que abandonaba el Gobierno ¡ªlo hizo el viernes, tras el Consejo de Ministros¡ª ya se lo hab¨ªa comunicado al Rey, en un despacho en La Zarzuela.
En esa l¨ªnea de continuidad, para ministro del Interior, Zapatero ha nombrado al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, el n¨²mero dos del ministerio durante estos m¨¢s de siete a?os de Gobierno socialista. Primero, con Jos¨¦ Antonio Alonso (2004- abril de 2006) y luego, con el propio Rubalcaba.
Zapatero dej¨® clara, en su comparecencia, su pretensi¨®n de continuidad al destacar el conocimiento del Ministerio por Camacho y su contribuci¨®n en los ¨¦xitos del Gobierno en la pol¨ªtica antiterrorista, que ha dejado a ETA en fase terminal.
Tambi¨¦n es puro continuismo el nombramiento del vicesecretario general del PSOE, Jos¨¦ Blanco, como portavoz del Gobierno. Zapatero ya hab¨ªa introducido a Blanco en el Gobierno, como ministro de Fomento en abril de 2009, y su designaci¨®n, ayer, como portavoz no ha sorprendido especialmente.
Zapatero avis¨® al Rey del cambio antes de anunciar Rubalcaba su cese
Blanco pondr¨¢ la cara del Gobierno en un momento dif¨ªcil, como son los meses previos a unas elecciones, con unas alt¨ªsimas cifras de paro y con la estabilidad financiera sin asegurar. Zapatero lo ha elegido porque ¡°conoce bien la acci¨®n global que el Gobierno est¨¢ llevando adelante¡± y porque tiene en ¨¦l ¡°una confianza muy directa, muy trabada durante mucho tiempo y que facilita, sin duda alguna, la tarea de portavoz¡±. Los dos tomar¨¢n hoy posesi¨®n de sus cargos.
Con Blanco, el tercer hombre de Zapatero, como portavoz, el presidente compensa la salida de ese puesto clave de su segundo, Rubalcaba. M¨¢s all¨¢ de ese reconocimiento expreso a Blanco por sus a?os de estrecha colaboraci¨®n, el presidente quiere en ese puesto clave y en una situaci¨®n pol¨ªtica dif¨ªcil a una persona con la que apenas necesita explicaciones para entenderse.
El presidente habl¨® de la crisis casi tanto tiempo como de la remodelaci¨®n
Probablemente no ha elevado a Blanco al grado de vicepresidente primero, como hizo con Rubalcaba, precisamente para realzar la figura del que el pasado s¨¢bado fue proclamado nuevo l¨ªder y referente del PSOE.
En este sentido, el reparto de las vicepresidencias es otra muestra de continuidad. Con la salida de Rubalcaba, Zapatero elimina una de las tres y corre las dos restantes. La vicepresidenta segunda y de Econom¨ªa, Elena Salgado, ha pasado a primera, y la tercera, la de Pol¨ªtica Territorial de Manuel Chaves, a segunda.
Con esta decisi¨®n, Salgado presidir¨¢ los Consejos de Ministros en ausencia de Zapatero y sale realzada como titular de Econom¨ªa, en un momento en que est¨¢ en juego la estabilidad financiera y el inicio de la recuperaci¨®n. Salgado es, adem¨¢s, una persona muy pr¨®xima a Rubalcaba.
Con esa misma visi¨®n continuista, el ministro de la Presidencia, Ram¨®n J¨¢uregui, ampl¨ªa sus competencias y presidir¨¢ la comisi¨®n de subsecretarios, en la que antes ayudaba a Rubalcaba, y llevar¨¢ el peso principal en las relaciones con las Cortes.
Esta remodelaci¨®n abona a¨²n m¨¢s la idea del adelanto electoral al 27 de noviembre, ya afincada entre los socialistas cuando, el viernes, Rubalcaba anunci¨® que dejaba el Gobierno para dedicarse por entero a su candidatura a la Presidencia y a preparar la campa?a electoral. Ocho meses de campa?a, de julio de 2011 a marzo de 2012, que marca el l¨ªmite final de la legislatura, son muchos meses.
Pero con resultar este dato importante hay otro que lo es a¨²n m¨¢s: la evoluci¨®n de la econom¨ªa espa?ola y, especialmente, la de su estabilidad financiera. Ayer, cuando a Zapatero se le pregunt¨®, tras anunciar la remodelaci¨®n del Gobierno, si iba a adelantar las elecciones o iba a agotar la legislatura, no ofreci¨® una respuesta clara aunque aludio a que su intenci¨®n era llegar a marzo. Pero Zapatero, por encima de todo, ayer insinu¨® que no va a tomar ninguna decisi¨®n a ese respecto hasta asegurar la estabilidad financiera de Espa?a, pendiente de las tensiones derivadas de los ataques al euro.
Lo dem¨¢s es secundario, seg¨²n fuentes de La Moncloa. Si el Gobierno logra ese objetivo, que no tiene fecha, Zapatero y Rubalcaba decidir¨¢n entonces sobre el momento electoral. Y ah¨ª entrar¨¢n otros factores en juego ya barajados, como los posibles apoyos para aprobar los presupuestos de 2012 y las encuestas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.