El derrumbe de Camps provoca un tsunami en el PP valenciano
Alberto Fabra asume un partido deshecho por la corrupci¨®n y un Gobierno hipotecado
La clave que sustentaba el campismo se desplom¨® el pasado mi¨¦rcoles. La dimisi¨®n de Francisco Camps como presidente de la Generalitat y del PP valenciano, forzada por G¨¦nova, supone tambi¨¦n el derrumbe de un sistema hecho a medida del expresidente, que hab¨ªa formado el Gobierno, el partido y el grupo parlamentario sin ninguna concesi¨®n a cuotas territoriales, barones provinciales o sugerencias provenientes de la direcci¨®n nacional del PP. Camps se va ¡ªma?ana ceder¨¢ el Gobierno al diputado y alcalde de Castell¨®n, Alberto Fabra¡ª sin haber dado ninguna explicaci¨®n coherente de sus relaciones con la trama G¨¹rtel casi dos a?os y medio despu¨¦s de estallar el esc¨¢ndalo. Pero, a cambio, deja al partido y a su sucesor una herencia compleja de gestionar y una Comunidad Valenciana sumida en una grave crisis institucional.
¡°Nos ha pasado un tsunami¡±, reconoci¨® el pasado viernes la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, que ha sufrido un enorme desgaste por haber sustentado a Camps desde que estall¨® el caso G¨¹rtel y negarse en repetidas ocasiones a sustituir a su patrocinado. Probablemente, Barber¨¢ es la persona m¨¢s consciente de la grave crisis que se abre en su partido dos meses despu¨¦s de las elecciones.
La dimisi¨®n de Camps acaba con un concepto muy personal de entender la pol¨ªtica, que hab¨ªa llevado al hartazgo a muchos de los suyos, pero no resuelve los principales problemas de los populares valencianos. La dimisi¨®n, aunque bals¨¢mica, no acaba ni con los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n del PP, ni da paso a un liderazgo s¨®lido en el Gobierno y en la estructura regional del partido.
El expresidente tiene que decidir si mantiene su esca?o en las Cortes
El expresidente tendr¨¢ que enfrentarse en oto?o, previsiblemente en plena campa?a electoral para las generales, al tribunal con jurado, acusado de recibir sobornos de la trama corrupta. Un escenario que G¨¦nova quer¨ªa evitar a toda costa y que no se ha detenido. A principios de septiembre, a m¨¢s tardar, Camps tendr¨¢ que desfilar, como los otros tres imputados, por el Tribunal Superior de Justicia para depositar personalmente un aval que garantice la fianza de 55.000 euros impuesta por el tribunal ¡ªla multa que solicita la fiscal¨ªa, 41.250 euros, m¨¢s un tercio de esa cantidad¡ª. Pero en esta ocasi¨®n, el expresidente afrontar¨¢ el proceso con una estrategia de defensa conjunta rota. Sus compa?eros de banquillo ya han dejado claro que actuar¨¢n en funci¨®n de sus intereses personales. El exvicepresidente del Gobierno V¨ªctor Campos y el ex jefe de gabinete de la Consejer¨ªa de Turismo Rafael Betoret est¨¢n muy enfadados por haberse declarado culpables ante el TSJ para facilitar a G¨¦nova el acuerdo con Camps y que este ¨²ltimo haya roto el pacto y se haya declarado inocente para ir a juicio.
El cuarto imputado, el diputado auton¨®mico y ex secretario general Ricardo Costa, nunca se fio del expresidente y buscar¨¢ una sentencia exculpatoria que no lastre su posici¨®n en la causa por la financiaci¨®n irregular del PP valenciano. Camps tiene que decidir, en medio de mensajes contradictorios, si mantiene o renuncia a su esca?o en las Cortes Valencianas. El propio Mariano Rajoy ¡ªy otros dirigentes de G¨¦nova¡ª le han prometido a Camps que podr¨¢ retomar su carrera pol¨ªtica en el futuro si as¨ª lo desea, aunque un sector del PP valenciano ya le ha hecho saber que lo mejor es que deje el acta de diputado y se vaya a su casa. El expresidente de la Generalitat tiene garantizado, si as¨ª lo reclama en funci¨®n del cargo que ha ocupado durante los ¨²ltimos ocho a?os, sueldo, coche oficial y dos personas con despacho a su servicio.
Para un sector importante de los populares valencianos ya es suficiente con que Camps haya dejado Gobierno, partido y grupo parlamentario hechos a su medida como para que ahora su presencia condicione la manera de gestionar de Alberto Fabra.
De hecho, apenas unas horas despu¨¦s de la renuncia de Camps las placas tect¨®nicas del PP valenciano se empezaron a mover. Con la dimisi¨®n a¨²n caliente, el presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, el ¨²nico bar¨®n provincial ajeno a la corrupci¨®n, convers¨® con Fabra y le hizo saber que conf¨ªa en que sustituir¨¢ el modelo presidencialista de Camps por otro m¨¢s colegiado en la toma de grandes decisiones.
Desde Alicante, los ¨²ltimos restos del zaplanismo tambi¨¦n le hicieron llegar al nuevo presidente del PP que conf¨ªan en ¨¦l para coser las heridas internas del partido. Mientras, los campistas no ocultan su recelo ante un escenario nuevo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.