Rajoy promete que no har¨¢ recortes sociales
El l¨ªder del PP, satisfecho, trata de no dar miedo: ¡°Gobernar¨¦ desde el centro¡±
Una vez m¨¢s, Mariano Rajoy esper¨® y esper¨® hasta que los acontecimientos giraron a su favor, y el momento lleg¨®. Ya est¨¢n convocadas las elecciones, como pidi¨® durante un a?o; la maquinaria del PP est¨¢ en marcha y la sensaci¨®n de euforia contenida es total en la calle de G¨¦nova. Los populares dan por hecha ya una mayor¨ªa absoluta muy c¨®moda, y creen que solo hay algo que puede estropearla: el miedo al PP.
Por eso Rajoy, en la segunda rueda de prensa en la calle de G¨¦nova en este a?o ¡ªtal vez la ¨²ltima antes de las elecciones, ya que nunca las realiza en campa?a¡ª se preocup¨® en todo momento de tranquilizar a los electores.
El l¨ªder del PP apart¨® las cr¨ªticas a Zapatero e ignor¨® a Rubalcaba para concentrarse en dar una imagen moderada, que es la que ahora est¨¢ buscando. El trabajo de desgaste del PSOE ya est¨¢ hecho, creen los estrategas del PP. Ahora toca tranquilizar. ¡°He venido a hablar de futuro. Hay que recuperar la concordia. Aspiro a gobernar desde el centro, la moderaci¨®n y el di¨¢logo. Har¨¦ un Gobierno cre¨ªble, previsible y solvente en el que el conjunto de los espa?oles puedan confiar¡±, sentenci¨® Rajoy.
El programa del PP
Una de las protestas m¨¢s claras del 15-M plantea que los gobernantes se presentan a las elecciones con un programa suave y hacen lo contrario al llegar al Gobierno. Es lo que hizo Zapatero. Pero le sucedi¨® a otros gobernantes europeos. Acaba de pasar en Italia. Y en Portugal, donde pocas semanas despu¨¦s de ganar las elecciones, Pedro Passos Coelho, al que Rajoy visitar¨¢ la primera semana de septiembre, anunci¨® algo que durante la campa?a hab¨ªa prometido que no har¨ªa: un impuesto equivalente al 50% de la paga de Navidad para todos los portugueses.
Mucha gente incluso dentro del PP asume que Rajoy tomar¨¢ medidas dr¨¢sticas que no ir¨¢n en su programa, con la excusa de que se han encontrado unas cuentas peores de las esperadas. Rajoy contest¨® ayer para tratar, de nuevo, de no dar miedo.
¡ª?No ser¨ªa m¨¢s transparente y democr¨¢tico que anunciara ya los recortes duros que puede tener pensados?, se le pregunt¨®.
¡ªYo no tengo intenci¨®n de hacer recortes sociales, otros s¨ª lo han hecho. Yo no tengo ninguna intenci¨®n de hacer recortes. Ahora, no me pida que le presente un presupuesto porque sabe que eso es imposible. Aqu¨ª se habla mucho de recortes, de reducir gasto, creo que hay que reducirlo selectivamente. Pero creo que se habla poco de crecer y de crear ingresos con ese crecimiento, que es lo importante¡±, respondi¨® el l¨ªder del PP.
El compromiso fue muy claro en un d¨ªa solemne en que se anunciaron las elecciones, por lo que esas palabras son v¨¢lidas como una promesa electoral hecha en plena campa?a.
Los populares creen que los recortes de Zapatero les han puesto la campa?a muy f¨¢cil, porque han eliminado el argumento principal del PSOE: el de que el PP acabar¨¢ con el Estado del bienestar. Rajoy est¨¢ preparando un programa electoral muy gen¨¦rico, sin propuestas impopulares; esas vendr¨¢n despu¨¦s de las elecciones si son necesarias, explican.
Aun as¨ª, Rajoy lanz¨® la idea de que la situaci¨®n en la que se encontrar¨¢ el pa¨ªs si gana es compleja. ¡°Soy consciente de que el Gobierno que salga tendr¨¢ una tarea muy dif¨ªcil, porque Espa?a tiene muchos problemas, pero tendr¨¢ un horizonte de tiempo y un mandato claro y renovado de los espa?oles¡±.
El l¨ªder del PP no quiso contestar a la pregunta de qu¨¦ har¨¢ si pierde por tercera vez. Es algo que ninguna encuesta contempla y que el PP descarta, pero es evidente que no podr¨ªa seguir.
S¨ª contest¨® a la segunda, a la pregunta de si est¨¢ dispuesto a debatir con Rubalcaba. No cit¨® a su rival, y tampoco hizo un compromiso firme ¡ªeso depende de los directores de campa?a, dijo. como si no fuera una decisi¨®n suya¡ª, pero apunt¨® que s¨ª habr¨¢ debate. ¡°A m¨ª me encanta debatir, yo lo har¨¦ encantado¡±. En el PP dan por hecho que lo habr¨¢. Rajoy no quiso debatir en 2004 con Zapatero, y ¨¦l mismo lo consider¨® un error.
Pocas veces un hombre cauto como Rajoy deja que sus gestos demuestren su estado de ¨¢nimo. Ayer no pudo evitarlo. Estaba muy satisfecho y se le not¨® nada m¨¢s arrancar la rueda de prensa. No solo porque ya ha llegado el momento esperado ¡ªaunque sus estrategas hablan ya de una campa?a largu¨ªsima¡ª sino porque acert¨® en sus previsiones, algo que le encanta. Suele hablar con orgullo de su olfato, que achaca a los 30 a?os que lleva en pol¨ªtica. Y estaba muy seguro del adelanto.
Le sorprendi¨® la fecha, el 20-N, que los populares ven como un juego para movilizar algo a la izquierda, aunque lo consideran in¨²til, porque la econom¨ªa, explican, arrastra todo y hundir¨¢ al PSOE como sucedi¨® el 22-M. En el PP est¨¢n ahora m¨¢s tranquilos con un horizonte claro y mucho trabajo por delante. Todo se precipitar¨¢. Rajoy se ol¨ªa este final, aunque tambi¨¦n tuvo informaci¨®n privilegiada: el jueves le llam¨® Zapatero para cont¨¢rselo.
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