Antisemitismo e islamofobia
"La eliminaci¨®n preventiva de las ideas asesinas, desde la educaci¨®n [..] resulta imprescindible"
Despu¨¦s de los tr¨¢gicos atentados de Oslo, han proliferado los comentarios relativos al peligro que representa el ascenso de la islamofobia en nuestras sociedades. Es una apreciaci¨®n justa, pero que no debe hacer olvidar que Breivik no ametrall¨® a musulmanes orantes en una mezquita, sino a cientos de j¨®venes socialdem¨®cratas reunidos en una isla, despu¨¦s de colocar una bomba en un edificio gubernamental con el Partido Socialdem¨®crata en el poder. Se le ha definido como anticomunista e islam¨®fobo, y a la vista de su comportamiento cabe suponer que la jerarqu¨ªa se mantiene, al considerar a los socialistas lo m¨¢s cercano al fenecido comunismo.
Vale la pena, pues, respetar esa jerarqu¨ªa que ¨¦l mismo establece y la asociaci¨®n entre ambas fobias, que no son fruto de una perturbaci¨®n mental, sino de la aspiraci¨®n del sujeto a poner en pr¨¢ctica unas ideas asesinas. De ah¨ª que ¨¦l mismo conciba su juicio como un acto de afirmaci¨®n ideol¨®gica. En este marco, la islamofobia adquiere un relieve propio, en la medida que proliferan en Europa las posiciones pol¨ªticas, las inhibiciones y las actitudes racistas que tienen como blanco a una minor¨ªa en crecimiento como es la musulmana. Son noticias a las que no suele d¨¢rsele demasiado espacio en los informativos, y sobre las cuales los responsables pol¨ªticos distan casi siempre de adoptar medidas claras, tr¨¢tese de la oposici¨®n a que sea edificada una mezquita o de actos de vandalismo tales como los registrados en el entorno de Bilbao, hasta el punto de forzar las puertas y arrojar pedazos de carne de cerdo al interior de un lugar de rezo. La tolerancia cero es aqu¨ª de rigor y la prevenci¨®n en todos los ¨®rdenes, necesaria.
"No hay que olvidar que Breivik consider¨® a los socialistas lo m¨¢s cercano al fenecido comunismo"?
Pero eso no significa que se haya producido una sustituci¨®n y que sean cosas del pasado tanto el antisemitismo como la tolerancia de los poderes p¨²blicos respecto del racismo. Lo prueba un hecho bien reciente: la sentencia absolutoria por nuestro Tribunal Supremo de un grupo de neonazis agrupados en torno a una librer¨ªa barcelonesa, Kalki, que previamente hab¨ªan sido condenados por la Audiencia por ¡°apolog¨ªa del genocidio¡±. Puede leerse en el diario La Ley de 20 de julio. El fallo est¨¢ en la l¨ªnea de la despenalizaci¨®n del negacionismo que acordara el Tribunal Constitucional; los datos son espectaculares. Los libros vendidos, entre los que se encontraban joyas antisemitas de Norberto Ceresole, en su tiempo mentor de Ch¨¢vez, y textos de Goering, de un pu?ado de nazis, y del propio Hitler, rebosaban de incitaciones a acabar con el perverso pueblo jud¨ªo y con toda minor¨ªa racial que amenazara el dominio de la casta superior. Los nazis trataron a los jud¨ªos de forma ejemplar; ahora es cuando resulta preciso ir contra ellos. Para cumplir tan santa tarea, bajo la cobertura de un C¨ªrculo de Estudios Indoeuropeos, se hab¨ªa formado una orden paramilitar, la Hermandad de Armas de Caballeros del Imperio Europeo, encargada de asegurar la supremac¨ªa de la raza aria. Noruega est¨¢ cerca.
Pues bien, por mayor¨ªa, la Sala Penal del Supremo, primer firmante Adolfo Prego, el mismo magistrado tan activo en impulsar el descenso a los infiernos de Garz¨®n, ha decidido absolverles, ya que por ¡°err¨®neas¡± que fueran sus ideas, ¨¦stas no bastan, aunque se trate de ¡°doctrinas justificativas del genocidio¡±, pues hubiera sido preciso que contaran con los medios para ponerlas en pr¨¢ctica. Es decir, esperemos para condenarles a que los autodesignados Caballeros del Imperio materialicen los designios de caza de jud¨ªos y otros grupos minoritarios, y emprendan la restauraci¨®n del dominio de Hitler sobre la tierra. O lo que es m¨¢s peligroso, que su impunidad aliente un incremento de la agresividad xen¨®foba, y en este punto no est¨¢n libres de riesgo los jud¨ªos, con el antisemitismo escondido frecuentemente bajo las declaraciones de justo rechazo a Netanyahu. Ejemplo: las predicaciones de tantos imanes en nuestras mezquitas. Lo uno no quita lo otro.
No basta con lamentar las cat¨¢strofes cuando sobrevienen. La acci¨®n de un criminal como el noruego, solo o con un grupo de c¨®mplices, resulta impredecible. En cambio, la eliminaci¨®n preventiva de las ideas asesinas, desde la educaci¨®n y los medios al seguimiento de las manifestaciones racistas de baja intensidad, resulta imprescindible. La islamofobia es algo espec¨ªfico, analizable en concreto. Las generalizaciones sobran, porque podemos terminar desviando su condena hacia la descalificaci¨®n de quienes asumen la complejidad del tema de la integraci¨®n musulmana, consideran negativa la expansi¨®n del islamismo ¡ªno del Islam¡ª en nuestras sociedades o piensan que el riesgo de atentados yihadistas no ha desaparecido. ??
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