La Generalitat admite que 50.000 personas siguen sin renta m¨ªnima

Decenas miles de personas siguen sin cobrar el exiguo sueldo mensual de 420 euros por culpa de un cambio en el sistema de pago de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (RMI) de la Generalitat de Catalu?a. Cientos de beneficiarios se aglomeran d¨ªa a d¨ªa frente a las oficinas del Departamento de Bienestar Social y Familia y el tel¨¦fono de informaci¨®n est¨¢ colapsado. Algunos Ayuntamientos, como el de Girona (tambi¨¦n gobernado por CiU) han creado un fondo econ¨®mico para paliar las situaciones m¨¢s dram¨¢ticas y entidades como C¨¢ritas y la Cruz Roja, a trav¨¦s de los bancos de alimentos, distribuyen comida a los afectados.

?Qu¨¦ piensa la Generalitat ante este caos? Que ha hecho bien, y que todo va seg¨²n lo previsto. ¡°No creo que nos hayamos equivocado¡±, asegur¨® ayer el secretario general del Departamento de Empresa y Ocupaci¨®n, Enric Colet. Ni una pizca de autocr¨ªtica para un problema creado por los departamentos de Empresa (cuyo titular es Francesc Xavier Mena) y Bienestar Social (Josep Llu¨ªs Cleries) y que afecta a unas 50.000 personas. Colet admiti¨® ayer que 15.745 de los 34.000 titulares de la RMI (de cada ayuda dependen 3,25 personas, seg¨²n datos de la Generalitat de 2009) a¨²n no la han cobrado, un 45% del total.

El Gobierno modific¨® el cobro de la RMI para controlar posibles fraudes: excepcionalmente este mes, el pago se hace por cheque bancario enviado por correo y no por transferencia. El retraso y, en muchas ocasiones, la ausencia de cheque han desesperado a los beneficiarios, que d¨ªa tras d¨ªa tratan de subsistir sin su peque?a ayuda mensual.

La decisi¨®n de hacerlo en pleno mes de agosto es premeditada, seg¨²n Colet. ¡°Lo hemos hecho plenamente a conciencia. Esta gente no hace vacaciones, no trastocamos su calendario de vacaciones¡±, dio por hecho. ¡°Sab¨ªamos que hab¨ªa gente que pod¨ªa sufrir un poco¡±, apunt¨® el secretario general, que compareci¨® ante los medios en una improvisada atenci¨®n dada la situaci¨®n generada. El consejero Mena est¨¢ de vacaciones, aunque habla por tel¨¦fono a diario con Colet, seg¨²n la versi¨®n del propio secretario general. La Generalitat asegura que pagar¨¢ los 34.000 expedientes en vigor de la renta m¨ªnima, y que parte de los 50.000 afectados que ayer todav¨ªa no hab¨ªan cobrado lo har¨¢n los pr¨®ximos d¨ªas.

Pero habr¨¢ un importante porcentaje, que el Departamento no se atreve a cifrar, que tendr¨¢ que pelear por su cheque. Son los beneficiarios han cambiado de domicilio sin notificarlo a la Generalitat, una situaci¨®n habitual por las dificultades econ¨®micas en las que viven los beneficiarios de la renta m¨ªnima. Colet es inflexible: ¡°Si han incumplido la norma, se pueden esperar unos d¨ªas para cobrar¡±. La falta se considera leve, por lo que los afectados que notifiquen correctamente su cambio de vivienda podr¨¢n cobrar el cheque. En septiembre el pago se har¨¢, otra vez, por transferencia bancaria, precis¨® ayer la Generalitat.

La Generalitat no se atreve a hacer ni una estimaci¨®n de cu¨¢ntos casos de fraude puede encontrar. El Gobierno revisar¨¢ uno por uno los expedientes. Citar¨¢ en principio a 20.000 titulares de la RMI, de los cuales la mitad ya han sido avisados. La situaci¨®n l¨ªmite generada por el retraso en el pago ha obligado a muchos Ayuntamientos a actuar para asegurar que sus ciudadanos receptores de la RMI tengan cubiertas sus necesidades m¨ªnimas. Colet critic¨® a algunos municipios por colaborar con estas personas sin revisar su situaci¨®n: ¡°Los Ayuntamientos que dan ayudas de forma indiscriminada no entienden el objetivo de la Generalitat¡±.

Los Consistorios tienen que soportar el alud de reclamaciones que reciben sus servicios sociales. Las oficinas de la Generalitat est¨¢n abarrotadas, se viven momentos de tensi¨®n y el tel¨¦fono de atenci¨®n est¨¢ colapsado. El Gobierno se resiste a aceptar que la situaci¨®n se le ha ido de las manos. ¡°Tenemos todo el personal que necesitamos¡±, dijo Colet. Las oficinas del Departamento de Empleo y del de Bienestar tienen el mismo personal que cualquier agosto. El refuerzo se limita a un grupo de 80 trabajadores que cumplen turno de tarde en Ocupaci¨®n y un cambio de tareas en Bienestar para tener m¨¢s gente recogiendo las quejas.

Abderrahman es uno de los afectados. ¡°Reviso el buz¨®n cuatro veces al d¨ªa y nada¡±, explica. Lleva d¨ªas esperando el cheque, y dentro de lo cabe ayer tuvo suerte: consigui¨® ser atendido en las oficinas del Departamento de Bienestar en Girona. Las trabajadoras deniegan a unas 70 personas al d¨ªa porque no dan abasto, y hay un vigilante que pulula por la sala para evitar que la tensi¨®n degenere a males mayores. No se ha reforzado el personal y las trabajadoras est¨¢n desquiciadas. Les falta tiempo para ir al lavabo. En otra planta, tres personas responden a las llamadas de los angustiados usuarios de la RMI. El tel¨¦fono suena entre 60 y 70 veces cada ma?ana.

En Tarragona en la oficina de Bienestar Social hay cinco mesas y una persona adicional que ofrece informaci¨®n. ¡°En general, podemos recibir a todas las personas que vienen, lo que pasa es que a las 13.30 dejamos de dar n¨²meros para que no quede colapsado¡±, dice Anna Sol¨¦, directora de Servicios Territoriales de Bienestar y Familia en Tarragona. La situaci¨®n provoca las quejas de algunos de los afectados, que se quedan sin ser atendidos.

La pl¨¢cida versi¨®n de la Generalitat contrasta con la denuncia de los Ayuntamientos como el de Tarragona. El Consistorio sostiene que sus servicios sociales reciben una avalancha de gente pidiendo explicaciones sobre la RMI porque los afectados deciden ir a la persona de confianza m¨¢s cercana: el asistente social. El Consistorio est¨¢ elaborando un informe con las quejas recibidas y lo entregar¨¢n este mes a la Generalitat. Al margen de la RMI, el a?o pasado el Ayuntamiento tuvo que crear un fondo de 90.000 euros extra¨ªdo de sus presupuestos municipales para paliar los casos m¨¢s urgentes. Los servicios sociales denuncian que la situaci¨®n de pobreza se ha recrudecido en el ¨²ltimo a?o y que los impedimentos de la Generalitat para acceder a la RMI llevar¨¢n a muchas familias hasta situaciones extremas, lo que podr¨ªa hacer brotar casos de violencia machista o tensiones.