Reglas y mercados
El problema es que el relato alem¨¢n ha calado y Espa?a SA, Estado, est¨¢ pagando unos diferenciales en sus emisiones impropios de un pa¨ªs con rating AA
La crisis financiera que comenz¨® a mostrarse en 2007 en forma de subprime sigue mutando como la del E.coli. Al igual que en la crisis sanitaria con los pepinos, los alemanes quisieron hacernos creer que esta mutaci¨®n era una crisis fiscal de pa¨ªses desordenados y poco disciplinados, entre ellos Espa?a. Pero de nuevo volvemos a ver s¨ªntomas en los mercados financieros que nos recuerdan que esto es una crisis de sobreendeudamiento y que acaba afectando al sistema bancario, principalmente a bancos alemanes y ahora franceses, que es la m¨¦dula espinal del cr¨¦dito y el sustento de la econom¨ªa real.
El problema es que el relato alem¨¢n ha calado y Espa?a SA, Estado, est¨¢ pagando unos diferenciales en sus emisiones impropios de un pa¨ªs con rating AA. Las crisis financieras siempre llevan aparejada incertidumbre que tiene efectos similares a la niebla. Cuando es espesa y disminuye la visibilidad, los ciudadanos tienen que fiarse de se?ales.
La propuesta de introducir una regla en la Constituci¨®n de l¨ªmites al d¨¦ficit y a la deuda p¨²blica sin duda es una se?al muy potente, ya que en la Eurozona tan solo Alemania la ha introducido recientemente. Es importante introducirla, pero es m¨¢s importante dise?arla bien. Est¨¢ claro, despu¨¦s del circo al que hemos asistido, que la de EE UU es claramente mejorable. El dinero pierde valor con el tiempo, por lo que nunca se debe fijar un l¨ªmite en euros. Debe ser una cifra siempre relacionada con el PIB, que permite corregir el efecto de la inflaci¨®n y hacer comparable las cifras de diferentes a?os.
La regla alemana est¨¢ mejor dise?ada, pero es demasiado estricta y acabar¨¢ teniendo problemas en el futuro por el exceso de celo. Los alemanes han fijado la regla de d¨¦ficit en relaci¨®n al PIB y corrigiendo el efecto del ciclo. Cuando la econom¨ªa est¨¢ en su fase expansiva, los ingresos fiscales crecen normalmente m¨¢s de lo que lo hace la econom¨ªa y cuando llega la recesi¨®n, se desploman. Si no eliminas el efecto c¨ªclico, cuando las empresas y familias ven con optimismo el futuro y gastan con alegr¨ªa, el sector p¨²blico tambi¨¦n lo har¨ªa y amplificar¨ªa las presiones sobre la inflaci¨®n, anticipando la recesi¨®n. Cuando esta llega y las familias y empresas se asustan, el sector p¨²blico ve c¨®mo disminuyen sus ingresos y tiene que reducir el gasto amplificando el efecto del ciclo sobre la actividad y la tasa de paro. El problema es que los modelos que utilizamos los economistas para corregir la evoluci¨®n c¨ªclica est¨¢n sujetos a errores de estimaci¨®n y los alemanes han cerrado tanto el margen de desviaci¨®n del d¨¦ficit que ni siquiera cubre el margen de error.
El anuncio es una excelente se?al en momentos de tensi¨®n en los mercados, que confirma que los espa?oles somos cumplidores en el pago de nuestras deudas. Ahora s¨®lo queda acertar en el dise?o para evitar que las salidas de emergencias est¨¦n cerradas cuando sean necesarias en el futuro.
Jos¨¦ Carlos D¨ªez es economista jefe de Intermoney y profesor de econom¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢.
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