Las reglas fiscales y la Constituci¨®n

Una regla fiscal es un dise?o de comportamiento de la pol¨ªtica presupuestaria de un Estado a lo largo del tiempo. El contenido concreto de una regla fiscal puede ser muy diverso, pero la mayor¨ªa de ellas se centran en objetivos de d¨¦ficit p¨²blico y/o razones de deuda p¨²blica sobre PIB. Muchos estados, desde Suecia a Chile, pasando por Polonia o Alemania han introducido recientemente reglas fiscales. Otros pa¨ªses, como Italia, est¨¢n considerando medidas similares.

Las reglas fiscales cumplen dos misiones. Una, ofrecen coherencia temporal a la pol¨ªtica fiscal. Dos, aseguran la sostenibilidad presupuestaria en el largo plazo. Estas misiones permiten un crecimiento m¨¢s equilibrado de la econom¨ªa, refuerzan la credibilidad de un Estado y facilitan su acceso a los mercados de deuda. Dada la negativa experiencia de Espa?a con estos mercados y los problemas de d¨¦ficit a los que nos enfrentamos, una regla fiscal puede contribuir, en el marco de un programa global de reformas, a afianzar la recuperaci¨®n de nuestra econom¨ªa, al crecimiento del empleo y a garantizar el estado del bienestar. Enmarcar esta regla en la Constituci¨®n demuestra el compromiso de Espa?a con la responsabilidad fiscal.

Las reglas fiscales cumplen dos misiones: ofrecen coherencia temporal a la pol¨ªtica fiscal y aseguran la sostenibilidad presupuestaria en el largo plazo

La mayor¨ªa de las reglas fiscales, o al menos las que estamos debatiendo estos d¨ªas, no son techos de gasto o recortes sociales. Las reglas fiscales buscan, simplemente, garantizar la compatibilidad de gastos e ingresos p¨²blicos a lo largo del tiempo.

Al mismo tiempo, una buena regla fiscal debe alcanzar un compromiso entre un objetivo en el largo plazo de sostenibilidad fiscal y la flexibilidad. El sistema fiscal espa?ol incorpora en su dise?o ¡°estabilizadores autom¨¢ticos¡±. Cuando la econom¨ªa crece deprisa, los ingresos crecen a¨²n m¨¢s y cuando la econom¨ªa se contrae los ingresos caen tambi¨¦n m¨¢s a¨²n sin ning¨²n tipo de decisi¨®n pol¨ªtica. Algo similar, pero con el signo opuesto, ocurre con los gastos: ¨¦stos crecen en las recesiones y caen en las expansiones. Los ejemplos m¨¢s claros son los impuestos sobre las ganancias de capital o los beneficios, que responden de manera aguda al ciclo econ¨®mico y las prestaciones por desempleo, que se disparan en las recesiones y se hunden en las expansiones. Durante la ¨²ltima recesi¨®n, el saldo presupuestario de las administraciones p¨²blicas pas¨® de un super¨¢vit del 1.9% del PIB en 2007 a un d¨¦ficit del 11.1% en 2009. De estos 13 puntos de cambio, nueve puntos fueron causados por los estabilizadores autom¨¢ticos y solo cuatro puntos por las decisiones discrecionales de pol¨ªtica fiscal.

Si forz¨¢semos, por ejemplo, a un d¨¦ficit cero a?o a a?o, esto nos obligar¨ªa a subir impuestos o reducir el gasto en medio de una recesi¨®n

La palabra ¡°estabilizador¡± viene de que, casi siempre, reducir los ingresos en una recesi¨®n y subirlos en una expansi¨®n estabiliza la econom¨ªa (y al rev¨¦s con los gastos: subirlos en una crisis y reducirlos en un boom aminora las fluctuaciones del PIB). La palabra ¡°autom¨¢tico¡± viene de que el ciclo econ¨®mico produce por s¨ª solo este resultado.

Si forz¨¢semos, por ejemplo, a un d¨¦ficit cero a?o a a?o, esto nos obligar¨ªa a subir los impuestos o reducir el gasto en medio de una recesi¨®n, con lo que se agravar¨ªa la situaci¨®n y generar¨ªa, a su vez, ca¨ªdas adicionales de ingreso y subida de gasto, en una espiral negativa como la que se observa en Grecia.

Un Consejo de Pol¨ªtica Fiscal, dirigido por un grupo de expertos independientes, estudiar¨ªa las condiciones de las cuentas p¨²blicas y el efecto del ciclo econ¨®mico

Cualquier regla fiscal debe basarse, por consiguiente, no en el d¨¦ficit corriente en un a?o en concreto, sino en una medida de super¨¢vit o d¨¦ficit ¡°estructural¡± que corrige por los estabilizadores autom¨¢ticos y con un factor que corrija por la raz¨®n de deuda p¨²blica sobre PIB.

Un Consejo de Pol¨ªtica Fiscal, dirigido por un grupo de expertos independientes, con un equipo y presupuesto propio estudiar¨ªa las condiciones de las cuentas p¨²blicas y el efecto del ciclo econ¨®mico sobre las mismas. Pa¨ªses de nuestro entorno, como Suecia, Holanda, B¨¦lgica, Dinamarca o Reino Unido han creado consejos fiscales independientes y profesionales que han funcionado muy bien. Nosotros podemos hacer lo mismo.

Finalmente, una regla fiscal es in¨²til si de su incumplimiento no se deriva ninguna consecuencia. Por ello, es importante establecer mecanismos autom¨¢ticos, como recargos en los impuestos o reducciones de gastos, que respondan a las desviaciones del objetivo trazado.

En resumen, una regla fiscal bien dise?ada puede ser un excelente instrumento para asegurar nuestra prosperidad. Pero los detalles de la misma importan, e importan mucho.

Jes¨²s Fern¨¢ndez-Villaverde es profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Pennsylvania