El PP se instala en la expectativa de una mayor¨ªa absoluta holgada
Rubalcaba no recorta la desventaja y absorbe las cr¨ªticas a Zapatero
A tres meses de las elecciones generales el panorama para el PSOE es desolador, mientras que las expectativas justifican con creces la euforia en la que vive instalado el PP. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba no ha logrado atenuar la desventaja electoral con su precampa?a electoral y Mariano Rajoy se vislumbra c¨®modamente aposentado en una probable mayor¨ªa absoluta holgada.
La encuesta de Metroscopia para EL PA?S, realizada despu¨¦s de la reforma ultrarr¨¢pida de la Constituci¨®n, muestra que la ventaja del PP se mantiene inalterable, en 14,1 puntos, y con unos datos que refuerzan la impresi¨®n de pesimismo y hasta derrotismo de los votantes socialistas, que ven la cat¨¢strofe como irremediable.
Cuentan que, con estas expectativas, hay dirigentes del PP a los que, incluso, preocupa el p¨¦simo resultado del PSOE, sumado a la desafecci¨®n pol¨ªtica que muestran las previsiones de participaci¨®n. Aseguran que es preferible una victoria holgada, pero temen que el hundimiento del PSOE lleve aparejado un trasvase hacia la calle y al margen de los partidos tradicionales de la labor de oposici¨®n a un pr¨®ximo Gobierno del PP.
Prefieren la oposici¨®n institucional y parlamentaria de un PSOE debilitado, que la protesta en la calle que ha anticipado el Movimiento del 15-M y que, previsiblemente, puede volver a protagonizar la campa?a electoral de las generales, como ya ocurri¨® con las municipales. Para un Gobierno del PP ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de gestionar una confrontaci¨®n social en la calle, con el PSOE deslegitimado y sin apoyos ni liderazgo pol¨ªtico, que para uno de izquierdas y el sondeo de Metroscopia apunta precisamente a eso, porque los socialistas pueden estar marcando un nuevo suelo electoral.
El sondeo no est¨¢ territorializado y, por tanto, es imposible hacer la atribuci¨®n exacta de esca?os, pero permite deducir que el PP podr¨ªa llegar a superar los 185 esca?os, 10 m¨¢s de la mayor¨ªa absoluta, mientras que el PSOE estar¨ªa por debajo de los 125 de la debacle de Joaqu¨ªn Almunia en 2000. Esa previsi¨®n electoral se agrava porque el candidato socialista, en cuyas espaldas recae la dif¨ªcil tarea de atenuar el desgaste del Gobierno socialista, empieza a recibir las valoraciones negativas que antes sufr¨ªa Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Rubalcaba no ha podido poner distancia del presidente del Gobierno y se ve afectado por su mala valoraci¨®n. Los estereotipos negativos que antes reca¨ªan sobre Zapatero, como la improvisaci¨®n y la falta de confianza, los absorbe ahora Rubalcaba, sin posibilidad alguna de que su imagen y su discurso sean un acicate de movilizaci¨®n electoral.
As¨ª, hace un poco m¨¢s de un mes, en el anterior sondeo, un 53% de los votantes socialistas dec¨ªa que Rubalcaba ten¨ªa un plan claro, mientras que ahora eso solo lo sostiene el 37% y hasta el 56% asegura que improvisa.
Rajoy mantiene una ventaja de 14,1 puntos, sin cambios en la precampa?a
El l¨ªder del PSOE mantiene una mejor valoraci¨®n que su oponente, pero Rajoy gana en lo esencial: las preguntas referidas a c¨®mo gestionar la crisis y, sobre todo, en respaldo entre los propios electores. El candidato del PP est¨¢, para el 42%, mejor capacitado para hacer frente a los mercados y manejar sus exigencias, mientras que ese porcentaje es del 30% en el caso de Rubalcaba. Los dos est¨¢n empatados en la pregunta concreta sobre la capacidad para hacer frente a la crisis, lo que s¨ª supone una ligera mejora de Rubalcaba con respecto a la encuesta de hace un mes.
El socialista logr¨® en agosto, en el primer tramo de la precampa?a, marcar la agenda pol¨ªtica, pero la reforma de la Constituci¨®n quebr¨® esa tendencia, sin que le haya permitido apenas poner distancia con la imagen gastada de Zapatero. Su valoraci¨®n es mejor que la de Rajoy porque tiene buena imagen entre ciudadanos que no votar¨¢n al PSOE, mientras que al del PP solo le ven con buenos ojos los votantes populares. De hecho, es mejor la valoraci¨®n del Rajoy entre los votantes del PP que la de Rubalcaba entre los del PSOE.
Tiene mucho que ver con eso la extraordinaria movilizaci¨®n y euforia de los del PP, frente al pesimismo de los del PSOE que dan casi por perdidas las elecciones y dan muestras de cierto desistimiento. Por ejemplo, el 81% de los votantes del PSOE da por hecha la victoria del PP; el 63% considera que hagan lo que hagan todo est¨¢ perdido y solo el 65% de ellos prefiere una victoria socialista. Dicho de otra forma, al 35% de los votantes del PSOE le da lo mismo que gane el PP.
La participaci¨®n ser¨¢ cinco puntos menor que la de 2008, como en 2000
Esa desidia hace previsible una participaci¨®n electoral baja, por la tendencia a la abstenci¨®n de los votantes socialistas. Seg¨²n Metroscopia, esa participaci¨®n podr¨ªa ser del 70%, cinco puntos por debajo de la de 2008 y similar a la de las elecciones de 2000, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar logr¨® una mayor¨ªa absoluta holgada, con una ventaja de 10 puntos. La ventaja estimada ahora es de 14 puntos, con el agravante de las dificultades para el PSOE en las dos comunidades que m¨¢s peso en esca?os tienen: Catalu?a y, sobre todo, Andaluc¨ªa.
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