Rajoy evita hablar de los etarras hasta que anuncien su cese definitivo
El presidente del PP permite un doble juego con los ¡®duros¡¯ de su partido
Mariano Rajoy considera que la crisis y los cinco millones de parados favorecen su camino a La Moncloa. Por eso, el presidente del PP quiere rebajar el diapas¨®n en todo lo concerniente al final de ETA y ayer mostr¨® en su visita al Pa¨ªs Vasco uno de sus perfiles dial¨¦cticos m¨¢s bajos de los ¨²ltimos tiempos en esta materia. Y ello pese al intento de la derecha pol¨ªtica y medi¨¢tica m¨¢s dura por reverdecer el ataque al PSE usando como arietes a la banda y, ahora, a la autodenominada conferencia internacional de paz de San Sebasti¨¢n.
Los populares est¨¢n convencidos de que los espa?oles dan por hecho el final de ETA, a la que han apartado ya de sus preocupaciones, como demuestran las principales encuestas: apenas el 3,7% de los espa?oles citan el terrorismo como el principal problema de Espa?a, mientras que el paro es lo que m¨¢s preocupa a casi el 80%. El di¨¢logo con ETA no es citado como problema.
Har¨¦ una valoraci¨®n cuando exista, si existe, un comunicado de ETA diciendo que abandona de manera definitiva e incondicional su actividad criminal¡±
Rajoy pudo comprobarlo ayer en el propio Pa¨ªs Vasco y entre un colectivo tan sensible en esta materia como el empresariado. El l¨ªder popular almorz¨® en Bilbao a puerta cerrada con parte de lo m¨¢s granado del mundo econ¨®mico, industrial y financiero vasco y ninguna de la veintena larga de preguntas que se le formularon vers¨® sobre ETA, seg¨²n varios asistentes.
La casualidad hizo que Rajoy, cuya visita estaba prevista hace semanas, viajase a Euskadi al d¨ªa siguiente de la celebraci¨®n de la conferencia, cuya declaraci¨®n final exige a ETA el cese definitivo de la ¡°actividad armada¡±, al tiempo que apunta a la celebraci¨®n de una mesa de partidos y una consulta popular. Nadie hubiese entendido que no se pronunciase al respecto estando en Euskadi, pero evit¨® hacerlo en su intervenci¨®n matinal durante una visita a una planta del grupo Gestamp de automoci¨®n en Abadi?o (Bizkaia), dando pie, eso s¨ª, a que fuesen los periodistas quienes le preguntasen. Y, sin entrar en el resultado del foro donostiarra, se limit¨® a asegurar que no iba a ¡°contribuir a la ceremonia de la confusi¨®n¡± de estos d¨ªas, ¡°porque no tiene sentido¡±.
¡°Har¨¦ una valoraci¨®n cuando exista, si existe, un comunicado de ETA diciendo que abandona de manera definitiva e incondicional su actividad criminal. Hasta entonces no tiene sentido entrar en esas cosas que hemos visto¡±, a?adi¨® en alusi¨®n a la conferencia.
El l¨ªder evita criticar mientras Pons dice que el PSE ¡°hace el caldo gordo a ETA¡±
Y se remiti¨® a las palabras del d¨ªa anterior de Antonio Basagoiti, ratificando el peso cada vez mayor que tienen las opiniones del presidente del PP vasco sobre ETA y el final de la violencia. Basagoiti tild¨® la declaraci¨®n final de la conferencia de ¡°inaceptable para cualquier dem¨®crata¡±.
Rajoy dej¨® un aviso para navegantes a poco m¨¢s de un mes de que pueda llegar a La Moncloa: ¡°Desde la ley, desde el Estado de derecho y desde la fuerza de la democracia se puede derrotar tambi¨¦n a una organizaci¨®n terrorista¡±.
Mientras mantiene un perfil bajo en este asunto, el l¨ªder del PP permite un doble juego en su partido. Es una estrategia que a Rajoy le encanta: deja que algunos dirigentes muestren el lado m¨¢s duro del PP, de manera que contenta a una parte de su electorado y, a la vez, refuerza su imagen de moderado. Por eso el l¨ªder no desautoriza los tonos m¨¢s extremos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, deja que su portavoz, Esteban Gonz¨¢lez Pons, diga que los mediadores ¡°no tienen ni pu?etera idea¡± o acuse al PSE de ¡°hacer el caldo gordo a ETA¡± y permite que Jaime Mayor, recuperado ya de su accidente en bicicleta en agosto, insistiera ayer en que ¡°todo esto es una hoja de ruta, todo est¨¢ pactado entre ETA y el Gobierno¡±.
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