¡°Jes¨²s, Rodolfo¡ hoy todos somos hermanos¡±
L¨®pez subraya la unidad del PSE en un mitin convertido en homenaje a las v¨ªctimas
Ayer los socialistas vascos lloraron. Pero lloraron de alegr¨ªa y tambi¨¦n por la rabia contenida desde hace m¨¢s de 40 a?os ¡ªlos que ETA llevaba matando¡ª, por los compa?eros de partido que no han podido vivir el final del terror y por las m¨¢s de 800 v¨ªctimas de la banda. El acto que celebr¨® el PSE en el Kursaal de San Sebasti¨¢n no fue un mitin m¨¢s: el emotivo discurso del lehendakari, Patxi L¨®pez; del ministro de Interior que ha acosado a los terroristas en los ¨²ltimos a?os y hoy candidato a la presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y del cabeza de lista del PSE por Guip¨²zcoa, Od¨®n Elorza, construyeron un sentido homenaje, en el que L¨®pez subray¨® la cohesi¨®n del PSE, ¡°una sola voz¡± con la que encarar el futuro de Euskadi. ¡°Jes¨²s [Eguiguren], Rodolfo [Ares]... hoy todos somos hermanos y eso nadie lo podr¨¢ quebrar¡±, subray¨® el lehendakari, tras las pol¨¦micas que va vivido el partido en los ¨²ltimos tiempos, centradas precisamente en las actitudes y declaraciones del presidente del PSE, Eguiguren.
Los discursos de los tres estuvieron acompasados por los incontables aplausos del auditorio, ojos empa?ados y nudos en la garganta. Pero la primera gran ovaci¨®n de los presentes, entre ellos familiares de socialistas asesinados como Isa¨ªas Carrasco, Froil¨¢n Elespe o Enrique Casas, fue preccisamente para Eguiguren.
Luego les toc¨® el turno a L¨®pez y Rubalcaba, quienes tras recorrer las escaleras que bajaban en el escenario se fundieron en un abrazo con Eguiguren y Ares.
El presidente del PSE, el hombre que mientras los Gobiernos vascos y central enarbolaban la bandera de la tolerancia cero hacia los violentos y su entorno ejerc¨ªa muchas veces de verso suelto, se vio ayer reconfortado por las palabras y gestos de, primero, L¨®pez, luego Rubalcaba y por ¨²ltimo de la militancia. ¡°A veces, despu¨¦s de tanto luchar, de tanto soportar injusticias, insultos e incomprensi¨®n, a veces podemos decir lo que ni pensamos, ni lo que queremos¡±, le ech¨® L¨®pez un capote desde el atril a Eguiguren.
"Cuando les he abrazado ha sido uno de los momentos m¨¢s emocionantes de mi vida"
¡°Hemos pasado muy malos momentos los cuatro juntos, los cinco con Jos¨¦ Luis [Rodr¨ªguez Zapatero]. Cuando les he abrazado ha sido uno de los momentos m¨¢s emocionantes de mi vida¡±, confes¨® Rubalcaba, el ¨²ltimo en intervenir.
El llanto del lehendakari
L¨®pez, af¨®nico, no pudo reprimir las l¨¢grimas cuando fue desgranando los nombres de los socialistas vascos asesinados: ¡°Vicente Gajate, Germ¨¢n Gonz¨¢lez, Enrique Casas, Fernando Buesa, Fernando M¨²gica¡¡±. Entonces el auditorio rompi¨® a aplaudir, ahogando las palabras del lehendakari, quien intentaba hacerse o¨ªr. ¡°Conozco la desaz¨®n y el desamparo que hab¨¦is vivido con una esperanza permanente acosada por la amenaza del terror¡±, subray¨® L¨®pez, dirigi¨¦ndose a sus correligionarios. ¡°He estado con vosotros en los funerales, en las casas del pueblo quemadas, en vuestras casas atacadas. Hemos vivido demasiados d¨ªas as¨ª¡±, continu¨® el lehendakari para reivindicar, que la democracia ¡°no debe nada a ETA, ni nada les vamos a pagar¡±, idea que minutos antes repiti¨® Rubalcaba.
L¨®pez ofici¨® de secretario general del PSE para felicitar a su partido por el trabajo hecho, por el n¨²mero de veces que los socialistas se han puesto de pie tras la amenaza de ETA. Lo hizo un d¨ªa despu¨¦s de que, como lehendakari, recuperase en Vitoria la iniciativa pol¨ªtica planteando abrir una ronda de contactos con los partidos vascos, Bildu incluida, para acordar los pasos que deben darse en el futuro.
En primera fila, tambi¨¦n emocionado, segu¨ªa las palabras de L¨®pez el candidato socialista a La Moncloa. El exministro de Interior que ha vivido la agon¨ªa de ETA, que ha empujado a los violentos a su extinci¨®n, recuper¨® una antigua frase suya. ¡°Les hemos quitado las bombas¡±, asegur¨®; ahora es el turno ¡°de quitarles los votos con la fuerza de la democracia¡±, ahondando en la premisa de que la batalla que se debe librar ahora en Euskadi es la de la historia y la memoria. Rubalcaba quiso agradecer en su nombre propio y en el de todos los socialistas a sus correligionarios de Euskadi su lucha y ¡°victoria¡± contra el terror. ¡°Si en algo he contribuido a esta emoci¨®n, doy por buena toda mi vida pol¨ªtica¡±, concluy¨®.
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