La campa?a mira a Europa

La pol¨ªtica europea no ha estado casi nunca en la agenda del debate partidista en Espa?a. En las ¨²ltimas elecciones europeas, en 2009, la participaci¨®n fue del 43%, muy lejos del 78% que se alcanza en unas generales. Y los asuntos europeos casi siempre quedan fuera de los grandes focos, tanto que la mayor¨ªa de los eurodiputados son desconocidos. Pero la crisis ha trastocado tambi¨¦n eso, y por primera vez desde los ochenta, la campa?a espa?ola arranca con un cruce entre los principales candidatos sobre la forma en la que la Uni¨®n Europea est¨¢ afrontando la crisis. Casi todos introdujeron ayer este elemento en sus discursos.

El principal interesado en este debate, que confronta el modelo de EE UU ¡ªgobernado por los dem¨®cratas¡ª y el de Europa ¡ªdominada por el centroderecha¡ª y por tanto colocar¨ªa la campa?a en un plano derecha-izquierda parece ser el socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, que ayer dedic¨® a este asunto buena parte de su mitin en Canarias.

El PP ha intentado durante mucho tiempo que el debate se quedara en Espa?a, en la gesti¨®n de Zapatero, en las particularidades patrias de la crisis, en especial el paro, en el que Espa?a dobla la media UE y ostenta un dram¨¢tico r¨¦cord absoluto. Pero ante la evidencia de que las grandes decisiones de la crisis se toman en Bruselas, Mariano Rajoy tambi¨¦n ha decidido incorporar este asunto en su campa?a, aunque en un sentido bien diferente: para criticar la debilidad del Gobierno del PSOE a la hora de defender los intereses espa?oles.

Rubalcaba, que estuvo en el Gobierno del PSOE hasta julio, fue muy duro con la gesti¨®n de la crisis griega de los principales Ejecutivos del euro, en especial con Alemania. ¡°Llevamos a?o y medio mareando la perdiz con el problema de Grecia y que hoy estamos pagando mucho m¨¢s de lo que hubi¨¦ramos pagado si se hubieran arreglado las cosas de cara y se hubiera dicho la verdad¡±.

Pero sobre todo incidi¨® en una idea: es necesario que los pa¨ªses que est¨¢n en mejor situaci¨®n sean solidarios y dejen de apostar solo por la austeridad. ¡°La econom¨ªa europea est¨¢ parada. Con la austeridad solo no vale para salir de la crisis. Es posible que tengamos que adelgazar pero hay curas de adelgazamiento que cuando se convierten en excesivas llevan a la anemia y un an¨¦mico no puede seguir adelgazando. Hacen falta pol¨ªtica de crecimiento para crear empleo. Y hay que decirle al BCE que el problema de Europa no es la inflaci¨®n, sino que hay muchas personas que no tienen trabajo. Hay que bajar los tipos de inter¨¦s¡±.

Mucho menos concreto fue Rajoy en A Coru?a. Tambi¨¦n admiti¨® la importancia de las decisiones europeas, pero lo ve desde otra ¨®ptica. El l¨ªder del PP, como sus socios europeos, s¨ª defiende la austeridad como pol¨ªtica para salir de la crisis. Y critica a Rubalcaba por no respaldarla. ¡°A algunos no les gusta la austeridad, a m¨ª s¨ª¡±. Pero sobre todo lanza un mensaje sin concretar propuestas: ¨¦l pondr¨¢ en el Gobierno gente ¡°seria¡± que sepa negociar en Bruselas ¡°como lo hicieron en el pasado Loyola de Palacio y Miguel Arias Ca?ete¡±, este ¨²ltimo amigo suyo y ministrable de nuevo. Para Rajoy, el problema no es la austeridad, sino la poca fuerza del Gobierno espa?ol a la hora de negociar la recapitalizaci¨®n de los bancos. Rajoy se declar¨® ¡°muy decepcionado¡± con el acuerdo porque cree que dificultar¨¢ la recuperaci¨®n.

Entre los dem¨¢s candidatos, el eje izquierda-derecha sobre el debate europeo funcion¨® r¨¢pidamente en el ¨²ltimo s¨¢bado antes de empezar oficialmente la campa?a. Mientras Josep Antoni Duran (CiU) ped¨ªa crear un ¡°banco malo¡± para llevar all¨ª los activos t¨®xicos y salvar a la banca, y criticaba como Rajoy la debilidad del Gobierno para defender los intereses espa?oles, el candidato de ICV-EUiA, Joan Coscubiela, asegur¨® que ¡°ya hay suficientes evidencias de que no habr¨¢ salida de la crisis si se mantienen los recortes¡±, y plante¨® que algunos dirigentes europeos, y en especial el gobernador del Banco de Espa?a, deber¨ªan ser juzgados por su gesti¨®n de la crisis como ha sucedido en Islandia.