La desahuciada estaba ingresada en el hospital
Desalojan en Madrid al tercer intento a una anciana de 84 a?os y a su hijo discapacitado
Un amplio dispositivo policial acompa?¨® ayer a primera hora de la ma?ana a la comisi¨®n judicial en su tercer intento por desahuciar a Victoria Sanz, una mujer de 84 a?os que padece un c¨¢ncer terminal, y a su hijo, de 54 a?os y con una discapacidad del 41%, Antonio Quiroja.
La mujer viv¨ªa desde 1945 en el piso, que alquila en r¨¦gimen de renta antigua, situado en el barrio de Malasa?a y por el que deben 20 cuotas, unos 5.000 euros, a la inmobiliaria Prado Norte. La anciana, que est¨¢ ingresada en el hospital desde hace una semana por insuficiencia card¨ªaca y respiratoria, no estaba presente ayer durante el desahucio, pero s¨ª su hijo, que vende cupones de la ONCE en el barrio de Quintana.
En los otros dos intentos de desalojo ¡ªel pasado 19 de julio y el 12 de septiembre¡ª, decenas de simpatizantes del movimiento 15-M hab¨ªan acudido en su apoyo, logrando paralizarlos. Es esta tercera ocasi¨®n, sin embargo, los abogados de la familia han decidido no convocar a los indignados. ¡°Sab¨ªamos que esta vez la instrucci¨®n era acometer el desahucio por fuerza mayor y no hemos querido empeorar las cosas, porque les iban a apalear¡±, dice el abogado de los afectados, Alberto Mart¨ªn, de la asesor¨ªa Asymeco (abogados de la Uni¨®n de trabajadores de la ONCE). ¡°Adem¨¢s, estando Victoria ingresada, ten¨ªamos la esperanza de que el juzgado suspendiera el desahucio. No lo han hecho y me parece un absoluto atropello¡±.
Sanz cobra una pensi¨®n de viudedad de 900 euros. Hace meses, cuando fue alertada del primer desahucio se ofreci¨® a pagar lo que debe, m¨¢s un a?o de renta por adelantado o a cambiar el contrato de alquiler a uno nuevo, seg¨²n ha informado en otras ocasiones. Su abogado asegura que ha intentado ponerse al corriente de los pagos pero que la promotora se ha negado, siendo su objetivo echarlos para subir el alquiler, que ahora es de 250 euros.
En julio, los indignados (convocados por la asamblea del barrio de Malasa?a surgida del 15-M) lograron frenar in extremis el desalojo, que fue paralizado ¡°por cuestiones de orden p¨²blico¡±. En septiembre, se volvi¨® a frenar, esta vez por ¡°motivos humanitarios¡±, ya que el Samur social, que tambi¨¦n acudi¨® al desalojo, solo garantizaba para Victoria y su hijo tres d¨ªas de estancia en un albergue.
Por ahora, Antonio se va a ir a vivir a casa de una amiga, explica su abogado. ¡°La duda es qu¨¦ va a pasar cuando Victoria salga del hospital¡±, se duele.
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