Rajoy supera hasta la marca de Aznar
Rajoy supera la marca de Aznar con 186 esca?os por el hundimiento del PSOE (110) Rubalcaba se queda por debajo del registro m¨¢s pobre de los socialistas desde 1977 IU quintuplica sus esca?os y Amaiur tendr¨¢ grupo, con m¨¢s diputados que PNV
La peor crisis econ¨®mica de la democracia y la fracasada gesti¨®n del Gobierno socialista, que arranc¨® la legislatura con dos millones de parados y la termina con cinco, ha dado la mayor¨ªa absoluta al PP para gestionar con manos libres la salida del pozo en medio del vendaval. El nuevo presidente, Mariano Rajoy, gobernar¨¢ con el apoyo de sus 186 diputados (por encima del mejor resultado en esca?os del PP de Aznar en 2000) frente a los escasos 110 diputados del PSOE, su peor resultado de la reciente etapa democr¨¢tica.
En su primera comparecencia tras conocer la aplastante victoria, Rajoy ha mostrado una euforia contenida ante las miles de personas que se han acercado a la sede del partido en Madrid para celebrar los resultados. "Gobernar¨¦ sin sectarismo. Nadie tiene que sentir inquietud", ha advertido. Con la promesa de ponerse a trabajar desde ma?ana para situar a Espa?a "a la cabeza de Europa", Rajoy ha admitido que, ante la delicada situaci¨®n financiera, no puede prometer "milagros" y ha invitado a todos, sus votantes y no votantes, a participar del cambio.
Esta contundente victoria ¡ªhasta hoy solo se hab¨ªan registrado tres mayor¨ªas absolutas en diez elecciones generales¡ª deja al PP con un poder omn¨ªmodo en Espa?a. Gobernar¨¢ en la Administraci¨®n central sin necesidad de alianzas; ya manda en 11 de las 17 comunidades y en la mitad de los Ayuntamientos. El hundimiento del PSOE, que ha ca¨ªdo 13 puntos en apoyo electoral (del 43% ha pasado a menos del 30%), ha impulsado la mayor¨ªa absoluta del PP (44%, casi cinco puntos m¨¢s que en 2008).
Rodeado de algunos de sus fieles, Rubalcaba ha admitido esta noche la derrota socialista: "Hemos perdido claramente las elecciones". Al filo de las 22.30, y despu¨¦s de la llamada de rigor al vencedor, el socialista ha comparecido en la sede del partido de la calle Ferraz para anunciar que ha propuesto al secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, la convocatoria de un congreso ordinario para gestionar el futuro del partido tras la debacle.
Diez millones de espa?oles han dado hoy su confianza a Rajoy, de 56 a?os, registrador de la propiedad y pol¨ªtico profesional desde los 26. En sus 30 a?os de experiencia en la gesti¨®n p¨²blica ha sido, adem¨¢s de presidente de Diputaci¨®n (Pontevedra, 1983-1986) y vicepresidente de la Xunta de Galicia (1986-1987), ministro de Administraci¨®n Territorial, de Educaci¨®n, de Interior, de Presidencia, Portavoz y Vicepresidente del Gobierno entre 1996 y 2003. Es la misma persona que fracas¨® dos veces consecutivas en las dos anteriores elecciones generales y que resisti¨® las embestidas internas en su partido, donde hab¨ªa sectores que desconfiaron de Rajoy a ra¨ªz de la segunda decepci¨®n, en 2008. Su perseverancia y la coyuntura econ¨®mica le han llevado en volandas hasta un ¨¦xito completo para su partido.
El l¨ªder del PP ha llegado a lo m¨¢s alto con un discurso plano cargado de propuestas ambiguas basadas en un programa intencionadamente indefinido que ahora deber¨¢ concretar. Los primeros d¨ªas de Rajoy al mando del Gobierno, a partir de la segunda quincena de diciembre si no hay un adelanto pactado con los socialistas, ser¨¢n especialmente intensos y complejos. Con la solvencia de Espa?a bajo m¨ªnimos y los mercados reclamando m¨¢s recortes de gasto p¨²blico, el l¨ªder del PP deber¨¢ resolver en dos semanas la subida de 8,5 millones de pensiones; decidir los salarios de 3,1 millones de funcionarios (recortados y congelados desde hace a?o y medio) y, con algo m¨¢s de tiempo pero no mucho, d¨®nde meter la tijera para ahorrar al menos 16.000 millones de euros el pr¨®ximo a?o para reducir el d¨¦ficit al 4,4% y cumplir as¨ª los compromisos con Europa. Ser¨¢n sus principales deberes nada m¨¢s sentarse en el sill¨®n de presidente del Consejo de Ministros.
La primera vez que el PP accedi¨® al Gobierno de la naci¨®n, en 1996, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar prometi¨® en su investidura rebajar en un a?o el d¨¦ficit al 3% (entonces estaba en el 4,4%) para cumplir con los criterios de convergencia europea. A Rajoy le toca ahora una asignatura parecida, pero mucho m¨¢s dif¨ªcil.
Su adversario, el socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, tiene ante s¨ª un futuro incierto por un resultado que supone la derrota m¨¢s grave en la historia del PSOE. Los dirigentes socialistas que vaticinaban una crisis mayor si Rubalcaba no superaba los 120 diputados ya tienen el resultado para seguir elucubrando sobre una guerra abierta por el liderazgo del partido.
Toda la estrategia socialista de reclamar el voto ¨²til de la izquierda para el PSOE, o de machacar que la vuelta del PP al poder pon¨ªa el peligro el poder adquisitivo de las pensiones, las prestaciones por desempleo o los derechos civiles, ha sido in¨²til. El incesante aumento del desempleo durante tres a?os hasta llegar a los cinco millones de ciudadanos en paro fue una losa demasiado pesada para el socialismo. El batacazo del pasado mes de mayo en las elecciones municipales y auton¨®micas, donde el PSOE perdi¨® todo su poder regional y buena parte del local a manos del PP, era el preaviso de la debacle del 20-N.
El ¨²ltimo mensaje del candidato socialista, que pidi¨® en los m¨ªtines de final de campa?a a los espa?oles que no pusieran en manos del PP el ¡°poder total¡± tampoco parece haber calado entre el electorado.
Durante al menos los pr¨®ximos tres a?os, Espa?a ser¨¢ casi monopartidista. En Catalu?a, el Gobierno de CiU se apoya hasta ahora en el PP para aprobar sus propuestas. En Euskadi, el socialista Patxi L¨®pez gobierna gracias a los votos del PP.
El ¨²nico contrapeso, Andaluc¨ªa, parece muy ef¨ªmero. Las encuestas apuntan un nuevo ¨¦xito del PP en las pr¨®ximas elecciones de marzo, en la ¨²nica comunidad que no ha cambiado de color pol¨ªtico en la actual etapa democr¨¢tica. En las elecciones del 20-N, el PSOE ya ha sufrido un duro varapalo al perder 11 esca?os y pasar a segunda fuerza.
La debacle socialista ha servido para que Izquierda Unida levante cabeza tras 15 a?os de permanente recesi¨®n, hasta el punto de que UPyD, el partido de Rosa D¨ªez, se atrevi¨® a disputarle la tercera posici¨®n en las elecciones municipales y auton¨®micas de mayo. Esa disputa ha terminado hoy. La coalici¨®n, con casi el 7% de votos (el doble que en las ¨²ltimas elecciones) levanta cabeza en una situaci¨®n catastr¨®fica para la izquierda: su influencia en el Congreso ser¨¢ nula pese a que quintuplicar¨¢ el n¨²mero de diputados (de dos a 11). La candidatura de Rosa D¨ªez, por su parte, tambi¨¦n ha conseguido su objetivo al lograr cinco diputados.
El voto en Euskadi cambia todo el mapa vasco en el Congreso por la irrupci¨®n de la izquierda abertzale, que llevaba ausente de unas elecciones generales desde 1996 y que ahora podr¨¢ formar grupo propio con los siete diputados de Amaiur, el combinado de Aralar (que se escindi¨® de Batasuna y condena la violencia terrorista desde 2001) y Bildu (la vieja Batasuna en coalici¨®n con Eusko Alkartasuna y Alternatiba). En el Pa¨ªs Vasco, la fuerza m¨¢s votada ha sido el PNV. Si las declaraciones de alto el fuego de ETA supon¨ªan un aumento electoral de la izquierda abertzale, el anuncio del fin definitivo de la actividad armada ha confirmado esta tendencia con creces. El discurso independentista radical vuelve as¨ª al Congreso de los Diputados.
A Rajoy solo le pueden molestar en su primer mandato dos territorios con reivindicaciones que pueden tensionar la situaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a y poner en dificultades al Gobierno central.
Desde Catalu?a, el Ejecutivo de Artur Mas presiona para modificar la normativa sobre financiaci¨®n auton¨®mica de manera que reciba mucho m¨¢s dinero que ahora, lo que denominan el pacto fiscal con el Estado.
En Euskadi, PNV y Bildu resucitar¨¢n las reivindicaciones soberanistas que el ex lehendakari Ibarretxe llev¨® hace seis a?os, sin ¨¦xito, al Congreso de los Diputados.
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