Artur Mas reacciona

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunci¨® ayer que los Presupuestos auton¨®micos de 2012 incluir¨¢n un paquete de medidas recaudatorias y un severo recorte del gasto p¨²blico en Catalu?a, el segundo desde que CiU regres¨® al poder. Mas se ha servido de los buenos resultados electorales de su partido como ocasi¨®n m¨¢s propicia para anunciar medidas econ¨®micas a la altura de la gravedad de la crisis. Era lo que ten¨ªa que hacer y ha demostrado la agilidad y la determinaci¨®n que se espera de los Gobiernos ante una situaci¨®n excepcional como la que se vive.

La rapidez de la respuesta de Mas contrasta con el silencio de Mariano Rajoy, aunque, naturalmente, la situaci¨®n institucional de ambos es muy distinta. Rajoy puede escudarse en que, aunque en funciones, la tarea de Gobierno sigue siendo responsabilidad de Rodr¨ªguez Zapatero. Pero las amenazas sobre la econom¨ªa espa?ola exigen acompa?ar con iniciativas pol¨ªticas las previsiones constitucionales para la transmisi¨®n de poderes. Un Ejecutivo saliente no est¨¢ en condiciones de transmitir los mensajes necesarios para mitigar las crecientes tensiones sobre la deuda espa?ola; s¨ª lo est¨¢, en cambio, quien ser¨¢ presidente de Gobierno en el plazo de unas semanas; pocas en circunstancias normales y una eternidad a la luz del comportamiento de la prima de riesgo y de las Bolsas.

Mas ha anunciado que subir¨¢ los impuestos, poniendo fin a la irresponsabilidad con la que las fuerzas pol¨ªticas abordaron los asuntos fiscales antes de la crisis y el electoralismo con el que hicieron promesas irrealizables durante la campa?a. No es momento de experimentos para aumentar la recaudaci¨®n por la v¨ªa de rebajar la presi¨®n fiscal, sino de que las Administraciones reclamen a los ciudadanos una contribuci¨®n equitativa al esfuerzo colectivo. Como ha podido advertir la propia CiU, esa reclamaci¨®n no conlleva necesariamente un castigo electoral; que s¨ª se produce cuando los ciudadanos perciben que no es equitativo. Por esa misma raz¨®n, la lucha contra el fraude fiscal resulta prioritaria.

Mas ha anunciado tambi¨¦n un nuevo recorte salarial para altos cargos y funcionarios, adem¨¢s de la introducci¨®n de alguna f¨®rmula de copago en el servicio sanitario con un objetivo m¨¢s disuasorio de los excesos que recaudatorio. CiU no solo no contemplaba esta opci¨®n en su programa electoral, sino que Mas la rechaz¨® expresamente durante la campa?a. Si se aprueban los nuevos Presupuestos de la Generalitat, para los que CiU precisa los votos del PP, Catalu?a ser¨¢ la primera comunidad en establecer el copago. El eventual apoyo del PP hace pensar que podr¨ªa generalizarse en el resto de las autonom¨ªas.

La urgencia de estas medidas de austeridad, cuyas razones han entendido los ciudadanos catalanes a juzgar por los resultados electorales, hac¨ªan innecesario que Mas tratara ayer de justificarlas por la ausencia de un pacto fiscal con el Estado central. Signifique lo que signifique esa f¨®rmula, Mas sabe que no ser¨ªa nunca una alternativa a las decisiones que ha adoptado.