Pepote Ballester, amigo de Urdangarin, dio al juez las claves contra el duque

Jos¨¦ Luis Pepote Ballester, ex director general de Deportes del Gobierno de Jaume Matas y amigo de I?aki Urdangarin, pact¨® con la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n un acuerdo de colaboraci¨®n con la Justicia, una confesi¨®n de hechos, citas, personajes y firmas que le supondr¨¢ tener compensaciones penales. Pepote est¨¢ imputado en varias piezas del caso Palma Arena. El relato pormenorizado que hizo el regatista y campe¨®n ol¨ªmpico de vela sobre las supuestas irregularidades en los contratos de N¨®os, por 2,3 millones, con fechas, reuniones, qui¨¦n decid¨ªa, c¨®mo se hizo y lo que no se realiz¨®, perjudica a los principales imputados. Ballester era amigo de Matas, de Urdangar¨ªn, de las Infantas y del propio Pr¨ªncipe Felipe y su confesi¨®n acab¨® de atar los cabos para llegar a la imputaci¨®n del duque de Palma, seg¨²n figura en el sumario del caso, al que ha tenido acceso EL PA?S.

Ballester y el duque se pelearon por el cobro de una factura de 100.000 euros

El juez Jos¨¦ Castro acudi¨®, de manera excepcional, a tomar declaraci¨®n a un imputado en la sede de la Fiscal¨ªa en Palma. Una discreci¨®n obligada para cerrar una decisi¨®n largamente meditada, negociada por el afectado. Pepote, el jueves 15 de diciembre, declar¨® al atardecer para evitar los ojos de periodistas y el barullo de la sede de los juzgados. El fiscal Pedro Horrach abord¨® esta confesi¨®n de arrepentido con sus abogados.

Oro ol¨ªmpico de vela, Ballester apareci¨® como un n¨¢ufrago en las portadas de todos los peri¨®dicos, esposado, al estallar en agosto de 2008 el esc¨¢ndalo del caso Palma Arena.

El ex presidente Jaume Matas fich¨® en 2003 a Pepote ¡ªque no es del PP¡ª por su relieve y prestigio tras triunfar en los juegos ol¨ªmpicos de 1996 y por tener una relaci¨®n de confianza con las infantas Cristina y Elena y, de manera especial, con el Pr¨ªncipe Felipe, con quien regate¨®. En 1985, seg¨²n dice Pepote en su declaraci¨®n, coincidi¨® con I?aki Urdangarin en la Residencia Blume de Barcelona, para deportistas de ¨¦lite, y se hicieron amigos.

La excelente relaci¨®n acab¨® mal. Y desde luego ahora no se arreglar¨¢. Pepote era conocido en determinados c¨ªrculos como ¡°I?aki-me-ha-dicho¡±, lo que le identificaba como un emisario y un conseguidor de contratos de los Gobiernos auton¨®micos para el duque de Palma. Hay un correo electr¨®nico en la causa que as¨ª lo evidencia. Ambos no se han vuelto hablar desde 2007.

Ese a?o se pelearon a ra¨ªz de las exigencias del duque de Palma a Pepote para cobrar la ¨²ltima factura, de m¨¢s de 100.000 euros, de los F¨®rum Illes Balears que organizaron las empresas del duque y su socio. Ballester dice que no estaba justificado el cobro por haberse incumplido lo convenido y que Urdangarin no deb¨ªa ser el interlocutor porque no figuraba en N¨®os desde junio de 2006, fecha en que fue formalmente apartado de dicho instituto sin ¨¢nimo de lucro.

Urdargar¨ªn cobr¨® 300.000 euros de comisi¨®n por la venta del equipo ciclista de Baleares

Pepote ha dado p¨¢bulo al relato construido por los fiscales y el juez. Adem¨¢s de desvelar que la primera cita del yerno del Rey con Matas y ¨¦l para tratar de negocios tuvo lugar en el mismo palacio de Marivent (residencia de verano de los Reyes en Palma de Mallorca), Ballester ha indicado que Urdangarin marc¨® la relaci¨®n contractual con Baleares ¡ªque Matas la acept¨® sin dudar¡ª y ha explicado que el duque fij¨® en 300.000 euros lo que deb¨ªa cobrar ¨¦l por la venta del equipo ciclista al Gobierno balear: por 18 millones.

Ballester, como responsable de la Fundaci¨®n Illesport del Gobierno balear, gestion¨® los grandes eventos en las islas: desde la obra del vel¨®dromo del Palma Arena a los torneos de tenis, pasando por los foros que montaba su amigo Urdangarin, que se organizaron por una oferta de ¨¦ste y con anuencia de Matas, sin ce?irse a los procedimientos administrativos. Con Ballester, otros altos cargos del Gobierno de Jaume Matas han ofrecido en Fiscal¨ªa versiones que desplazan hacia el presidente las responsabilidades en las presuntas irregularidades.