La c¨²pula del PP lanza en Sevilla la precampa?a andaluza

Mariano Rajoy ha dicho que el XVII congreso del PP, que se ha celebrado en Sevilla, ha sido el de Manuel Fraga, el presidente fundador, pero el gran protagonista ha sido Javier Arenas. Los populares han aprovechado un c¨®nclave en el que nada estaba en juego para lanzar su candidatura a la Junta andaluza, una instituci¨®n que se le ha resistido tres veces y que, seg¨²n las encuestas, en esta ocasi¨®n est¨¢ al alcance de la mano. Y se ha escenificado en la clausura del c¨®nclave, cuando tanto la intervenci¨®n de Arenas como la de Dolores de Cospedal o, el propio Rajoy, han pedido expresamente el voto: "Andaluc¨ªa necesita un cambio pol¨ªtico despu¨¦s de toda la vida de Gobierno socialista", ha defendido el presidente.

Ni siquiera ha ensombrecido este prop¨®sito ¨Cla glorificaci¨®n electoral de Arenas al un¨ªsono por los oradores¡ªque Dolores de Cospedal haya quedado como la gran ganadora del congreso, al conseguir que no exista la figura del coordinador como pretend¨ªan los barones. Arenas ha mantenido su puesto en la vicesecretar¨ªa de Pol¨ªtica Territorial (el ¨²nico freno internos a la secretaria general) y en las escenas finales de la clausura todos han sidos prolijos en elogios y lisonjas. Hasta lo empalagoso. Empezando por la propia Cospedal, que ha querido hacer ver, merced a un aluvi¨®n de piropos, su apoyo sin condiciones a la candidatura de Arenas, una empresa de la que, por cierto, nadie ha dudado que culminar¨¢ en victoria el pr¨®ximo 25 de marzo.

Andaluc¨ªa necesita un cambio pol¨ªtico despu¨¦s de toda la vida de Gobierno socialista" Mariano Rajoy

Es la cuarta vez que intenta alcanzar la presidencia de la Junta. Las expectativas son enormes con un PSOE hundido por la crisis, el abultado paro andaluz (1.200.000 personas) y el esc¨¢ndalo de los ERE. Aunque el dirigente andaluz ha estado hasta hace muy poco jugando a la baza de volver a la pol¨ªtica nacional, como hizo en 1996 cuando perdi¨® frente a Manuel Chaves contra pron¨®stico, ahora no hay vuelta atr¨¢s. Si se queda a las puertas de la mayor¨ªa absoluta, y PSOE e IU forman un Gobierno de coalici¨®n, el margen de maniobra es escaso. Arenas lo sabe. Est¨¢ convencido de que va a ganar, pero siempre queda la duda y el v¨¦rtigo.

En el XVII congreso del PP sobre todo lo que ha transmitido a los suyos es que ir de favoritos no significar haber llegado a la meta. Que no va a ser un paseo y no pueden relejarse en el ¨²ltimo momento, a¨²n m¨¢s con una multitud en la calle tronando por la reforma laboral y el negro futuro que ha pintado esta misma ma?ana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Arenas trata de suavizar, de matizar, y repite como un mantra que el di¨¢logo social no est¨¢ en absoluto muerto.

El PP nacional se ha comprometido con su causa. Desde el mismo Rajoy --que ha dicho que si le llaman los andaluces, nunca tendr¨¢n que hacerlo dos veces¡ªhasta el ¨²ltimo militante. El congreso ha sido su lanzamiento electoral y as¨ª se ha concebido. Si Arenas gana en Andaluc¨ªa, el poder del partido ser¨¢ casi absoluto.