La protesta crece, el Gobierno resiste

En el pa¨ªs del 23% de paro con 5,3 millones de desempleados, una reforma laboral impuesta por decreto que abarata el despido y unos recortes hist¨®ricos de gasto p¨²blico que anuncian m¨¢s pobreza, la octava huelga general de la democracia no paraliz¨® los principales servicios, aunque dej¨® al Gobierno de Mariano Rajoy un n¨ªtido mensaje de creciente malestar social contra sus medidas anticrisis. El Gobierno cifr¨® en 800.000 personas los participantes en las manifestaciones.

Un centenar de manifestaciones en las principales ciudades de toda Espa?a pusieron el colof¨®n al primer pulso serio de los sindicatos al Ejecutivo del PP cuando a¨²n no ha sobrepasado la frontera de los primeros cien d¨ªas de mandato.

En Madrid, donde los l¨ªderes sindicales encabezaron la marcha de protesta, a la que se unieron dirigentes de IU y del PSOE, se concentraron 170.000 personas entre la plaza de Neptuno y la puerta del Sol para gritar contra la reforma laboral. Se trata de la manifestaci¨®n que ha reunido a m¨¢s gente de las ¨²ltimas protestas convocadas por los sindicatos en la capital. Hubo casi el doble de personas que en la manifestaci¨®n con id¨¦ntico recorrido y por el mismo motivo tras la huelga general contra la reforma laboral del Gobierno socialista en septiembre de 2010.

El octavo paro general de la democracia, convocado por los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO, que representan al 75% de los asalariados en empresas con m¨¢s de seis trabajadores, afect¨® fundamentalmente a la industria, la construcci¨®n y el transporte p¨²blico de las grandes ciudades ¡ªque funcion¨® como en un d¨ªa festivo en horas punta gracias a los servicios m¨ªnimos pactados¡ª; tuvo una baja incidencia entre el personal de las Administraciones (apenas el 15%) y escaso seguimiento en el comercio ¡ªsalvo en barrios c¨¦ntricos de algunas grandes ciudades¡ª y en la hosteler¨ªa.

Por comunidades, el Pa¨ªs Vasco, con un alto componente industrial en su actividad econ¨®mica, y en general el norte de Espa?a, tuvieron un seguimiento alto de la convocatoria. Las autonom¨ªas m¨¢s pobladas (Andaluc¨ªa, Madrid, Catalu?a y Comunidad Valenciana) tambi¨¦n registraron un paro importante en algunos sectores productivos.

La presi¨®n de millones de trabajadores, que hicieron huelga para protestar contra la reforma laboral, no abri¨® ni una m¨ªnima hendidura en la posici¨®n del Ejecutivo sobre sus medidas contra la crisis. La ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, adelant¨® al mediod¨ªa que ¡°la parte fundamental de la reforma laboral¡± seguir¨¢ en pie pese al paro general, y anunci¨® que el Ejecutivo continuar¨¢ con su agenda reformista.

El secretario general de CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, avis¨® de que, en esas condiciones, la protesta continuar¨¢: ¡°Si el Gobierno no rectifica, habr¨¢ un conflicto social creciente. No vamos a parar hasta que no se modifique el contenido de la reforma laboral, y se har¨¢ bien patente en la celebraci¨®n del pr¨®ximo Primero de Mayo¡±.

Antes de esa advertencia, Toxo y C¨¢ndido M¨¦ndez (UGT) ofrecieron una ¡°mano tendida¡± al Gobierno y le pidieron abrir una negociaci¨®n tras el 29-M para corregir la reforma laboral. No hubo respuesta positiva.

La demanda de electricidad es un term¨®metro instant¨¢neo sobre el seguimiento de una huelga general. Los datos de Red El¨¦ctrica de Espa?a revelan que ayer el consumo estuvo entre un 15% y un 16% por debajo de lo que previsto (con variaciones, seg¨²n la hora del d¨ªa, de entre el 21% y el 13%). El consumo fue similar al de un d¨ªa festivo. Eso sit¨²a el seguimiento del paro, seg¨²n este indicador, ligeramente por encima del de 2010 (contra el Gobierno socialista por una reforma laboral que no rectific¨®), cuando la demanda cay¨® un 14%, pero por debajo del de 2002 (contra la reforma del Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que acab¨® modificando), cuando descendi¨® un 20,5%.

En la habitual guerra de cifras en un intento de ganar la batalla de la opini¨®n p¨²blica, Gobierno y sindicatos discreparon desde la madrugada al ofrecer su balance del paro.

Los sindicatos piden? negociar cambios en la reforma; el Ejecutivo no acepta

Los sindicatos sostuvieron que de las tres ¨²ltimas huelgas generales convocadas en Espa?a, la de ayer fue la m¨¢s seguida. El Gobierno insisti¨® desde primera hora de la ma?ana en todo lo contrario, aferr¨¢ndose a un dato de consumo de energ¨ªa puntual.

El Ministerio del Interior, a trav¨¦s de la directora general de Pol¨ªtica Interior, Cristina D¨ªez, que se limit¨® a leer notas de prensa durante todo el d¨ªa sobre el balance de la huelga, admiti¨® que la ¡°normalidad y la tranquilidad¡± fue la nota dominante en las protestas, aunque se registraron 176 detenciones, varias decenas de heridos y unos enfrentamientos violentos entre agentes y manifestantes en el centro de Barcelona.

En una jornada de fuerte agitaci¨®n social en la calle contra el Gobierno, con Espa?a bajo la lupa esc¨¦ptica de Europa y de los mercados financieros, la Bolsa sigui¨® el ritmo de ca¨ªda de las ¨²ltimas semanas ¡ªel IBEX 35 baj¨® un 0,87%¡ª y la prima de riesgo subi¨® amenazante por encima de los 365 puntos. Con todos los indicadores econ¨®micos en rojo, el Gobierno ha encajado el golpe de la multitudinaria protesta contra su reforma laboral con la resignaci¨®n del que esperaba un contratiempo parecido cuando decidi¨® recortar derechos de los trabajadores para salir de la crisis. La ministra B¨¢?ez no quiso enturbiar m¨¢s las relaciones con los convocantes de la jornada de huelga y tir¨® de diplomacia: ¡°Los sindicatos son actores muy importantes para la soluci¨®n de los problemas de este pa¨ªs y conf¨ªo en su responsabilidad para que den lo mejor de s¨ª mismos¡±.

El Ejecutivo ten¨ªa ayer la mente ocupada en prever los efectos de unos Presupuestos Generales del Estado cargados de graves sacrificios de gasto que hoy deber¨¢ aprobar Rajoy en el Consejo de Ministros.

El presidente del Gobierno daba por descontado, incluso antes de ganar las elecciones generales, que los sindicatos le convocar¨ªan un paro general en los primeros meses de su Gobierno por las medidas econ¨®micas que pensaba adoptar.

Pero probablemente no pensaba que la huelga general coincidir¨ªa con la primera crisis seria del Ejecutivo, cuyas pol¨ªticas econ¨®micas no solamente son cuestionadas en la calle por los trabajadores, sino tambi¨¦n por las autoridades europeas. Adem¨¢s, el PP suspendi¨® los primeros ex¨¢menes electorales tras los comicios generales del 20-N y vio escaparse los Gobiernos de Andaluc¨ªa y Asturias por unos resultados que no hab¨ªa previsto.

¡°El Gobierno dice que Espa?a est¨¢ al l¨ªmite¡±, record¨® ayer el ugetista C¨¢ndido M¨¦ndez, ¡°pero esta situaci¨®n la ha provocado, precisamente, la pol¨ªtica del Gobierno¡±. ¡°La reforma laboral¡±, a?adi¨® Toxo, ¡°nos conduce a los seis millones de parados. Aqu¨ª [con esta huelga general] ning¨²n tren ha llegado a la ¨²ltima estaci¨®n. Depende de las decisiones que el Gobierno tome en los pr¨®ximos