La convivencia se asienta en Euskadi
La sociedad vasca se ha acostumbrado a la ausencia de atentados y la izquierda 'abertzale' ha ganado peso pol¨ªtico, pero persiste la incertidumbre sobre los presos
Euskadi respira en paz. D¨ªa a d¨ªa, la convivencia se asienta en una comunidad que recupera a un ritmo vertiginoso el tiempo perdido durante d¨¦cadas de amenaza terrorista. Seis meses despu¨¦s del cese definitivo decretado por ETA el pasado 20 de octubre, pocos son quienes no dan cr¨¦dito en la actualidad a un salto cualitativo que en su momento, y desde algunos sectores, se interpret¨® como ¡°un nuevo enga?o¡±. El propio Gobierno del PP ha ido limando sus iniciales reticencias a la apertura de ¡°un nuevo tiempo¡± en el Pa¨ªs Vasco, si bien permanece inm¨®vil en sus gestos hacia los presos etarras, demanda prioritaria de la izquierda abertzale en su nueva aventura pol¨ªtica.
La sociedad vasca no ha tardado en acostumbrarse a la ausencia de atentados y amenazas. A un nuevo clima de convivencia que asiste con absoluta normalidad a un escenario pol¨ªtico multicolor, conformado por un Gobierno socialista y tres Diputaciones gobernadas por PNV, PP y Bildu. A falta de r¨¦ditos en materia penitenciaria, y pese a su trayectoria hist¨®rica, la izquierda abertzale ha sabido perfilarse como adalid de la apuesta democr¨¢tica para convertir en votos el deseo mayoritario de paz. En un escenario sin violencia, el soberanismo emerge como principal rival del nacionalismo moderado, a un a?o vista de las elecciones auton¨®micas.
El r¨¢pido avance de los cambios en Euskadi, sin embargo, no ha podido ocultar la existencia de tensiones ante un cambio de semejante calado. El anuncio de ETA hace medio a?o lleg¨® acompa?ado de una petici¨®n de di¨¢logo a los Gobiernos de Espa?a y Francia que no ha encontrado respuesta. El relevo en La Moncloa tampoco ha favorecido avances. El nuevo grupo negociador del colectivo oficial de presos etarras ha insistido recientemente en ¡°su mano tendida¡±, a la espera de un ¡°contacto¡± que no se ha producido. Ese inmovilismo es el que mantiene la incertidumbre entre unos reclusos que se consideraban a s¨ª mismos como posible moneda de cambio ante el fin del terrorismo.
Los gestos individuales que el Ejecutivo ha tenido con algunos presos chocan con resoluciones judiciales en sentido inverso, como el aval del Tribunal Constitucional a la denominada doctrina Parot, que alarga las condenas. Una dicotom¨ªa que refleja las desavenencias existentes en materia penitenciaria. Mientras los reclusos etarras demandan soluciones colectivas como el fin de las ¡°medidas excepcionales¡± que se les aplican, el Gobierno ha dejado claro que no caben amnist¨ªas y que la reinserci¨®n, que solo puede ser individualizada, pasa por el arrepentimiento previo. ¡°Mientras ETA no se disuelva, todo lo dem¨¢s sobra¡±, dijo ayer el propio Rajoy.
Aunque reconoce los avances, el Gobierno del PP tiene claro que sigue siendo ETA la que debe dar nuevos pasos. Mientras tanto, y a la espera de una resoluci¨®n judicial sobre Sortu, su nueva marca pol¨ªtica, la izquierda abertzale se ha valido de coaliciones como Bildu o Amaiur para reivindicar los derechos de los presos desde la tribuna p¨²blica. Y desde la calle tambi¨¦n, con manifestaciones como la del pasado s¨¢bado en Bilbao, que volvi¨® a congregar a varios miles de personas. A¨²n no ha conseguido, sin embargo, una interlocuci¨®n directa con el Ejecutivo central, que se la niega hasta la desaparici¨®n de la banda.
El enroque del Gabinete popular ha sido criticado por la antigua Batasuna como un premeditado obst¨¢culo al ¡°proceso abierto¡± en Euskadi. Una dificultad que ha motivado cierta intranquilidad en el espectro abertzale y que incluso ha permitido vislumbrar la existencia de determinados grupos cr¨ªticos, como se ha evidenciado con el leve repunte de una kale borroka que pr¨¢cticamente se hab¨ªa extinguido de las calles vascas. Tambi¨¦n ETA ha sembrado de incertidumbre los ¨²ltimos meses con distintas operaciones log¨ªsticas, aunque el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, insisti¨® ayer en que la banda est¨¢ ¡°muy diezmada¡± y ¡°no tiene capacidad operativa para volver a actuar como organizaci¨®n terrorista¡±.
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