El terremoto sigue vivo en Lorca
Un a?o despu¨¦s del temblor, m¨¢s de 7.000 personas no han podido volver a sus hogares Muchos edificios aparentemente intactos tienen las estructuras da?adas
Un a?o despu¨¦s de los terremotos que hundieron Lorca, los barrios de La Vi?a, Alfonso X, San Diego o San Fernando parecen zonas bombardeadas. Est¨¢n llenos de solares vac¨ªos y de casas apuntaladas. Las promesas de reconstrucci¨®n de la ciudad murciana, de 90.000 habitantes, no se han cumplido. M¨¢s de 7.000 personas ¡ª2.000 familias¡ª no han podido volver a sus casas porque siguen da?adas, demolidas o sin reparar.
Ya no hay escombros tirados por las calles como la noche del 11 de mayo de 2011, pero el da?o sigue presente, aunque no siempre se perciba. La concejal delegada para la reconstrucci¨®n, Saturnina Mart¨ªnez, confiesa que ¡°al obligar a los vecinos a hacer informes t¨¦cnicos muy precisos, han aparecido da?os ciegos que eran mayores que los visibles. Las grietas que se ve¨ªan los primeros d¨ªas eran lo sencillo. Lo dif¨ªcil est¨¢ dentro de las estructuras¡±.
Los datos de la tragedia
- El 11 de mayo de 2011 se produjeron en Lorca dos terremotos. El primero hizo temblar la tierra a las 17.05 y fue de magnitud 4,5 en la escala Richter. El segundo fue a las 18.47 y fue de magnitud 5,1; su intensidad fue de grado VII, el m¨¢ximo en la escala Mercali. En los siguientes cuatro d¨ªas hubo nueve r¨¦plicas.
- El epicentro de los temblores se situ¨® a seis kil¨®metros al suroeste de la ciudad. El hipocentro estaba a unos 2.000 metros de profundidad. La zona es conocida como Falla de Alhama. En la regi¨®n se halla el l¨ªmite de las placas tect¨®nicas euroasi¨¢tica y africana.
- Hubo nueve muertos y 300 heridos, la mayor¨ªa por la ca¨ªda de cascotes de los edificios.
- 30.000 personas durmieron en la calle la primera noche del terremoto por miedo a las nuevas r¨¦plicas.
En Lorca no se construye. Seg¨²n el Ayuntamiento, en el ¨²ltimo a?o solo se han concedido tres licencias de obra para levantar edificios y 30 para viviendas unifamiliares. No ha empezado la obra de ninguna. Los trabajos parecen centrados en reparar da?os, pero miles de familias siguen empantanadas en la burocracia de obras mayores y menores. Se han dado 1.800 licencias de estos dos ¨²ltimos tipos, pero la pelea para pagarlas con los peritos de los seguros es, seg¨²n los vecinos, ¡°kafkiana, constante, y est¨¢ retrasando las cosas¡±. La desesperaci¨®n aumenta. Lo que s¨ª ha habido en la ciudad han sido derribos: 250 edificios, 1.164 viviendas demolidas. ¡°El hueco de su casa es el hueco que me han dejado mis amigos, que se han tenido que ir del barrio¡±, dice un vecino ante el gigantesco solar que ha dejado el Residencial San Mateo: seis bloques de edificios demolidos en la avenida de Juan Carlos I, la arteria principal de la ciudad.
A toda esta situaci¨®n hay que a?adir la incre¨ªble historia de unos 160 edificios que siguen, seg¨²n la asamblea de vecinos afectados por el terremoto, ¡°en estado de indefinici¨®n¡±. Son las casas de 500 familias que ¡°un a?o despu¨¦s de la cat¨¢strofe no saben si sus edificios ser¨¢n demolidos o no. Y, lo que es peor, no ignoran si los gastos de demolici¨®n y desescombro, si llegan a producirse, correr¨¢n a cargo de sus bolsillos¡±.
Los edificios p¨²blicos y de servicios se van recuperando muy lentamente: En educaci¨®n, 11 colegios conviven todav¨ªa con las obras y dos institutos siguen demolidos. En sanidad, por ejemplo, se ha tenido que adecuar como centro de salud el antiguo hospital Santa Rosa de Lima, que presta servicio a los usuarios del antiguo barrio de Lorca Centro, que tuvo que ser arrasado tras los temblores. El hospital Rafael M¨¦ndez mantuvo quir¨®fanos cerrados hasta el pasado mes de febrero.
La ciudad entera se ha vaciado y ha perdido ¨¢nimos. Dos datos aportados por la gerente del ?rea III de Salud, Catalina Lorenzo, lo confirman: ¡°Hay un llamativo descenso de nacimientos y 10.000 cartillas sanitarias menos en la zona¡±. Mucha gente se ha marchado de la llamada Ciudad del Sol y, como triste met¨¢fora, se puede decir que es dif¨ªcil volver, porque entre los edificios da?ados y cerrados est¨¢ el de la estaci¨®n de tren.
El sector del comercio sufre este ¨¦xodo de vecinos. ¡°En los cuatro meses que siguieron al d¨ªa de los terremotos, las ventas fueron pr¨¢cticamente nulas, casi cero¡±, declara Antonio Garc¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n Comarcal de Comerciantes. Unos 700 comercios tuvieron que cerrar, y ¡°la reapertura ha sido lent¨ªsima¡±. Los que se han quedado han tenido que hacer frente, casi sin ayudas, a costosas remodelaciones y ¡°a las calles desiertas¡±. El 10% de los comercios da?ados no han podido reiniciar su actividad.
Para darle la puntilla a la ciudad, el turismo y la vida cultural tambi¨¦n est¨¢n hundidos. Edificios emblem¨¢ticos como el palacio Guevara, el conservatorio de m¨²sica, la biblioteca Pilar Barn¨¦s o el teatro Guerra est¨¢n severamente da?ados y cerrados. Y, adem¨¢s, 15 de las 16 iglesias del municipio est¨¢n cerradas al culto; en dos de ellas ni siquiera se trabaja en su restauraci¨®n.
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