Los lorquinos vuelven a sus casas sin reparar
Algunas familias no han cobrado nada de la Comisi¨®n Mixta para rehabilitarlas Otros ya no reciben dinero del seguro para el alquiler
Vecinos de los barrios de Lorca m¨¢s afectados por el terremoto ¡ªLa Vi?a y San Fernando¡ª est¨¢n volviendo a sus casas sin que estas hayan sido reparadas. Hay quienes no han cobrado nada de la Comisi¨®n Mixta para rehabilitarlas. A otros, su seguro les acaba de informar de que ¡°no podr¨¢n seguir recibiendo dinero para alquileres de viviendas de sustituci¨®n¡±. ¡°Familias desplazadas, ?queremos volver a casa ya!¡±. La reivindicaci¨®n cuelga, pintada a espray en endebles cartones y s¨¢banas, de los balcones de muchos pisos del barrio de La Vi?a. Algunos est¨¢n habitados, otros vac¨ªos, y el resto son los llamados ¡°indefinidos¡±: edificios cuyo futuro se ignora.
Decenas de viviendas est¨¢n en el limbo. No se sabe ¡°si habr¨¢ que demolerlas, reconstruirlas o solo rehabilitarlas¡±, cuenta Juan Luis, un vecino de San Fernando. Y a?ade: ¡°Esto es una locura. Quieren volvernos locos y que nos matemos entre nosotros¡±. Juan Luis no ha cobrado ¡°ni un euro¡± a trav¨¦s de la Comisi¨®n Mixta de ayuda a los damnificados para reparar su casa. ¡°Me dijeron que estuviera tranquilo aunque no tuviera seguro. Pero ha pasado un a?o, y ya no puedo estar tranquilo¡±, relata. ¡°Estamos viviendo en una casa destrozada y no hago m¨¢s que pelearme d¨ªa tras d¨ªa con gente del Ayuntamiento y los peritos¡±.
En los muchos edificios con da?os que quedan en pie y que han estado vac¨ªos durante todo el a?o a la espera de las reformas, empiezan a verse ventanas abiertas y gente asomada, como Juan Luis. Son los que vuelven a su casa ¡°aunque est¨¦ sin arreglar¡±.
Guillermina es una de esas personas. Tiene 54 a?os y vive en la calle de la Alba?iler¨ªa. Dice que est¨¢ ¡°en la zona m¨¢s castigada por la muerte durante el terremoto. En la calle de al lado muri¨® un ni?o, y en la siguiente una mujer protegiendo a sus hijos¡±, recuerda.
Su edificio ha resistido en pie, pero con muchos da?os. La escalera sigue destrozada, las zonas comunes y la fachada trasera tambi¨¦n, y las conducciones de gas no funcionan. Tuvieron que marcharse de all¨ª el mismo d¨ªa del terremoto: ¡°Llev¨¢bamos 30 a?os aqu¨ª, rodeados de nuestra gente, nuestras tiendas y nuestras calles. De un d¨ªa para otro, nos tuvimos que marchar con lo puesto¡±. Junto a su marido y su hijo, estuvo un mes hospedada en casa de unos familiares; despu¨¦s estuvieron viviendo de alquiler en otro barrio. ¡°Est¨¢bamos bien, pero me faltaba mi casa, mis cosas, mi vida¡±, dice Guillermina.
Tras nueve meses cobrando 400 euros del consorcio de seguros para pagar el alquiler, Guillermina y su familia han tenido que volver a su casa da?ada porque les han cortado la ayuda. El consorcio les comunic¨® ¡°muy amablemente¡± ¡ªdice con iron¨ªa¡ª que ¡°el promotor de las reparaciones en su casa se estaba haciendo el remol¨®n con las obras, alarg¨¢ndolas innecesariamente¡±. Ese mismo d¨ªa le anunciaron que ya no pod¨ªan seguir pag¨¢ndoles el alquiler. Solo un mes despu¨¦s estaban entrando de nuevo por el portal destrozado de su vivienda ¡°con las reformas a medio hacer¡± y con su barrio ¡°igual de mal que lo dejamos¡±.
Dice que no piensa en el miedo a vivir en una casa donde todav¨ªa no est¨¢ terminada la rehabilitaci¨®n de los da?os: ¡°Prefiero no darle muchas vueltas a eso para no vivir con el susto en el cuerpo¡±. Lo que ha hecho, volver a su casa, lo ha hecho, dice, ¡°por pura necesidad¡±. ¡°Nos han enga?ado en todo lo que nos dijeron¡±, denuncia. Como Guillermina y Juan Luis, en los ¨²ltimos meses cientos de familias lorquinas est¨¢n cruzando portales destrozados que no se sabe cu¨¢ndo ser¨¢n arreglados.
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