Del 3% al ¡®caso Palau¡¯

¡°Ustedes tienen un problema que se llama 3%¡±. Era el 24 de febrero de 2005 cuando el entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, acusaba en sede parlamentaria a CiU de hacerse con comisiones por adjudicaci¨®n de obras. ¡°Ahora mismo acaba de mandar esta legislatura a hacer pu?etas y ha roto la confianza¡±, respondi¨® con cara de pocos amigos Artur Mas, que daba por finiquitada la participaci¨®n de los nacionalistas en la redacci¨®n del nuevo Estatuto de Catalu?a. Maragall rectific¨® de inmediato. El proyecto de carta auton¨®mica concluy¨® con el desgastador y magro resultado conocido. Las sombras sobre las comisiones a CDC persisten.

El caso Palau, que estall¨® en 2009, ha supuesto un goteo constante de dinero desviado hasta llegar a los 35 millones de euros. Paralelamente se ha ido llenando el vaso de la sospecha razonable sobre la financiaci¨®n de Converg¨¨ncia a trav¨¦s del auditorio, gracias a donaciones de empresas. El primer aviso serio lleg¨® desde dentro del Palau. Los nuevos administradores empezaron a hallar irregularidades. La primera fue un convenio firmado por ?ngel Colom, actual miembro de la direcci¨®n de CDC, que siguiendo la recomendaci¨®n de un ¡°amigo¡± llam¨® en el a?o 2000 a la puerta del Palau de la M¨²sica: el objetivo confeso era conseguir fondos para contribuir a ¡°la pedagog¨ªa de la cultura catalana entre las nuevas migraciones¡±. Ah¨ª entr¨® el factor Palau. La prosaica realidad enterr¨® el noble prop¨®sito. Los 75.000 euros que recibi¨® de F¨¨lix Millet, saqueador jefe del Palau ¡ª150.000, seg¨²n el asiento contable de la entidad¡ª, se emplearon en pagar deudas del Partit per la Independ¨¨ncia, fundado y liquidado por el propio Colom tras su fracaso electoral.

El goteo continuaba. La Agencia Tributaria, en 2010, concluy¨® que Millet actu¨® como comisionista entre las empresas adjudicatarias de obras y Converg¨¨ncia Democr¨¤tica. Dos a?os despu¨¦s, la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica de la polic¨ªa apunta a que el partido de Artur Mas se financi¨® con dinero de grandes empresas, vehiculado a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Trias Fargas, que recibi¨®, entre 2002 y 2008, 6,5 millones de euros. Seg¨²n la tesis policial, CDC se garantiz¨® econ¨®micamente la traves¨ªa del desierto en la oposici¨®n. Cada vez que se adjudicaba un tramo de metro, hab¨ªa movimiento en la caja.

Ahora, CiU y el PP han decidido enmendar la ley de transparencia catalana. Pretenden limitar el poder de inspecci¨®n y de sanci¨®n al protectorado de fundaciones, creado para garantizar transparencia, y suprimir el acceso p¨²blico al registro de esas entidades. El caso Palau invita a lo contrario.