Interior pone el foco de su pol¨ªtica de tr¨¢fico en los cambios de velocidad

Cuando el debate sobre la velocidad en las carreteras hab¨ªa quedado pr¨¢cticamente reducido al ¨¢mbito de algunas asociaciones de conductores, que reclamaban poder pisar m¨¢s el acelerador, el PP resucita la controversia. Este martes, el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, asegur¨® en una entrevista a TV3 que el Gobierno prev¨¦ implantar en autopistas y autov¨ªas paneles de velocidad variable en funci¨®n de las condiciones meteorol¨®gicas y del estado de la v¨ªa. Aunque no confirm¨® si la medida implica un aumento de velocidad, s¨ª sugiri¨® que el incremento a 130 kil¨®metros por hora est¨¢ ¡°en estudio¡±.

La estrategia del PP en seguridad vial llega gota a gota. El nuevo anuncio del ministro se produce tan solo un d¨ªa despu¨¦s de que desvelara una medida opuesta: la reducci¨®n de velocidad en las carreteras convencionales (donde se produce el 75% de los accidentes) de 100 a 90 kil¨®metros por hora, una propuesta que ya hab¨ªa presentado un a?o antes el entonces director de Tr¨¢fico, Pere Navarro, y que el PP consider¨® como un ¡°intento de limitar la libertad de los conductores¡±.

Fern¨¢ndez marca una nueva l¨ªnea con respecto a la anterior DGT. Mientras que el equipo de Pere Navarro rechaz¨® cualquier tipo de incremento para hacer pedagog¨ªa contra los excesos de velocidad (principal causa concurrente en los accidentes), la nueva direcci¨®n ha puesto, hasta ahora, el foco de la seguridad vial en el debate sobre la velocidad.

No significa que Interior anime a los conductores a correr m¨¢s. Fern¨¢ndez asume que hay ¡°relaci¨®n causa-efecto directa entre el l¨ªmite de velocidad y la siniestralidad¡±. Lo demuestra el estudio del modelo potencial de Nilsson, avalado por el Observatorio Europeo de Seguridad Vial, que establece que un aumento del 1% de la velocidad media produce un incremento de un 4% de accidentes mortales. Pero, al tiempo que Fern¨¢ndez pretende reducir la velocidad en las carreteras secundarias, tambi¨¦n se muestra abierto a ¡°aumentarla en autopistas y autov¨ªas¡±. ¡°Parece haber un mayor consenso en que no solo haya 20 kil¨®metros por hora de diferencia entre unas y otras¡±, explica.

Pero subir la velocidad en unas carreteras y bajarla en otras no es siempre tan sencillo. ¡°Una diferencia de velocidad muy acusada entre autopistas y carreteras secundarias, de 130 a 90 por hora, puede resultar dif¨ªcil de asimilar y puede empujar a conducir m¨¢s r¨¢pido por v¨ªas convencionales¡±, explica Francisco Canes, presidente de la Asociaci¨®n Estatal de V¨ªctimas de Accidentes de Tr¨¢fico. Los expertos en seguridad vial lo denominan ¡°efecto contagio¡±.

Y el foco de las soluciones para reducir la siniestralidad de tr¨¢fico no puede centrarse solo en la velocidad. As¨ª lo creen los clubes de automovilistas, que recuerdan la necesidad de inversi¨®n en las carreteras convencionales y, tambi¨¦n, en autov¨ªas y autopistas, que en 2012 han visto reducida su inversi¨®n en 360 millones. ¡°Debe haber un compromiso de mantenimiento de las carreteras si el Gobierno decide subir la velocidad¡±, aseguran desde el Comisariado Europeo del Autom¨®vil.