El d¨ªa que Carlos D¨ªvar se moj¨®

En sus ¨²ltimos a?os al frente de la Audiencia Nacional, del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos D¨ªvar, apenas tuvo oportunidad de mojarse en su funci¨®n de juez o, simplemente, de ¨¢rbitro. Cuando lo hizo, sus decisiones resultaron in¨²tiles para frenar leyes o iniciativas a las que se opuso. Los hitos principales de su paso por el Poder Judicial y por el Supremo fueron tres.

- CASO TIRADO. Nada m¨¢s aterrizar en la presidencia del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, el fiscal present¨® un recurso contra la decisi¨®n de ese organismo de sancionar con falta leve ¨Cmulta de 1.500 euros- en lugar de suspender en sus funciones al juez Tirado, que mantuvo sin ejecutar una condena de c¨¢rcel contra el pederasta que acab¨® con la vida de la ni?a Mari Luz cuando estaba libre pese a que deb¨ªa estar preso. Gobierno, PSOE y PP, reclamaban penas duras contra Tirado entre la indignaci¨®n social. Los vocales jueces del Consejo General del Poder Judicial se conjuraron para evitar una sanci¨®n m¨¢s grave a Tirado. D¨ªvar vot¨® con ellos.

- LEY DEL ABORTO. La nueva Ley del Aborto que el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero sac¨® adelante en el ¨²ltimo tramo de su segunda legislatura ten¨ªa que ser informada por el Consejo General del Poder Judicial, como es preceptivo. D¨ªvar, que fue nombrado gracias al dedo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, impuso sus profundas creencias religiosas sobre el proyecto de ley que se estudiaba para votar con el grupo conservador, lo que forz¨® un empate a 10 votos m¨¢s una abstenci¨®n, del vocal elegido a propuesta de CiU en el Consejo. Eso hizo que no hubiera informe del Poder Judicial sobre la nueva Ley del Aborto, un hecho ins¨®lito en ese organismo bajo la presidencia de D¨ªvar.

- BILDU Y SORTU. Como presidente de la Sala del 61 del Tribunal Supremo que dirime las cuestiones relacionadas con al Ley de Partidos Pol¨ªticos, D¨ªvar tuvo que pronunciarse sobre la ilegalizaci¨®n de Bildu y de Sortu. En ambos casos, vot¨® con los magistrados m¨¢s conservadores para evitar que las formaciones abertzales pudieran estar presente en las elecciones. En ambos casos, el Tribunal Constitucional acab¨® anulando las sentencias del Tribunal Supremo.