Ollero: ¡°Los no nacidos no han ganado para sustos¡±

Andr¨¦s Ollero, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho, Moral y Pol¨ªtica, tiene algunas reflexiones por escrito sobre el aborto y la legislaci¨®n espa?ola. Lo que sigue son algunas de esas opiniones expresadas en dos art¨ªculos que Ollero escribi¨® con 25 a?os de diferencia.

? ¡°Democracia y sofisma¡± (art¨ªculo publicado en EL PA?S. Enero de 1987). ¡°Si hay un ser humano, dejar a su madre en paz supone autorizar un acto de guerra contra su hijo, permiti¨¦ndole que se desembarace de ¨¦l. Si no hay un ser humano o, al menos, no es digno de protecci¨®n penal, alguien deber¨ªa molestarse en exhibir argumentos. Sobre ellos podr¨ªa articularse incluso un proyecto de ley, lo cual ¡ªcomo es bien sabido¡ª no ha sido el caso. El PSOE se ha limitado a mantener la penalizaci¨®n del aborto, se?alando tres excepciones tasadas. El Tribunal Constitucional exigi¨® un nuevo proyecto que garantizara que tales excepciones no llevar¨ªan a una normalizaci¨®n de cualquier conducta abortista. El problema surge cuando se comprueba que las excepciones legalmente viables son todo lo escasas que la normativa, tomada en serio, hac¨ªa prever¡±.

? ¡°El aborto y el Tribunal Constitucional¡± (Diario M¨¦dico. Enero de 2012). ¡°Cinco lustros despu¨¦s, la situaci¨®n es de aborto libre, al convertirse Espa?a en un para¨ªso del turismo abortista y el lugar donde m¨¢s crece el n¨²mero de abortos en la Uni¨®n Europea. La sentencia de 1985 fue de las m¨¢s discutidas de la historia del TC: empate a seis y voto de calidad del presidente. Para los magistrados discrepantes, la mayor¨ªa se hab¨ªa propasado al empe?arse en indicar al legislador qu¨¦ garant¨ªas habr¨ªa de tener en cuenta para proteger a los no nacidos. El resultado de las discutidas garant¨ªas ha sido nulo. La salud ps¨ªquica de la embarazada se ha convertido en f¨®rmula omnicomprensiva, con la llamativa pasividad del Ministerio Fiscal; se ha olvidado lo que tan claramente expres¨® la sentencia: cuando la ley admite un aborto ¡®necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud de la embarazada¡¯, el t¨¦rmino necesario ¡®solo puede interpretarse en el sentido¡¯ de que el conflicto ¡®no puede solucionarse de ninguna otra forma¡¯. Entre eso y el aborto libre parece haber un trecho, pero no lo ha habido ni gobernando socialistas ni gobernando populares: entre los que se despreocuparon de su protecci¨®n y los que no se atrevieron a protegerlos, los no nacidos no han ganado para sustos¡±.