Las dos caras de la ¡®ley Gallard¨®n¡¯
La reforma del aborto que planea Justicia, envuelta en confusi¨®n, podr¨ªa dar lugar a la legislaci¨®n m¨¢s restrictiva de la democracia o a una de las m¨¢s permisivas
Las declaraciones p¨²blicas del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, han hecho pensar a muchos que prepara la ley del aborto m¨¢s restrictiva de la democracia. Las declaraciones privadas de los responsables del ministerio que est¨¢n ultimando el borrador auguran, por el contrario, una ley que podr¨ªa estar entre las menos restrictivas de Europa. Las claves para resolver esta contradicci¨®n est¨¢n escondidas en lo que se dice, y en lo que no.
Lo primero que Gallard¨®n ha dicho es que el feto volver¨¢ a tener derechos durante todo el embarazo ¡ªporque eso es, sostiene, lo que el Tribunal Constitucional dict¨® en 1985: que tanto la madre como el feto los tienen¡ª. ¡°Son dos sujetos con derechos; si esos derechos entran en colisi¨®n, hay que determinar qu¨¦ sucede. Pero lo que no se puede es eliminar el derecho de uno de los dos¡±, afirma el ministro. En la pr¨¢ctica, esto quiere decir que se acab¨® la ley de plazos actual, que rige en Espa?a desde 2010 ¡ªy en la mayor¨ªa de pa¨ªses de la UE desde antes¡ª y que crea un plazo (14 semanas) en el que la madre puede abortar sin alegar ning¨²n motivo, simplemente porque es su derecho. Eso desaparecer¨¢. Se volver¨ªa entonces a una ley de supuestos despenalizados, y para acogerse a ellos habr¨ªa que alegar un motivo.
Los precedentes
- La ley de 1985, aprobada por el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez ¡ªtras pasar por el Constitucional¡ª, permit¨ªa abortar en tres supuestos: por violaci¨®n, en las primeras 12 semanas; por malformaci¨®n del feto, hasta la semana 22; y por riesgo grave para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la mujer (previo informe m¨¦dico), en cualquier momento.
- La ley de 2010, aprobada por el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, establece el derecho de la mujer a abortar libremente en las primeras 14 semanas; despu¨¦s permite abortar hasta la semana 22 por "grave riesgo para la vida o la salud de la madre o el feto"; a partir de entonces, solo si el feto sufre "enfermedad extremadamente grave o incurable" o anomal¨ªas "incompatibles con la vida".
Lo segundo que ha dicho Ruiz-Gallard¨®n es que las chicas de 16 y 17 a?os, que desde 2010 pueden abortar sin consentimiento paterno, volver¨¢n a necesitarlo (no lo necesitan, por cierto, para otras cosas, como operarse o renunciar a tratamiento m¨¦dico, seg¨²n la Ley de Autonom¨ªa del Paciente que aprob¨® el PP en 2002).
Y lo tercero ¡ªy m¨¢s pol¨¦mico¡ª que ha anunciado el ministro es que la malformaci¨®n o minusval¨ªa del feto ya no ser¨¢ considerado un supuesto para abortar, porque eso, afirma ¨¦l, es discriminar a las personas discapacitadas.
Hasta aqu¨ª, lo que Ruiz-Gallard¨®n ha dicho en p¨²blico. Luego est¨¢ lo que ¨¦l no ha dicho pero ha salido publicado ¡ªcitando fuentes de Justicia, y nunca desmentido¡ª en varios medios, incluido EL PA?S: que la ley que prepara el ministro podr¨ªa reducir todos los supuestos de 1985 a uno solo, el da?o psicol¨®gico a la madre; y que ser¨ªa la madre la que tendr¨ªa la ¨²ltima palabra para decidir si aborta (aunque despu¨¦s de hablar con m¨¦dicos, ser informada de las alternativas y pasar un periodo de reflexi¨®n). Es decir, que, por ejemplo, aunque la malformaci¨®n del feto desapareciera como supuesto legal, la mujer embarazada podr¨ªa alegar que tener ese hijo le afecta psicol¨®gicamente, y someterse a un aborto.
Esa f¨®rmula permitir¨ªa a Ruiz-Gallard¨®n conciliar en la ley los dos derechos que el PP aboga por defender: el del feto y el de la madre. La mujer no tendr¨ªa un derecho puro, unilateral, legal, a interrumpir su embarazo, ni en las primeras 14 semanas ni en ning¨²n momento; pero, en ¨²ltima instancia, la realidad es que su decisi¨®n primar¨ªa. Habr¨ªa, sobre el papel, un conflicto reconocido de derechos ¡ªy de ah¨ª la obligaci¨®n de someterse al informe de los m¨¦dicos, reflexionar sobre las alternativas, etc¨¦tera¡ª, pero resuelto en la pr¨¢ctica a favor de la madre.
Si esa es realmente la ley que prepara Ruiz-Gallard¨®n se tratar¨ªa, en cierto sentido, de una norma m¨¢s permisiva que la actual. Porque la ley de plazos en vigor establece el aborto como un derecho de la madre en las primeras 14 semanas, pero luego ya solo permite interrumpir el embarazo por malformaci¨®n del feto hasta la semana 22, y a partir de ah¨ª ya no permite abortar (salvo por riesgo de muerte o enfermedad grav¨ªsima del feto). La nueva ley tambi¨¦n tendr¨ªa un plazo m¨¢ximo, pero probablemente superior a 14 semanas (ya que muchos problemas fetales se detectan despu¨¦s), y la ¨²ltima palabra la tendr¨ªa siempre la mujer. Ser¨ªa casi como una ley de plazos pero con un plazo m¨¢s amplio y, eso s¨ª, con obst¨¢culos te¨®ricos, formales, a la libertad de la madre (la necesidad de someterse a la opini¨®n, no vinculante, de los m¨¦dicos).
Con este modelo del ¨²nico supuesto, solo en un caso podr¨ªa resultar la nueva ley m¨¢s restrictiva que la actual: si el plazo m¨¢ximo para abortar que se estableciese fuera tan corto (de 14 semanas o menos) que dejara a la mujer sin derechos durante gran parte del embarazo: porque entonces ya no habr¨ªa ning¨²n otro supuesto (ni el de da?o fetal ni ninguno) al que acogerse. En Espa?a, el 90% de los abortos se produce en las primeras 12 semanas (con la ley de supuestos y con la de plazos), seg¨²n datos oficiales del INE.
Gallard¨®n ha dicho que el anteproyecto de ley estar¨¢ listo en septiembre. Despu¨¦s deber¨¢ someterse a la opini¨®n del Consejo de Ministros y, sobre todo, a la del presidente Mariano Rajoy. Entonces se sabr¨¢ hacia d¨®nde se inclina la ley: si restringe al m¨¢ximo el derecho de las mujeres o abre una nueva v¨ªa con dos sujetos de derechos (la madre y el feto) y uno solo de decisi¨®n (la mujer); hasta que eso se aclare, el proyecto de ley del aborto seguir¨¢ sumido en la pol¨¦mica y la confusi¨®n.
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