La protesta crece en Portugal

Decenas de miles de personas salieron ayer a las calles de Lisboa para protestar por las nuevas medidas de austeridad anunciadas recientemente por el Gobierno portugu¨¦s. Fue una manifestaci¨®n multitudinaria, convocada hac¨ªa tiempo por un grupo de organizaciones civiles, montada a base de mensajes de Facebook, organizada por la gente, sin que mediaran partidos pol¨ªticos o sindicatos. La pancarta que abr¨ªa la marcha era elocuente y simple: ¡°Al diablo con la troika. Queremos nuestras vidas¡±.

Manifestaciones parecidas se celebraron en las principales ciudades portuguesas, y con un ¨¦xito de convocatoria parecido.?As¨ª que fueron, seg¨²n c¨¢lculos de la prensa portuguesa, centenares de miles las personas que bajaron a la calle a protestar. A juzgar por el contenido de las pancartas, de los carteles, de las frases que se corearon en la protesta, el pueblo portugu¨¦s est¨¢ harto. Y el anuncio del pasado viernes 7 de septiembre del primer ministro, Passos Coelho, de que el Gobierno bajar¨¢ los sueldos a los trabajadores de forma general y expeditiva a partir de enero, en una vuelta de tuerca m¨¢s a la ya draconiana austeridad que ahoga a los portugueses, ha acabado por reventar la paciencia del paciente pueblo luso. ¡°Es que ya se empiezan a tocar cosas muy sensibles: la comida, la ropa, la escuela. Ya no podemos m¨¢s. Por eso estoy aqu¨ª¡±, manifestaba Jorge Garc¨ªa.

Cerca de donde hablaba Garc¨ªa, en la avenida de La Rep¨²blica, en el n¨²mero 57 se encuentra la sede del FMI en Portugal. Al paso de la manifestaci¨®n por este punto hubo abucheos, lanzada de tomates y huevos. Un batall¨®n de polic¨ªas antidisturbios con perros al lado proteg¨ªa la entrada. Hubo un detenido.

Una chica joven enarbolada un cart¨®n que dec¨ªa: ¡°Son personas, no n¨²meros¡±. Otros se limitaban a corear durante buena parte de la manifestaci¨®n un solo insulto: ¡°Ladrones¡±. Un jubilado llevaba un cartel en el que se pod¨ªa leer otra frase sintom¨¢tica: ¡°Se acab¨® el miedo¡±.

Al final, se ley¨® un comunicado en el que se apel¨® a la ¡°revuelta popular pac¨ªfica¡±. Tras la lectura del comunicado, uno de los organizadores de la marcha, con un spray, ecribi¨® en un cartel: ¡°Todos a S?o Bento¡±, esto es, al Palacio de S?o Bento, sede de la Asamblea de la Rep¨²blica. Ah¨ª se concentraron, ya de noche, centenares de personas, la mayor¨ªa muy j¨®venes. Algunos intentaron subir por la escalinata que conduce a la entrada, pero la polic¨ªa se interpuso. Hubo empujones, lanzamientos de botellas, de bengalas, m¨¢s detenidos. Los concentrados se emplazaron para m¨¢s protestas el pr¨®ximo viernes. El Gobierno conservador de Passos Coelho se enfrenta a un oto?o dif¨ªcil y caliente, con la calle en contra.