Recuerdos del camarada Jacques
Amigos del l¨ªder comunista evocan an¨¦cdotas del pol¨ªtico desaparecido Santiago Carrillo: ¡°Acabo de dimitir y esto hay que celebrarlo con un cohiba¡±
Camarada Jacques. Tal fue uno de los alias o sobrenombres adoptados por Santiago Carrillo (Gij¨®n, 1917-Madrid, 2012) para ocultar su identidad real durante la clandestinidad a la que el Gobierno franc¨¦s primero, y el franquismo despu¨¦s, durante 37 a?os, sometieron al PCE cuya Secretar¨ªa General ¨¦l desempe?¨® a lo largo de 22 a?os.
En tan dilatada etapa, el l¨ªder comunista intent¨® rodearse siempre de personas leales, habida cuenta de la prolongada cultura conspiratoria intramuros de los partidos comunistas cebada bajo la impronta de Stalin, al que Carrillo conoci¨® personalmente en Mosc¨² en 1948 en una reuni¨®n en la que se hallaban presentes Dolores Ibarruri y su compa?ero Manuel Ant¨®n, entre otros dirigentes comunistas espa?oles.
Poco antes de aquel encuentro en Mosc¨², el PCE hab¨ªa pedido al mariscal Tito de Yugoslavia aviones para enviar y lanzar paracaidistas comunistas espa?oles a Espa?a, demanda que no prosper¨® habida cuenta del contexto de Guerra Fr¨ªa en que Europa se hallaba. Ya en Mosc¨², Stalin pregunt¨® a los comunistas espa?oles d¨®nde se encuadraban los trabajadores en Espa?a. Al recibir respuesta, Stalin les sugiri¨® que el PCE se infiltrase en los sindicatos verticales franquistas para hacerse con su direcci¨®n y trocarla por otra, de cu?o progresista, descartando as¨ª impl¨ªcitamente la v¨ªa guerrillera.
Glamour rojo
En Par¨ªs, Carrillo gustaba de mantener lazos de amistad con personajes con proyecci¨®n e imagen, como el cineasta y cantante Ives Montand y su esposa, la actriz Simone Signoret, muy amigos tambi¨¦n del intelectual Juan Goytisolo. Para Santiago Carrillo, la amistad y la pol¨ªtica estuvieron siempre o muy cerca o muy lejos. As¨ª, entre sus amigos m¨¢s cercanos destac¨® en un principio y hasta su expulsi¨®n del PCE, Fernando Claud¨ªn, unido a ¨¦l desde la etapa en que ambos guiaron hacia el comunismo a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Una amistad muy estrecha, tal vez la m¨¢s intensa seg¨²n sus allegados, mantuvo Carrillo con Federico Melchor, cofundador tambi¨¦n de las JSU, quien fuera director de Mundo Obrero y dirigente del PCE.
De su c¨ªrculo inmediato formaron parte en Par¨ªs algunos veteranos, como Santiago ?lvarez, Ram¨®n Mendezona, director de Radio Espa?a Independiente, o Ignacio Gallego, que acabar¨ªa distanci¨¢ndose de ¨¦l y fundando un partido propio, el PCPE, al que se unir¨ªa la actriz Marisol, y ya en el interior, Francisco Romero Mar¨ªn, alias ¡°Tanque¡± y Sim¨®n S¨¢nchez Montero, en una primera etapa. Por otra parte, cont¨® con la enemistad declarada de Enrique L¨ªster, prestigioso militar comunista en la Guerra Civil, que protagonizar¨ªa una de las distintas escisiones que impugnaron su liderazgo por razones pol¨ªticas o ideol¨®gicas.
Tras los acontecimientos del Mayo franc¨¦s, el derrocamiento de Salvador Allende en Chile y la Operaci¨®n Gladio, un montaje de la CIA para yugular militarmente el giro pol¨ªtico hacia la izquierda en el Sur de Europa, un hermano de Santiago dirigi¨® administrativamente en Ruman¨ªa, en las inmediaciones del lago Szav¨®, una Escuela Militar comunista. Varios otros expertos militares, como Pere Ciutat, Vicente Cazcarra y un cuadro pol¨ªtico de apellido Soliva, dedicaron cierto tiempo al adiestramiento militar de decenas de cuadros comunistas, con miras a crear ¡°la defensa de la clase trabajadora ante un eventual golpe militar fascista a la muerte de Franco, si los caminos pac¨ªficos a la democracia se cerraban¡±, seg¨²n reconoce Armando L¨®pez Salinas, de 86 a?os, entonces miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del PCE. La disoluci¨®n de esta escuela militar fue una de las claves menos conocidas de la Transici¨®n. Ciutat hab¨ªa participado, con el grado de comandante, en la creaci¨®n del ej¨¦rcito cubano tras el triunfo de la revoluci¨®n de Fidel Castro. Otros cuadros militares comunistas hab¨ªan asesorado al ej¨¦rcito de Vietnam del Norte.
Semanas estivales en la Costa Azul
Santiago Carrillo, ya en los a?os sesenta, pas¨® algunas semanas estivales en una finca de la Costa Azul propiedad del mecenas procomunista Teodulfo Lagunero, catedr¨¢tico de Derecho Hipotecario en Valladolid, que se hizo multimillonario como promotor de una de las primeras urbanizaciones de fin de semana en Guadalajara, Nueva Sierra de Madrid, a la saz¨®n la m¨¢s grande de Espa?a. Esta urbanizaci¨®n ser¨ªa inaugurada por Manuel Fraga Iribarne, ministro de Informaci¨®n y Turismo con Franco, a sabiendas de las inclinaciones ideol¨®gicas del promotor. Tambi¨¦n en un lujoso autom¨®vil de su amigo Lagunero y con ¨¦l al volante, Carrillo, provisto de una peluca confeccionada por Eugenio Arias, peluquero, confidente y amigo de Pablo Picasso -amigo del PCE y de Carrillo- cruz¨® la frontera franco-espa?ola e ingres¨® clandestinamente en Espa?a meses antes de la legalizaci¨®n del PCE el S¨¢bado Santo de 1977.
Ya en Madrid, Carrillo supo rodearse de un equipo de j¨®venes de su absoluta confianza que configuraba su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo: en ¨¦l destacaban Bel¨¦n Pini¨¦s, abogada, sobrina del representante espa?ol ante Naciones Unidas, Jaime de Pini¨¦s; Bel¨¦n profes¨® siempre a Carrillo una lealtad a toda prueba; los hermanos Mullor: ?ngel, economista, redactor¨Cjefe de Mundo Obrero (MO); Antonio, tambi¨¦n periodista de MO y Elena Mullor, profesora universitaria. Entre sus delfines pol¨ªticos figuraron los desaparecidos Enrique Curiel y Pilar Brabo, as¨ª como Jaime Ballesteros, que cuenta hoy 80 a?os. Fuera del PCE, Carrillo trab¨® estrechos lazos de amistad con Miguel Herrero de Mi?¨®n, ponente constitucional, y con Rodolfo Mart¨ªn Villa, ministro del Interior con Adolfo Su¨¢rez. Cinco militantes de su ¨²ltima formaci¨®n pol¨ªtica PTE-Unidad Comunista, integrada en el PSOE, han compartido su amistad hasta su postrera despedida, entre otros el l¨ªder sindical Juli¨¢n Ariza y el ingeniero Adolfo Pi?edo.
Un habano sorprendente
?ngel Mullor cuenta una an¨¦cdota sorprendente: ¡°Un d¨ªa, al regreso de una tensa reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo del PCE en la sede madrile?a de la calle de Castell¨®, Santiago nos reuni¨® a su grupo de ¨ªntimos y nos dijo: ¡°acabo de dimitir de la Secretar¨ªa General del PCE y esto hay que celebrarlo¡±; entonces, nos reparti¨® unos habanos coh¨ªbas y nos los fumamos a su salud. Lo curioso es yo no fumaba¡±, confiesa ¡°pero no me atrev¨ª a dec¨ªrselo y agarr¨¦ un coloc¨®n de cuidado¡±, recuerda con una sonrisa Mullor, de 64 a?os, que tras abandonar el PCE llegar¨ªa a ser director general y consejero-delegado de la compa?¨ªa a¨¦rea Iberia.
¡°Para colocones el que sufri¨® Santiago Carrillo cuando vino a Andaluc¨ªa a apoyar mi candidatura como n¨²mero 1 de la lista por C¨®rdoba¡±, rememora Antonio Kindel¨¢n, soci¨®logo y polit¨®go. ¡°Resulta que, poco antes de comenzar un mitin electoral en mi campa?a, nos dijeron que Carrillo se hab¨ªa quedado sin voz¡±, explica Kindel¨¢n. ¡°Sin perder un minuto, llam¨¦ a una persona muy conocida m¨ªa, m¨¦dico, que acudi¨® al hotel donde se hospedaba Santiago y all¨ª mismo le inyect¨® velozmente un urbas¨®n: antes de que terminaran de inyectarle, Carrillo comenz¨® a hablar por los codos y el mitin fue un ¨¦xito¡±. Olga Alonso, esposa de Kindel¨¢n y pintora, recuerda tambi¨¦n que, en aquella fecha, se hallaba embarazada. ¡°?Es tu tercer hijo? Le pregunt¨® Santiago Carrillo. ¡°S¨ª¡±, respondi¨® la futura madre. ¡°Pues cuidado con el segundo¡±, le advirti¨®, para alertarle, como padre de tres hijos, los tres varones, por los enfadillos infantiles que suelen contraer los ni?os a la llegada de nuevos hermanos.
Gratitud suprema
La suprema gratitud pol¨ªtica que Santiago expres¨® nunca a nadie fue a Domingo Malag¨®n, un pintor vocacional convertido en extraordinario falsificador, que consagr¨® su vida a falsificar los documentos de identidad, pasaportes y permisos para la organizaci¨®n clandestina del Partido Comunista de Espa?a. Malag¨®n residi¨® durante a?os en Francia, en el ¨¢rea de Toulouse, cerca de la frontera espa?ola y ha muerto meses atr¨¢s en Parla, donde viv¨ªa, incluso ocult¨® su parentesco real a sus familiares m¨¢s pr¨®ximos por mor de guarecer la clandestinidad de un partido que llegar¨ªa a contar con centenares de cuadros y miles de militantes. El h¨¢bil artesano de las tintas recibir¨¢ en la pr¨®xima semana un homenaje durante la fiesta anual del PCE.
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