La espontaneidad como estilo pol¨ªtico
Los ciudadanos valoran la capacidad de decir lo que piensa de la expresidenta madrile?a
Pocas figuras hay, en nuestra escena pol¨ªtica, con el gancho popular de Esperanza Aguirre. A nadie deja indiferente. Provoca tanto adhesiones entusiastas como igualmente entusiastas rechazos. Lo cual, electoralmente, tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pues enfervoriza casi por igual a partidarios y oponentes. En todo caso, unos y otros coinciden en reconocerle sin ambages una serie de importantes cualidades pol¨ªticas: capacidad de liderazgo (que la ciudadan¨ªa punt¨²a con un 6.7, que alcanza el 8.4 entre los votantes populares pero que queda tambi¨¦n en un 5.6 entre los votantes socialistas), fidelidad a su partido (6.3), ideas claras (6.2), sinceridad (5.4) y competencia (5.4). M¨¢s matizadas, y polarizadas, son en cambio las evaluaciones ciudadanas sobre otros dos rasgos de la todav¨ªa Presidenta de Madrid: su capacidad de inspirar confianza, que merece una puntuaci¨®n media de 4.5 pero que es de 7.8 entre los votantes del PP y de solo 3.4 entre los del PSOE; y su preocupaci¨®n por ¡°la gente como usted¡±, que es puntuada, globalmente, con un 4.0 pero que merece un 6.9 a los votantes populares y solo un 1.9 a los socialistas.
De todas estas puntuaciones, quiz¨¢ la m¨¢s llamativa es la referida a la sinceridad (¡°dice lo que verdaderamente piensa¡±), atributo rara vez reconocido a un pol¨ªtico y que sus correligionarios punt¨²an con un 7.6 y los votantes del PSOE con un apreciable 4.0. La espontaneidad (que propicia, sin duda, esas meteduras de pata que Esperanza Aguirre dice lamentar especialmente) es la otra cara de la sinceridad y ambos rasgos suelen aparecer como los directamente opuestos al c¨¢lculo, la simulaci¨®n o la hipocres¨ªa. Lo que sin duda explica la simpat¨ªa de base (o, al menos, la falta de recelo) que por encima de la mayor, menor o nula afinidad ideol¨®gica con ella parece inspirar Esperanza Aguirre a la ciudadan¨ªa. ¡°Se la ve venir¡±, ¡°con ella se sabe qu¨¦ se puede esperar¡±, suele o¨ªrse a su respecto. Y de ah¨ª, probablemente, que el 54% de los espa?oles consideren que su marcha de la pol¨ªtica represente una p¨¦rdida importante para su partido y un 64% que lo suponga concretamente en Madrid. Y tambi¨¦n que, en un momento como el actual de hondo desafecto ciudadano hacia la clase pol¨ªtica, su trayectoria merezca, en conjunto, una puntuaci¨®n media de 5.4, por m¨¢s que en este holgado aprobado pueda estar influyendo en alguna medida la usual generosidad de nuestra sociedad hacia quienes, tras una intensa y prolongada vida de servicio p¨²blico, optan retirarse voluntaria e inesperadamente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.