Rajoy en la ONU: ¡°Se han perdido demasiados a?os sobre Gibraltar¡±

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se present¨® ante la Asamblea General de Naciones Unidas como un firme defensor del multilateralismo, ¡°comprometido con la paz y seguridad internacionales, con la promoci¨®n y defensa de los derechos humanos y con la b¨²squeda de un desarrollo sostenible¡±. No pod¨ªa ser de otro modo, pues el jefe del Ejecutivo aprovech¨® su estreno en la cita anual de la ONU para lanzar la candidatura de Espa?a como miembro no permanente del Consejo de Seguridad en el bienio 2015-2016.

Al igual que hizo el entonces presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en 2004, cuando habl¨® por vez primera ante Naciones Unidas, Rajoy no se olvid¨® del contencioso de Gibraltar. Tras subrayar que ¡°entre pa¨ªses amigos y aliados, como son Espa?a y el Reino Unido, un di¨¢logo directo y sincero debe permitir superar cualquier diferencia¡±, realiz¨® un llamamiento a Londres para reanudar las conversaciones bilaterales sobre la soberan¨ªa de la colonia, acordado en 1984 e interrumpido desde 2002. ¡°Hemos perdido ya demasiados a?os¡±, apostill¨®.

Al presidente no le ayud¨® el horario porque tuvo intervenir ante la Asamblea General de la ONU al final de una agotadora jornada en la que le precedieron en la tribuna m¨¢s de 30 oradores. Pero no se arredr¨® por ello, como tampoco tuvo inconveniente en presumir de las generosas contribuciones econ¨®micas realizadas por su predecesor, el socialista Rodr¨ªguez Zapatero, a los programas de Naciones Unidas (el PNUD, ONU Mujer o Unidad en la Acci¨®n), obviando que su Gobierno las ha recortado dr¨¢sticamente. Incluso recogi¨® la bandera levantada por Zapatero en favor de una moratoria universal de la pena de muerte y, aunque no mencion¨® expresamente la Alianza de Civilizaciones, antes denostada por su propio partido, dej¨® claro que no se apear¨¢ de la misma.

Asegur¨® que Espa?a seguir¨¢ contribuyendo ¡°en la medida de sus posibilidades¡± a las operaciones de paz de la ONU; sugiri¨® que se mantendr¨¢ la presencia de tropas en Afganist¨¢n despu¨¦s de 2014, cuando debe concluir la actual misi¨®n de la OTAN; y respald¨® una eventual intervenci¨®n militar en el norte de Mali, bajo control de ¡°grupos terroristas¡±, pero subrayando que ¡°debe contar con el decidido apoyo de los pa¨ªses de la regi¨®n y ser liderada por los propios malienses¡±.

Respecto al S¨¢hara, reiter¨® la apuesta de Espa?a por una soluci¨®n ¡°duradera, justa y mutuamente aceptable que prevea la libre determinaci¨®n del pueblo saharaui¡±, de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas.

Mariano Rajoy no aludi¨® a la crisis econ¨®mica mundial, que tiene en Europa, y particularmente en Espa?a, su epicentro. A mejorar la maltrecha imagen de Espa?a dedic¨® la reuni¨®n que mantuvo a media tarde con el consejo editorial del The Wall Street Journal, uno de los rotativos econ¨®micos m¨¢s influyentes del mundo. No se sabe si fue lo bastante persuasivo. The New York Times, que el lunes recibi¨® la visita del Rey, public¨® en primera p¨¢gina un demoledor reportaje sobre Espa?a ilustrado con la foto en blanco y negro de un desempleado rebuscando comida en un contenedor de basura.

M¨¢s favorable ser¨¢ con toda seguridad el auditorio del Americas Society / Council of the Americas, un club volcado en potenciar las relaciones con Am¨¦rica Latina, donde le escuchar¨¢n hoy los asistentes previo pago de 150 d¨®lares (75 los socios). Rajoy podr¨¢ anunciarles que la pr¨®xima Cumbre Iberoamericana de C¨¢diz ser¨¢ un ¨¦xito, despu¨¦s de que el presidente de Paraguay, Federico Franco, le confirmase ayer que renuncia a acudir a la cita, despejando as¨ª la amenaza de boicot por sus vecinos de Mercosur y Unasur, que consideran ileg¨ªtima la destituci¨®n de su antecesor, Fernando Lugo. Tanto la presidenta argentina, Cristina Fern¨¢ndez, como la de Brasil, Dilma Rousseff, hab¨ªan amenazado con no acudir.