El Tribunal Supremo absuelve al clan Jodorovich de tr¨¢fico de drogas y armas
La polic¨ªa burl¨® el sobreseimiento de un juzgado y llev¨® el caso a otro
El Tribunal Supremo ha absuelto a todos los integrantes del clan Jodorovich, una familia de traficantes de drogas y armas que operaba en Catalu?a y que fue condenada en 2011 a un centenar de a?os de prisi¨®n. El Supremo ha anulado las intervenciones telef¨®nicas y los registros domiciliarios porque la polic¨ªa, para eludir la negativa a prorrogar las escuchas telef¨®nicas autorizadas inicialmente por un juzgado de Santa Coloma, denunci¨® los hechos ante un juzgado de Barcelona que sigui¨® la investigaci¨®n sin tener conocimiento de la investigaci¨®n previa. El Supremo ha decretado la absoluci¨®n de los nueve integrantes del clan, pero ha ordenado mantener el comiso de las armas y las drogas que les fueron intervenidas.
El clan de los Jodorovich, un apellido que lleva casi cuatro d¨¦cadas ligado al submundo del crimen organizado en Barcelona, fue juzgado y condenado en noviembre de 2011 a duras penas de prisi¨®n. El patriarca del clan, Aquilino Montero Jodorovich, recibi¨® una condena de 19 a?os y medio por tr¨¢fico de drogas y dep¨®sito de armas de guerra. Los dem¨¢s integrantes fueron sentenciados a penas de entre 14 y siete a?os de prisi¨®n.
La polic¨ªa intervino en varios registros diversas cantidades de coca¨ªna y hach¨ªs y un arsenal de armas de guerra: subfusiles autom¨¢ticos Skorpion, Kal¨¢shnikov, Erma y Cobray; rifles y pistolas Llama, Smith & Wesson, Norinco, Remington, etc¨¦tera, as¨ª como granadas de mano, escopetas, catanas y abundante munici¨®n. La familia era titular de hasta 19 sociedades, a t¨ªtulo personal y a trav¨¦s de testaferros.
El Supremo considera que carece de justificaci¨®n que el Juzgado de Instrucci¨®n 4 de Santa Coloma decretase el sobreseimiento provisional del caso tras m¨¢s de ocho meses de escuchas telef¨®nicas, y transcurrido un breve periodo de tiempo, las mismas unidades policiales denunciasen los mismos hechos en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 9 de Barcelona, sin poner en su conocimiento la instrucci¨®n anterior.
Seg¨²n la Sala Penal, la polic¨ªa falt¨® al principio de buena fe y actu¨® en fraude de ley buscando un efecto procesal que no se hab¨ªa obtenido en otro juzgado, ocultando al nuevo la existencia del procedimiento anterior. En definitiva, al haber ocultado el resultado de la instrucci¨®n seguida en el juzgado de Santa Coloma y la denegaci¨®n de las pr¨®rrogas de las escuchas interesadas por la polic¨ªa, se impidi¨® al Juzgado de Instrucci¨®n 9 de Barcelona el debido control de la naturaleza, conveniencia y oportunidad de las intervenciones telef¨®nicas y se vulner¨® la garant¨ªa constitucional al secreto de las comunicaciones.
La sentencia declara, sin embargo, que la invalidez de las pruebas ¡°no supone la negaci¨®n absoluta del hecho que pretend¨ªan acreditar, sino la imposibilidad de utilizar las mismas¡±, por lo que al no haber prueba v¨¢lida, anula las intervenciones telef¨®nicas y los registros y decreta la absoluci¨®n de todos los miembros del clan Jodorovich por vulneraci¨®n del derecho a su presunci¨®n de inocencia.
Durante el juicio, celebrado en la Audiencia de Barcelona, los Jodorovich se negaron a contestar al fiscal y sostuvieron que todas sus actividades eran l¨ªcitas. El patriarca, Aquilino Montero, afirm¨® que pose¨ªa cinco camiones y era due?o de dos bares y una carnicer¨ªa en la Zona Franca, el barrio desde el que, seg¨²n los investigadores, controlaban el tr¨¢fico de drogas de Barcelona. Preguntados por las drogas y las armas, los Jodorovich negaron la mayor: uno especific¨® que ten¨ªa permiso de armas y otro neg¨® que la balanza de precisi¨®n que le encontraron fuera para preparar drogas.
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