El cabecilla de la red: ¡°Los Guggenheim son mi sue?o¡±
Gao Ping guardaba 5,3 millones en su nave Su galer¨ªa de arte particip¨® en dos ediciones de la prestigiosa Arco
A Gao Ping le gusta mucho el marisco. Gallego. De Cambados. Iba habitualmente a un mes¨®n gallego de Fuenlabrada (Madrid) a tomar mariscadas y buenos vinos mientras negociaba. ¡°Pero miraba mucho la peseta, bueno, el euro¡±, dice la encargada. ¡°Yo creo que sol¨ªan invitarle. Con chinos no sol¨ªa venir. Normalmente eran espa?oles y extranjeros. Es una persona muy agradable, pero s¨ª se ve¨ªa que era un hombre poderoso: uno de los due?os de Cobo Calleja¡±. En este pol¨ªgono industrial, Gao ¡ªdetenido ayer como presunto l¨ªder de la red de crimen organizado chino que ha blanqueado unos 1.200 millones en los ¨²ltimos a?os¡ª, ten¨ªa el centro de sus operaciones comerciales: la venta al por mayor. Algo habitual en el mayor hipermercado del Todo a 100 en Europa.
Sus negocios iban viento en popa, a juzgar por la cantidad de dinero que la polic¨ªa hall¨® en una de sus naves industriales: exactamente 5.300.000 euros en efectivo. Los agentes tardaron varias horas en contarlo; no pod¨ªan creer el incre¨ªble n¨²mero de billetes que iban apareciendo ante sus ojos. Pero Gao, en Espa?a desde 1989, no se dedicaba solo a la venta al por mayor. No quer¨ªa pasar a la historia como comerciante. Su ambici¨®n era otra: el arte.
Gao Ping ¡ªpara muchos, Alberto¡ª, original de Qingtian, ciudad de la provincia costera de Zhejiang, de la que proceden la mayor¨ªa de los emigrantes chinos en Espa?a, aspiraba a emular a los Guggenheim, la familia de industriales y fil¨¢ntropos estadounidenses que comenz¨® importando bordados de su Suiza natal a mediados del siglo XIX para amasar fortuna m¨¢s tarde con la miner¨ªa y las fundiciones. ¡°La vida de los Guggenheim es mi sue?o. China est¨¢ en su momento ¨¢lgido, es su turno, y este es el entorno perfecto para cumplir tus deseos. En 10 o 20 a?os, debemos tener un sitio en el mundo¡±, declaraba a este peri¨®dico en 2008 en Pek¨ªn, cuando inaugur¨® el Centro de Arte Contempor¨¢neo Iberia, uno de los mayores espacios privados dedicados al arte de la capital china. En la primera exposici¨®n participaron renombrados artistas locales como Ai Weiwei o Zhao Bandi, y espa?oles, como Isabel Mu?oz y Ouka Lele.
Fue el arranque de las actividades de esta fundaci¨®n, instalada en el llamado distrito 798, un conjunto de antiguas f¨¢bricas de electr¨®nica militar. ¡°Este centro es un puente entre los dos pa¨ªses¡±, afirmaba. En febrero de ese a?o hab¨ªa abierto una galer¨ªa de 700 metros cuadrados en Madrid, Magee, junto al Reina Sof¨ªa.
¡°La intenci¨®n es exponer a artistas j¨®venes chinos en Espa?a, y a Pek¨ªn queremos traer a artistas consagrados como Dal¨ª. La gente conoce la econom¨ªa de China, pero no su cultura. Y el conocimiento del arte contempor¨¢neo chino es fundamental para comprender la transformaci¨®n del pa¨ªs¡±, explicaba a EL PA?S. Vestido con traje oscuro de rayas, corbata rosa de lunares y reloj Rolex de oro y acero, Gao no plasmaba la imagen del fil¨¢ntropo occidental cultivado. Pero ten¨ªa paciencia. ¡°Si no llego yo, lo har¨¢n mis hijos, o mis nietos¡±.
Se remontaba a principios del siglo XX para explicar c¨®mo hab¨ªa llegado a invertir en China a partir del grupo de empresas, que, de forma silenciosa, hab¨ªa creado su familia en Fuenlabrada (Madrid), desde donde importa y exporta a toda Europa bolsos y otros productos de Todo a 100. ¡°Mi abuelo emigr¨® a Italia desde Zhejiang alrededor de 1905. Durante la I Guerra Mundial, volvi¨® a China. Pero en 1979 mi familia se fue otra vez a Italia. De all¨ª, pas¨® a Espa?a, y se instal¨® en Sevilla, donde comenz¨® vendiendo corbatas y gafas. Unos a?os despu¨¦s, abri¨® un restaurante. En 1985, mi padre se traslad¨® a Sevilla. Tambi¨¦n mis t¨ªos emigraron, y el n¨²mero de restaurantes aument¨® hasta cuatro o cinco¡±.
Gao lleg¨® a Espa?a en 1989. Cuatro a?os despu¨¦s, comenz¨® el negocio de importaciones en Madrid. El emprendedor, que no finaliz¨® sus estudios universitarios de administraci¨®n de empresas, aunque sigui¨® otros cursos posteriormente en las Universidades de Shanghai y Pek¨ªn, posee numerosos intereses econ¨®micos en China: una f¨¢brica de muebles de 120.000 metros cuadrados en Hangzhou (Zhejiang), que exporta a Estados Unidos y Europa; un hotel de tres estrellas en la provincia central de Hubei...
Su aparici¨®n en el mundo del arte contempor¨¢neo espa?ol se produjo en Arco en 2007. Lo hizo con una pieza en formato de v¨ªdeo de uno de los creadores emergentes chinos. Despu¨¦s, en la edici¨®n de 2011 present¨® obras de Gu Wenda, Jin Shi y Li Qing, tres creadores que, en opini¨®n de Carlos Urroz, el director de la feria, ofrec¨ªan un alto nivel de calidad y novedad. En esa edici¨®n dio a conocer la revista especializada Art in China con textos en ingl¨¦s y espa?ol. En cambio, en la pasada edici¨®n, su galer¨ªa madrile?a Gao Magee no fue admitida por el comit¨¦ de selecci¨®n. ¡°Espor¨¢dicamente hac¨ªan exposiciones interesantes, pero carec¨ªan de plan¡±, aclara Urroz, quien a?ade que Gao gestion¨® sus solicitudes siempre como gestor cultural. ¡°Aqu¨ª no hay entrevistas personales en despachos. Que la gente no fantasee con maletines¡±, bromea.
Tercero de cinco hermanos, todos los cuales viven en Espa?a, tiene dos hijos y una hija, y una parentela extensa en su tierra de adopci¨®n, donde las empresas de ¡°la familia¡± patrocinan el equipo de f¨²tbol de Fuenlabrada. El concejal de Seguridad Ciudadana de este municipio, el socialista Jos¨¦ Borr¨¢s, fue detenido el martes.
En Fuenlabrada tiene la base de sus operaciones comerciales, y ha tenido una fruct¨ªfera relaci¨®n con el centro de arte del Ayuntamiento. ¡°Firmamos un convenio en 2008 con el centro Iberia-Beijing que finaliz¨® en 2011 y que no se ha renovado¡±, explica la concejal de cultura, Isabel Mar¨ªa Barrientos. ¡°Pero no por nada, sino porque ya se hab¨ªa agotado. El proyecto ha sido interesant¨ªsimo. Gao nos propuso traer artistas chinos aqu¨ª y llevar a espa?oles a China, consolidados o no. ?l becaba a artistas j¨®venes en su pa¨ªs... parec¨ªa amar realmente el arte¡±. Barrientos asegura que la relaci¨®n ha sido siempre impecable. Y que Gao, personalmente, le parec¨ªa muy normal y familiar.
Los jueces tendr¨¢n que determinar ahora si el fil¨¢ntropo amante del arte, como sostiene la polic¨ªa, estaba en la pir¨¢mide de una red criminal que blanqueaba centenares de millones de euros y no dudaba en sobornar, coaccionar y amenazar para lograr sus prop¨®sitos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.