El ¡®emperador¡¯ Gao controlaba decenas de empresas y sicarios para lavar dinero
El rey de los bazares manejaba una banda con extorsionadores dirigidos por su escolta Manten¨ªa una trama en Italia y su familia en China le gestionaba el dinero Pese a su alto nivel de vida, Gao Ping apenas ten¨ªa dinero en el banco
Un enorme chal¨¦ en Somosaguas (Madrid), coches de lujo, una galer¨ªa de arte, decenas de sociedades de importaci¨®n-exportaci¨®n y venta de ropa, contactos con pol¨ªticos al m¨¢s alto nivel... Pero, a pesar de su enorme tren de vida, y de que evidentemente era una de las personas m¨¢s poderosas de la comunidad china, Gao Ping, el presunto l¨ªder de la organizaci¨®n criminal china desarticulada el martes y que blanqueaba entre 200 y 300 millones de euros al a?o, no ten¨ªa apenas nada en el banco. Fue as¨ª como los agentes de la brigada de crimen organizado de la Polic¨ªa Nacional lo pusieron en el punto de mira hace tres a?os. Gracias a sus investigaciones descubrieron que su red cobraba de la inmensa mayor¨ªa de bazares chinos abiertos en el pa¨ªs. En mayor o menor medida, se?ala la polic¨ªa, casi todos acababan pagando algo a Gao, lo supieran o no.
Detr¨¢s de todo hay una compleja red que incluye un sistema de sicarios y extorsionadores al servicio de la empresa, montado por el exguardaespaldas de Gao, Hai Bo; una trama de blanqueo con intermediarios espa?oles, israel¨ªes y holandeses que buscan empresas que deseen a su vez lavar su propio dinero negro a trav¨¦s de los chinos; otra red paralela de blanqueo en Italia; dinero de origen il¨ªcito que volv¨ªa a China a manos de la familia Gao (lo recib¨ªan su padre, X. C. X., y su hermana, C. W.); relaciones empresariales dentro de la familia (la mujer de Gao, Lizhen Yang, y dos de los hermanos de esta tambi¨¦n est¨¢n implicados en la trama, personalmente y a trav¨¦s de sociedades); funcionarios p¨²blicos involucrados... Un sistema perfectamente engrasado, en el que cada grupo cumpl¨ªa su cometido como un reloj.
El imperio de Gao Ping se fragu¨® a trav¨¦s de la importaci¨®n de productos desde su pa¨ªs. La mercanc¨ªa, consistente en ropa falsificada de distintas marcas, juguetes con el sello de seguridad de la Comunidad Europea y tabaco, entre otras cosas, llegaba a los puertos de Barcelona y Valencia en contenedores. Una vez all¨ª, parte de esos bienes no se declaraban al entrar, o se declaraban por un valor mucho menor del real. Despu¨¦s, se vend¨ªa en efectivo al por mayor en las naves de Cobo Calleja (Fuenlabrada) y otros pol¨ªgonos industriales, como el de Arganda del Rey (ambos en Madrid). Esas operaciones generaban una masa ingente de dinero negro que despu¨¦s la red de Gao enviaba de vuelta a China, al margen de los cauces legales para pagar a los proveedores, para reinvertirlo en propiedades y negocios de todo tipo en ese pa¨ªs. En su pa¨ªs de origen, su padre y su hermana se encargaban de la gesti¨®n de las remesas de dinero que llegaban.
?C¨®mo se hac¨ªa el blanqueo? A trav¨¦s de distintos m¨¦todos, grupos y trabajadores al servicio de la organizaci¨®n de Gao, quien a su vez ten¨ªa un entramado empresarial formado por una quincena de sociedades: Wooden Horse Press, Novena Finca S. L., Espacio Tao, International Trade City Import-Export, la galer¨ªa de arte Magee ¡ªa trav¨¦s de la cual dec¨ªa ejercer sus labores filantr¨®picas como amante del arte¡ª, la Asociaci¨®n de Compa?¨ªas Comerciales Chinas... Su esposa, Lizhen Yang, tambi¨¦n detenida y con un relevante papel en la organizaci¨®n, aparece en el organigrama de 11 sociedades ¡ªen algunas coincide con su marido¡ª. Dos de sus hermanos, supuestamente tambi¨¦n parte de la red, aparecen vinculados a algunas de las empresas de Gao (como Gold City y Nuevo City Gran Oriental).
Para que el ciclo completo funcionara hac¨ªa falta asegurar que todos los elementos colaboraran en la medida en la que fueran requeridos. Para ello estaba Hai Bo, el l¨ªder de una de las ramas de la organizaci¨®n, que en origen hab¨ªa sido guardaespaldas de Gao Ping. De escolta pas¨® a dedicarse a ¡°la extorsi¨®n y comisi¨®n de delitos de coacciones, amenazas, delitos contra la vida e integridad de las personas e incluso trata de seres humanos¡±, seg¨²n un escrito de Anticorrupci¨®n. B¨¢sicamente, se dedicaba a tres cosas: proteger a Gao Ping y a su familia, extorsionar a los trabajadores que necesitaban para hacer env¨ªos de dinero a China o a otros pa¨ªses y amenazar a quienes ten¨ªan deudas con la red y no pagaban a tiempo.
El hermano y la madre de Gao recib¨ªan el dinero en China
La banda contaba, adem¨¢s, con un servicio que Anticorrupci¨®n califica de ¡°pr¨¦stamo extrabancario¡±. Fue uno de los primeros hallazgos de los investigadores, all¨¢ por 2009. La organizaci¨®n se val¨ªa de la situaci¨®n irregular y de la falta de dominio del idioma de muchos de los integrantes de la comunidad china para concederles cr¨¦ditos a intereses leoninos. Los agentes aseguran que el dinero llegaba a entregarse al 6% y a los que no pagaban los amenazaban, extorsionaban y coaccionaban a trav¨¦s de sus familias en China. La polic¨ªa ha recibido denuncias de alg¨²n extorsionado que asegur¨® que miembros de la red hab¨ªan asesinado y hecho desaparecer a otro compa?ero en su misma situaci¨®n que no pudo pagar a tiempo.
Desde 2006, los agentes conoc¨ªan que uno de los m¨¦todos de trasladar dinero a China eran los propios viajes de los miembros de la organizaci¨®n a su pa¨ªs, que se llevaban su dinero en las maletas. El propio Gao Ping fue interceptado en el aeropuerto de Barajas, junto a su esposa y su suegra, con grandes cantidades de dinero. Tambi¨¦n fueron descubiertos otros trabajadores de otras empresas de la trama con bolsas cargadas de billetes. Uno de ellos llevaba encima casi 380.000 euros.
El sistema era arriesgado, as¨ª que la red se volc¨® en otro m¨¦todo de blanqueo, que la polic¨ªa denomina el pitufeo. Las grandes cantidades de dinero en efectivo a blanquear se repart¨ªan entre cientos de personas que enviaban peque?as remesas desde locutorios y empresas de env¨ªo de dinero como Moneygram o Western Union. Las cantidades a las que tocaba cada uno nunca superaban los 3.000 euros, el l¨ªmite que hace saltar las alarmas del Servicio de Prevenci¨®n del Blanqueo de Capitales (Sepblac). ¡°Tener grandes cantidades de efectivo en negro tiene dos riesgos: que te lo roben o que te lo intervenga la polic¨ªa. Por eso recurr¨ªan a este m¨¦todo de env¨ªo¡±, aseguran los investigadores.
Entre 2002 y 2007, seg¨²n Anticorrupci¨®n, la banda lleg¨® a enviar mediante este sistema unos 9,5 millones de euros. Y el m¨¦todo no solo se utilizaba en Espa?a. Los miembros de la organizaci¨®n viajaban tambi¨¦n desde Madrid en furgonetas y coches cargados de dinero hacia otros pa¨ªses como Portugal, Italia (donde la red manejaba otra trama paralela de blanqueo) o Hungr¨ªa, desde donde se repet¨ªa el mismo esquema. En otras ocasiones, esos veh¨ªculos viajaron directamente hasta pa¨ªses como Andorra, donde el dinero se ingresaba directamente en bancos y se enviaba a China mediante transferencias. Los investigadores hablan tambi¨¦n de contenedores enviados desde puertos espa?oles.
Pero las cantidades que deb¨ªan blanquear eran tan incre¨ªbles que no era suficiente con esos m¨¦todos. Adem¨¢s, montaron un sistema de blanqueo con empresas y ciudadanos espa?oles (o extranjeros que viven en Espa?a), que consist¨ªa en un mutuo beneficio: ellos blanqueaban y ayudaban a blanquear a los espa?oles. A estos les entregaban dinero en efectivo y sus sociedades, con cuentas abiertas en para¨ªsos fiscales, transfer¨ªan esa cantidad a bancos chinos a cambio de facturas falsas.
Un trabajador denunci¨® que la trama asesin¨® a su compa?ero
Aqu¨ª aparece otra de las ramas de la investigaci¨®n: el grupo encargado de organizar este sistema de blanqueo y de captar personas interesadas en Espa?a. Al frente, tres nombres: el empresario barcelon¨¦s Rafael Pallardo ¡ªcon cargos en cinco sociedades: Gold City (de Gao Ping), Compa?¨ªa Oriental de China, Bolsos Orientales y L¨ªnea Milano (todas ellas de venta al por mayor de prendas de vestir, art¨ªculos de uso dom¨¦stico y calzado) y la inmobiliaria Pallardo Patrimonial¡ª; la israel¨ª Malka Mamman; y un ciudadano holand¨¦s que no pudo ser detenido y que reside fuera de Espa?a. Por debajo de ellos, conseguidores de clientes que trabajaban para la trama.
El Gobierno y la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n sostienen que el negocio de Gao era tal ¡°que afectaba a la competitividad de Espa?a¡±. Miles de millones de euros en negro, sin declarar, permiten mantener precios muy bajos en los productos que llegan finalmente al consumidor. Pero el problema del crimen organizado es probar que hay una conexi¨®n en las actividades de decenas o centenares de ciudadanos que parecen actuar en la misma direcci¨®n.
Por eso la Audiencia Nacional no admiti¨® a tr¨¢mite la querella que le present¨® la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n a principios de 2010, varios meses despu¨¦s de que la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Polic¨ªa Nacional comenzara la investigaci¨®n. En esa querella se hablaba ya de Gao, y de su mujer, Lizhen Yang; y de su asesor, Pedro Guzm¨¢n Hern¨¢ndez; y de Hai Bo, supuestamente dedicado al cobro violento de deudas a trav¨¦s de sicarios en favor de Gao y otros investigados. Los cuatro han sido ahora detenidos. Pero, en aquel momento, el tribunal concluy¨® que ¡°la inferencia de una verdadera organizaci¨®n criminal¡± era ¡°muy endeble¡± y no acept¨® el caso.
Un ciudadano denunci¨® un robo de cinco millones en un coche
Las dificultades para atrapar a Gao permitieron a su banda operar ¡ªy blanquear unos 400 millones de euros m¨¢s¡ª durante los dos a?os siguientes. A sus 45 a?os ¡ªy hasta ahora¡ª, no hab¨ªa tenido demasiados problemas con la justicia: fue imputado en 2000 por un delito de des¨®rdenes p¨²blicos; investigado por la Unidad Central contra las Redes de Inmigraci¨®n y Falsedades Documentales (UCRIF) en 2005; y por la Unidad de Delitos Econ¨®micos y Fiscales (UDEF) en 2006. Nunca ha sido condenado ni procesado.
La polic¨ªa, a pesar del rev¨¦s de la Audiencia Nacional, no dej¨® de investigar. Estaba convencida de que se encontraba ante un important¨ªsimo grupo criminal organizado. El centro del negocio estaba claro: todo giraba en torno a las mercanc¨ªas de los Todo a Cien.
Mientras la UDYCO investigaba a Gao Ping y su presunta red de crimen organizado, la Unidad de Delitos Econ¨®micos y Financieros llevaba, desde 2010, su propia operaci¨®n contra el blanqueo de dinero por parte de ciudadanos chinos llamada Chequian. El origen fue la denuncia por parte de un ciudadano chino de un robo en un veh¨ªculo. Pero la investigaci¨®n, tras las primeras pesquisas, no se dirigi¨® al ladr¨®n, sino a la propia v¨ªctima. La cantidad sustra¨ªda ascend¨ªa nada menos que a cinco millones de euros. Cuando la polic¨ªa le pregunt¨® de donde proced¨ªa esa enorme cantidad de dinero en efectivo, el denunciante se neg¨® a responder. Dijo simplemente que su objetivo era pagar con ella determinadas mercanc¨ªas, seg¨²n los investigadores.
A ese suceso, que despert¨® las sospechas de los agentes, se sumaron las denuncias del Servicio Ejecutivo de Prevenci¨®n del Blanqueo de Capitales (Sepblac), considerado la unidad de inteligencia financiera espa?ola, dependiente del Ministerio de Econom¨ªa. Sus funcionarios descubrieron salidas de cantidades de efectivo muy importantes hacia China mediante el sistema del pitufeo.
Un miembro de la trama fue descubierto en Barajas con 380.000 euros
La organizaci¨®n descubierta por la Operaci¨®n Cheqian estaba liderada por cuatro empresarios chinos. El primero de ellos se dedicaba al contrabando de mercanc¨ªa mediante empresas de importaci¨®n-exportaci¨®n, a trav¨¦s de las que se consumaba el fraude fiscal mediante la venta al por mayor a minoristas, en la que tampoco se pagaban impuestos. El dinero negro se encargaban de moverlo otros dos empresarios dedicados a la gesti¨®n de los env¨ªos a China. El clan tambi¨¦n contaba con un entramado societario y testaferros que blanqueaban a trav¨¦s del sistema de compensaci¨®n, aunque en este caso no participaban espa?oles, solo chinos. En total, los detenidos el martes en el marco de la operaci¨®n Cheqian fueron 37, seg¨²n fuentes policiales. Las dos investigaciones, Emperador y Cheqian, se unieron, dando lugar a la mayor operaci¨®n contra el crimen organizado chino puesta en marcha en Espa?a.
La querella inicial de Anticorrupci¨®n, presentada a principios de 2010, se refer¨ªa tambi¨¦n a un tercer clan, liderado por el empresario chino W. H. Y. W. y del que formaban parte su hermano, su esposa, su primo, su cu?ada y su guardaespaldas y ch¨®fer. Como en el caso de Gao Ping, la organizaci¨®n se dedicaba a la distribuci¨®n y venta a comercios minoristas de ciudadanos chinos de productos de bazar y ropa falsificada, y tambi¨¦n era sospechoso de haber puesto en marcha un sistema de pr¨¦stamo y extorsi¨®n a miembros de esa comunidad.
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