El fondista en la tormenta

Los corredores de fondo tambi¨¦n esprintan, y cuando en el arranque de la campa?a la Operaci¨®n Pok¨¦mon y la marejada interna nublaban la l¨ªnea de meta, Pachi V¨¢zquez (Carballi?o, 1954) aceler¨® el paso. ¡°Nos agarramos al palo mayor y a atravesar la tormenta¡±, alent¨® a los suyos. Era lo que cab¨ªa esperar de quien ha hecho de estas elecciones auton¨®micas el cap¨ªtulo definitivo de su carrera. Todo o nada. La derrota le aconsejar¨ªa borrarse discretamente, pero la conquista de la Xunta obligar¨ªa a los cronistas a ensalzar la tenacidad de un dirigente que desafi¨® el desd¨¦n interno y externo, los malos augurios y a no pocas vacas sagradas del socialismo gallego. Todo a una carta.

La pol¨ªtica fue una vocaci¨®n tard¨ªa para el candidato socialista a la Xunta, que debut¨® con el CDS el mismo a?o que lo abandonaba Adolfo Su¨¢rez: 1991. Tardar¨ªa otros dos en ingresar en el PSdeG, y no precisamente en las de atr¨¢s, sino directamente como diputado del Parlamento de Galicia, para convertirse otros dos a?os despu¨¦s en alcalde de O Carballi?o (Ourense). Fue un doctorado de gesti¨®n, pero tambi¨¦n de exploraci¨®n de los sumideros de la Administraci¨®n en la brega diaria con Jos¨¦ Luis Baltar, el veterano dirigente del PP entonces al frente de la Diputaci¨®n. El cargo de portavoz socialista en el organismo provincial le convirti¨® en el antagonista del patriarca de poder omn¨ªmodo.

Un decenio despu¨¦s de estrenarse como alcalde, la pol¨ªtica auton¨®mica lo reclut¨® en 2005 como consejero de Medio Ambiente en el Gobierno bipartito, la coalici¨®n con el BNG que puso fin a 16 a?os de fraguismo. Lo hizo de la mano del entonces secretario general del PSdeG, Emilio P¨¦rez Touri?o, el mismo a quien siete a?os antes hab¨ªa discutido el liderazgo desde la candidatura de Miguel Cortizo en un hist¨®rico congreso celebrado en Ourense. V¨¢zquez gestion¨® sus competencias en la Xunta sin m¨¢s sobresaltos que el de las auton¨®micas de 2009, en las que Feij¨®o infligi¨® una derrota a socialistas y nacionalistas con la que nadie contaba.

Pero la verdadera carrera de V¨¢zquez comienza el 24 de abril de 2009 en Pontevedra, en el congreso en el que, de la mano del entonces vicesecretario general del PSOE, Jos¨¦ Blanco, se hizo con las riendas del partido con un 90% de apoyos. Tan reciente estaba la derrota electoral que todos vieron en ¨¦l a un l¨ªder de transici¨®n, a la espera de que Blanco o cualquier otro bar¨®n tomara los mandos del PSdeG. V¨¢zquez hizo como que s¨ª, pero ya sab¨ªa que no. Uno tras otro, fue apartando del camino a quienes desafiaron su autoridad. A veces de forma silenciosa, otras con estr¨¦pito, siempre contra pron¨®stico. Como en el ¨²ltimo congreso del partido, el pasado abril, cuando dobleg¨® por apenas 33 votos a una heterog¨¦nea alianza de detractores apadrinada por Blanco y liderada a ¨²ltima hora por Elena Espinosa. El anticipo de las elecciones le liber¨® de la pen¨²ltima etapa, la de unas primarias. Ya candidato, y lanzado como iba, solo le quedaba acelerar en medio del temporal agarrado al palo mayor.