Los sindicatos: ¡°La pol¨ªtica del Gobierno nos llevar¨¢ a un precipicio si no cambia¡±

Los sindicatos tienen muy claros los planes para hoy, 15 de noviembre, el d¨ªa despu¨¦s de la octava huelga general de la democracia. Redoblar¨¢n su campa?a para exigir al Gobierno un refer¨¦ndum sobre las pol¨ªticas de recortes, presupuestarios y de derechos. De la mano de la Cumbre Social, habr¨¢ recogida de firmas, asambleas, manifestaciones, concentraciones. Pero ayer tocaba que los l¨ªderes sindicales comenzaran sus discursos pidiendo una rectificaci¨®n. Lo hicieron: ¡°El Gobierno deber¨ªa proceder a una correcci¨®n intensa de los presupuestos. Por la huelga y porque incluso la Uni¨®n Europea le dice que son irreales. Estas cuentas van a deteriorar m¨¢s nuestro modelo social¡±, exigi¨® Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, secretario general de CC OO.

Pero las centrales saben ¡ªy tienen asumido¡ª que Mariano Rajoy no tiene intenci¨®n de rectificar. As¨ª que, a continuaci¨®n, reclamaron la consulta. ¡°Vamos a exigir la convocatoria del refer¨¦ndum. Si el presidente tiene confianza en sus fuerzas, que tenga agallas para convocar un refer¨¦ndum. Y as¨ª lo podr¨¢ comprobar¡±, desafi¨® el l¨ªder de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, quien, como Toxo y el secretario general de USO, Julio Salazar, se mostr¨® satisfecho con el seguimiento.

¡°Estamos agradecidos a los trabajadores que han seguido la huelga, en una situaci¨®n tan dif¨ªcil, con casi seis millones de parados. Exigimos un cambio rotundo de las pol¨ªticas del Gobierno; si no, nos llevar¨¢n al precipicio¡±, continu¨® analizando M¨¦ndez.

Precisamente porque est¨¢n convencidos de este ¨²ltimo enunciado, no temen los convocantes de la protesta que la falta de consecuencias inmediatas desanime a los ciudadanos. ¡°Crecer¨¢ la indignaci¨®n ciudadana activa¡±, vaticin¨® Toxo. ¡°No deseo que le pase al Gobierno como con los desahucios. Y no pretendo apuntarme un tanto que corresponde a la Plataforma de Desahucios. Pero el 14 de noviembre no es el final de ninguna etapa¡±.

Est¨¢ muy presente en la mente de los sindicatos lo que ha sucedido con los desahucios en las ¨²ltimas semanas. Lo consideran como un ejemplo. El movimiento c¨ªvico Stop Desahucios comenz¨® su oposici¨®n al desalojo de quienes dejaban de pagar sus hipotecas porque la crisis les hab¨ªa empujado a una situaci¨®n precaria hace tres a?os. En el ¨²ltimo mes, y despu¨¦s de tres suicidios, el problema le ha estallado al Gobierno y al PSOE, que hasta ese momento apenas hab¨ªan aplicado medidas cosm¨¦ticas al problema.

A esto unen la europeizaci¨®n ¡ªo m¨¢s bien, la coordinaci¨®n¡ª de la oposici¨®n a las pol¨ªticas de austeridad que se imponen desde Bruselas y Berl¨ªn. Ayer no solo hubo huelga general en Espa?a. En el marco de la ¡°jornada de lucha¡± por la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, tambi¨¦n hubo huelgas generales en Grecia y Portugal ¡ª¡°podemos hablar de un paro pr¨¢cticamente total en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica¡±, esgrimi¨® Toxo¡ª, paros parciales en Italia; huelgas sectoriales y regionales en B¨¦lgica y manifestaciones en 23 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.

En privado y en p¨²blico, los dirigentes sindicales explican que la presi¨®n social, y la evidencia de que las pol¨ªticas de austeridad conducen a Europa a un deterioro mayor de la situaci¨®n econ¨®mica, doblar¨¢ la mano de los dirigentes pol¨ªticos europeos y nacionales. Aunque vaticinan, y esto s¨ª que lo hacen con cierta discreci¨®n, que el golpe de tim¨®n no se producir¨¢ ahora, pronostican que s¨ª a medio o largo plazo. Incluso citan a ¨®rganos tan lejanos a ellos en sus propuestas econ¨®micas como el FMI y el G-20

Entretanto, ellos no piensan ceder y mantener la presi¨®n. ¡°Esperemos que el Gobierno escuche y no prosiga con los recortes, si no las movilizaciones continuar¨¢n sine die¡±, anunci¨® Julio Salazar, de USO, otro de los sindicatos convocantes del paro, como tambi¨¦n lo hicieron la CGT o la Confederaci¨®n Intersindical.

Durante esa presi¨®n, conf¨ªan las centrales de trabajadores, tambi¨¦n surgir¨¢n otras opciones a las pol¨ªticas de austeridad. ¡°Las alternativas van a surgir de la presi¨®n de la ciudadan¨ªa, como han surgido en la lucha contra los desahucios¡±, recalc¨® Toxo.

Esta frase del sindicalista tambi¨¦n muestra otro vector de la nueva estrategia que UGT y CC OO han emprendido desde el verano para atraer hacia s¨ª organizaciones c¨ªvicas. Lo han logrado con la Cumbre Social, un foro que agrupa a unas 150 asociaciones de variopintos intereses. El objetivo es doble. Por un lado, busca ensanchar la base social de sus protestas; por otro, diluir parte del malestar social y la mala imagen de los sindicatos.

Esta estrategia, sin embargo, no excluye que se convoquen nuevas huelgas. Los sindicatos no renuncian a su principal arma de protesta. ¡°Eso est¨¢ en la mano del Gobierno¡±, explican cuando se les pregunta si est¨¢n dispuestos a convocar lo que ser¨ªa un tercer paro contra Mariano Rajoy.

No obstante, tampoco cierran Toxo y M¨¦ndez la v¨ªa del di¨¢logo, ni con la patronal ni con el Gobierno. Aunque a la primera, el l¨ªder de UGT le pidi¨® que admitiera la dimensi¨®n de la protesta; y al segundo, le reproch¨® que ¡°tirara a la basura¡± el pacto de moderaci¨®n salarial y convenios que firmaron sindicatos y CEOE en enero.

No ser¨¢ f¨¢cil, en todo caso, que se recupere ese di¨¢logo. Los sindicatos est¨¢n muy heridos con el tratamiento que el Ejecutivo hizo de la huelga. Les duele que las valoraciones las haga el Ministerio del Interior y no el de Empleo. ¡°Resulta curioso c¨®mo concibe el Gobierno las movilizaciones. Da la sensaci¨®n de que lo ven como un problema de orden p¨²blico y no de orden social¡±, se quej¨® Toxo.

El l¨ªder de CC OO se desmarc¨® de todas las acciones violencias que pudiera haber ayer. Adem¨¢s, denunci¨® que los miembros de un piquete del sindicato expulsaron a dos de sus integrantes que llevaban pegatinas de Comisiones Obreras, ¡°y result¨® que eran polic¨ªas¡±. Por su parte, Jos¨¦ Javier Cubillo, secretario de Organizaci¨®n de UGT, estuvo muy duro con la actuaci¨®n de la polic¨ªa. Incluso insinu¨® abiertamente que con su actuaci¨®n, las fuerzas de orden p¨²blico pod¨ªan acabar provocando disturbios.