468 indultos en 11 meses de Rajoy
El perd¨®n a los ¡®mossos d¡¯Esquadra¡¯ condenados por torturas pone en tela de juicio un poder no sujeto a control La cifra es similar a la de anteriores Gobiernos
Tr¨¢fico de drogas, robos con violencia, lesiones que causan grave deformidad, estafas, prevaricaci¨®n, malversaci¨®n, homicidios, abusos sexuales, torturas, coacci¨®n para la prostituci¨®n... Pr¨¢cticamente todos los delitos han sido en alg¨²n momento perdonados total o parcialmente por el Gobierno. Durante 2012, el que dirige Mariano Rajoy ha concedido, hasta el pasado 25 de noviembre, 468 indultos. Un n¨²mero similar al de otros a?os y otros Ejecutivos. El de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, por ejemplo, perdon¨® a menos en 2011 (301), pero en 2007 aprob¨® la medida de gracia para 521 condenados.
No hay diferencias significativas en funci¨®n del color del partido en el poder. Todos indultan y ninguno da explicaciones ni argumenta las razones que han conducido a cada perd¨®n. La ley que lo regula, de 1870, no les obliga a ello ¡ªfija, por el contrario, una facultad que se ejerce sin rendir cuentas a nadie¡ª y tampoco lo hacen por iniciativa propia. La opacidad es total. Solo el Ejecutivo de turno sabe por qu¨¦ perdona en unos casos y en otros no, y no hay forma de controlar esa decisi¨®n.
De los indultos de este a?o, 434 han sido aprobados por el Ministerio de Justicia y otros 34 por el de Defensa (relativos a penas por deserci¨®n). El delito por el que m¨¢s se ha indultado es, de lejos, el de tr¨¢fico de drogas (193, el 41%). Le siguen los robos (59); las estafas, apropiaciones indebidas y falsedades (56); las lesiones (42); los atentados contra la autoridad (24); los hurtos (11); la prevaricaci¨®n y otros delitos contra la Administraci¨®n P¨²blica (9); los delitos contra el medio ambiente (9); y los homicidios imprudentes o en grado de tentativa (7).
Los indultos m¨¢s pol¨¦micos de 2012
Adem¨¢s de los casos de los mossos d¡¯Esquadra indultados por el Gobierno ha habido otros casos pol¨¦micos este a?o:
Caso Treball: Josep Maria Servitje (ex alto cargo de Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya) y V¨ªctor Manuel Lorenzo (empresario). Desviaron fondos mediante el encargo de informes in¨²tiles. El indulto no cont¨® con el informe favorable del tribunal sentenciador.
Yak 42. Los militares Jos¨¦ Ram¨®n Ram¨ªrez y Miguel ?ngel S¨¢ez hab¨ªan sido condenados por falsear la identidad de 30 de los 66 fallecidos en el accidente.
Prevaricaci¨®n urban¨ªstica. Tom¨¢s G¨®mez Arrabal (exalcalde del PP de Abdalaj¨ªs, M¨¢laga), y los ediles de su partido Mar¨ªa Teresa Mesa Pernia, Ferm¨ªn Mu?oz Armero y Antonio P¨¦rez Postigo fueron condenados por dar licencias ilegales a sabiendas de que lo eran.
Permisos falsos. Constancio Alvarado, exsecretario de la subdelegaci¨®n del Gobierno en C¨¢ceres, Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Donoso y Luis Calle Fern¨¢ndez hab¨ªan sido condenados en 2010 por vender permisos falsos a inmigrantes. Las cantidades pagadas por estos a cambio de los papeles llegaban a los 3.000 euros.
Estafa y falsedad. Miguel Escudero Arias-D¨¢vila fue indultado tras ser condenado por la Audiencia Provincial de Madrid como autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con un delito de estafa.
Estas son las cifras totales. Para poder hacer una valoraci¨®n real de a qui¨¦n se indulta m¨¢s, habr¨ªa que compararlos con el n¨²mero de condenados por cada delito. Los indultos por prevaricaci¨®n no son muchos (seis en 2012), pero tampoco lo son los condenados por esta infracci¨®n. En 2011, por ejemplo, hubo solo 33. El porcentaje de perdonados se presume muy alto, aunque estas cifras no puedan compararse porque los indultados han sido sentenciados en a?os distintos.
En cualquier caso, son esos perdones a pol¨ªticos, banqueros y empresarios... los que suelen ser interpretados como una f¨®rmula que utiliza el Gobierno para que los poderosos no cumplan las penas. La ¨²ltima de estas afrentas ha sido el reciente perd¨®n a cuatro mossos d'Esquadra condenados por torturas, que ha soliviantado de tal forma a los jueces que casi 200 han firmado esta semana un documento en el que acusan al Ejecutivo de dinamitar la divisi¨®n de poderes con una decisi¨®n ¡°abusiva¡± y ¡°¨¦ticamente inasumible¡±. El tribunal sentenciador en ese caso, la Audiencia de Barcelona, se hab¨ªa pronunciado en contra del indulto.
El texto de los jueces ¡ªfirmado por los magistrados del Supremo Perfecto Andr¨¦s Ib¨¢?ez y Joaqu¨ªn Gim¨¦nez y por la vocal del Consejo General del Poder Judicial Margarita Robles¡ª acusaba al Gobierno de burlarse de la justicia en un delito tan grave como el de las torturas. El debate ha llegado a poner en entredicho la propia figura del indulto. ¡°Es una especie de justicia paralela, se?orial, para privilegiados¡±, opina el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares. ¡°Un residuo del pasado con el que el Gobierno degrada la justicia convirti¨¦ndola en dos: una para sus amigos, a los que exime de cumplir la ley; y otra para los dem¨¢s, que s¨ª est¨¢n sometidos a los tribunales. El indulto deber¨ªa desaparecer o quedar, en todo caso, como algo muy residual que se aplique en muy pocos casos, de manera argumentada y con un control externo¡±.
El Grupo de Estudios de Pol¨ªtica Criminal, formado por m¨¢s de 180 juristas, cuestiona tambi¨¦n la existencia de una figura ¡°anterior a la revoluci¨®n liberal que se vincula al derecho de gracia del monarca¡± y habla de los problemas que plantea en una sociedad democr¨¢tica basada en la separaci¨®n de poderes y la soberan¨ªa popular. Proponen, en todo caso, al igual que Llamazares, que los indultos deban motivarse y que exista alg¨²n tipo de control jurisdiccional de estas decisiones.
El Gobierno, en estos casos, no puede cuestionar los hechos probados en la sentencia, ni la calificaci¨®n jur¨ªdica llevada a cabo por el tribunal. Tan solo puede suavizar la pena. Sin embargo, en la pr¨¢ctica muchas veces s¨ª pone en duda los hechos probados, convirti¨¦ndose en una ¨²ltima instancia judicial que, a diferencia de los jueces, no debe argumentar sus decisiones.
Se ha dinamitado la separaci¨®n de poderes, denuncian los jueces
En el caso de los cuatro mossos indultados, el delito es tan grave (torturas) que a priori no se considerar¨ªa susceptible de ser objeto de perd¨®n. En este caso, y seg¨²n el Ministerio de Justicia, se llev¨® a cabo porque hab¨ªa algunas dudas sobre la culpabilidad de los condenados y la petici¨®n la hab¨ªa avalado la propia v¨ªctima. En este caso, por tanto, el Gobierno, de alguna manera, s¨ª estar¨ªa actuando como una tercera instancia que revisa la condena al margen del Poder Judicial.
No existe una estad¨ªstica que sea accesible a cualquier ciudadano y que permita saber cu¨¢l es perfil de los indultados. Para elaborar este art¨ªculo, este diario ha analizado los 468 reales decretos sobre indultos concedidos por el Gobierno de Rajoy y publicados en el BOE desde enero de este a?o hasta el 25 de noviembre. La informaci¨®n que se obtiene del BOE, la ¨²nica fuente oficial, es escasa ¡ªnombre, tribunal sentenciador, pena, delito y pena que se conmuta, sin ninguna argumentaci¨®n¡ª pero permite obtener algunos datos.
Hay distintos tipos de indulto. Uno, el m¨¢s numeroso, se refiere a delitos penados muy duramente en el C¨®digo Penal, como el tr¨¢fico de droga o los robos. El indulto se usa, en estos casos, para paliar una legislaci¨®n que permite al juez poca modulaci¨®n y que provoca que vayan a la c¨¢rcel personas sin antecedentes por conductas no siempre graves. Casi todos los perdones por tr¨¢fico de drogas, por ejemplo, siguen la misma pauta: el Ejecutivo convierte tres a?os de prisi¨®n ¡ªla tarifa plana por este delito, como la llaman los presos¡ª en dos para que el condenado sin antecedentes pueda evitar la c¨¢rcel.
¡°El perd¨®n es una r¨¦mora del pasado se?orial¡±, opina Gaspar Llamazares
Si todos los Gobiernos consideran que las penas por tr¨¢fico de drogas son desmesuradas ¡ªla media de indultos de los ¨²ltimos 13 a?os es de m¨¢s de 150 al a?o¡ª ?no convendr¨ªa reformar el C¨®digo Penal en vez de recurrir al indulto?
Desde el Ministerio de Justicia se asegura que casi todos los perdones por delitos contra la salud p¨²blica siguen un patr¨®n: gente joven que cometi¨® el delito hace a?os y que tiene una vida normalizada. No se plantean, por el momento, suavizar las leyes penales. Consideran que el indulto corrige una decisi¨®n que fue correcta en su momento pero que a?os despu¨¦s resulta inadecuada. Tambi¨¦n hay casos, sin embargo, de condenados que piden el indulto inmediatamente despu¨¦s de la sentencia ante una pena claramente desproporcionada. La reforma de C¨®digo Penal de 2010 permite al juez moderar las sanciones por estos delitos, y habr¨¢ que esperar a¨²n para ver el efecto que tiene en los indultos.
Dentro de los delitos objeto de indulto durante 2012 hay un dato curioso: el de los perdones por atentado contra la autoridad, desobediencia y resistencia. Un Gobierno que se ha caracterizado por multiplicar las sanciones durante las manifestaciones ha aumentado enormemente tambi¨¦n los indultos por este delito (24 frente a los 4 de 2011 y 2009 y los 12 de 2010).
Hay delitos llamativos: homicidios, lesiones graves con deformidad o p¨¦rdida de ¨®rgano principal... Seg¨²n Justicia, cuando la pena es alta, esos indultos se conceden a personas que est¨¢n ya en la c¨¢rcel, para que puedan acceder a un tercer grado si as¨ª lo recomienda el centro penitenciario. Dentro de los indultos publicados en 2012 hay dos extra?os: uno de abusos sexuales y otro de coacci¨®n para la prostituci¨®n. Ambos fueron concedidos en el ¨²ltimo Consejo de Ministros del Gobierno de Zapatero.
El otro grupo de indultos es el pol¨¦mico; aquellos que trascienden y que afectan a pol¨ªticos, miembros de los cuerpos de seguridad, empresarios y personas vinculadas con el poder. Una veintena cada a?o. Como los otros, tampoco se explican. El Gobierno, como ha ocurrido en el caso de los mossos, alega que ¡°se aplica estrictamente la legalidad¡±, sin hacer referencia a que la legalidad permite el arbitrio m¨¢s absoluto.
Las Cortes de C¨¢diz reflexionaron sobre la figura del indulto en Espa?a; sobre c¨®mo regular el derecho de gracia del monarca en un mundo que estaba cambiando y que, por primera vez, consagraba en una constituci¨®n la divisi¨®n de poderes. En ese momento se permiti¨® al jefe del Estado que conservara esta facultad, no sujeta a control, porque se consideraba necesario moderar un derecho penal que a¨²n se resent¨ªa ¡°de la barbarie g¨®tica¡±, en palabras del diputado Vicente Tom¨¢s Traver, y porque los ciudadanos eran a¨²n s¨²bditos. Dos siglos m¨¢s tarde, el indulto est¨¢ en manos del Gobierno, no del rey, pero el fondo no ha cambiado: el que indulta lo hace a quien quiere, cuando quiere y como quiere.
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