El hundimiento del gran patr¨®n D¨ªaz Ferr¨¢n

Aseguraba Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n (DF) a EL PA?S el pasado febrero, poco antes de ir como imputado a declarar a la Audiencia Nacional por la acusaci¨®n de apropiaci¨®n indebida de fondos de clientes por valor de 4,4 millones de euros, que no ten¨ªa ni un euro fuera de Espa?a y que pod¨ªa demostrar que el dinero lo hab¨ªa usado para saldar deudas de Marsans. Pero el juez Eloy Velasco, que sigue una causa distinta de aquella (la querella interpuesta por AC, Pullmantur, Meli¨¢ y Orizonia por impago de 45 millones), no tiene el mismo punto de vista.

Por aquellas fechas, DF ya era un personaje a la deriva, ca¨ªdo en desgracia tras haber fracasado en la gesti¨®n del imperio tur¨ªstico que hab¨ªa creado con su socio desde que eran estudiantes de ingenier¨ªa industrial, Gonzalo Pascual (fallecido en junio), y que no supo enderezar cuando los malos tiempos desvelaron las muchas goteras que ten¨ªa el grupo. Result¨® ser un entramado de participaciones y contabilidades cruzadas de dif¨ªcil compresi¨®n, sin una cabecera de holding visible en sus m¨¢s de 100 empresas y ning¨²n control de la caja, de la que al parecer sal¨ªa m¨¢s dinero del que entraba.

DF entonces arrastraba varias causas ¡ªa la acusaci¨®n de apropiaci¨®n y la querella de las cadenas hoteleras se sumaba un proceso de delito fiscal en la compra de Aerol¨ªneas Argentinas, en 2001, la suspensi¨®n de pagos de Marsans y otras empresas del grupo y un cr¨¦dito impagado con Caja Madrid, entre otros¡ª y la justicia le hab¨ªa embargado sus propiedades (una vivienda de lujo en Madrid; otra de veraneo en Mallorca; un yate anclado en la bah¨ªa de esa ciudad; una finca en la provincia de Toledo, El Alam¨ªn, en la que organizaba cacer¨ªas con invitados de post¨ªn...).

DF se empe?aba en afirmar que volver¨ªa a empezar en cuanto los jueces le dieran la raz¨®n. Pero lo ten¨ªa complicado y ¨¦l lo sab¨ªa o no lo quer¨ªa ver. Ven¨ªa de una ¨¦poca de opulencia, en la que hab¨ªa llegado a tocar el cielo, y no se resignaba a caer en el abismo. Fue un producto de ese tiempo, en el que se instal¨® la cultura del pelotazo y el dinero f¨¢cil. Los dos socios engordaron el grupo, cuyo embri¨®n fue la empresa de autobuses del padre de DF en la que este hizo de cobrador con 12 a?os, a fuerza de operaciones especulativas en las que no faltaron apoyos pol¨ªticos que ¨¦l cultivaba. De esa etapa fragu¨® muchos contactos, a bastantes de los cuales ahora siente lejanos.

El ¨¦xito y los contactos le impulsaron a la c¨²pula empresarial. Primero presidi¨® la patronal madrile?a CEIM y en 2007 la gran patronal CEOE, por designaci¨®n directa de su antecesor, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas. Adem¨¢s, se supo labrar la imagen de hombre llano y dialogante, lo que le permiti¨® entrar con buen pie con los sindicatos y le abri¨® las puertas de La Moncloa, entonces ocupada por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, gracias tambi¨¦n a su estrecha relaci¨®n con Miguel Sebasti¨¢n.

Predicaba que sab¨ªa separar ¡°perfectamente¡± sus empresas de la patronal. Quiz¨¢ sus intenciones fueran buenas; pero la realidad result¨® ser otra y estar all¨ª sentado amplific¨® sus problemas. Sus empresas iban de mal en peor y aquel hombre que lleg¨® a afirmar que hab¨ªa que ¡°trabajar m¨¢s y cobrar menos¡±, no daba ejemplo. Acab¨® aferr¨¢ndose al sill¨®n de la patronal como una tabla de salvaci¨®n (los cr¨ªticos afirman que era su objetivo desde el principio), mientras crec¨ªan la oposici¨®n y las peticiones de dimisi¨®n. Tard¨® en hacerlo y cuando lo hizo, el cargo ya no le serv¨ªa de escudo. El idilio con Zapatero se hab¨ªa torcido tras una cena el 22 de julio de 2009 en la que se opuso a firmar la reforma laboral que le planteaba y exigi¨® un despido m¨¢s barato. En definitiva, hizo lo que le ped¨ªa su ejecutiva y en eso fue leal a los suyos.

No obstante, sostiene que su ocaso empez¨® con la expropiaci¨®n de Aerol¨ªneas Argentinas (pendiente en la Corte de Arbitraje Internacional) en 2008. Sea cual sea, el golpe de gracia lo recibi¨® en diciembre de 2009. Primero se conoci¨® el cr¨¦dito impagado de Caja Madrid, de cuyo consejo formaba parte y que se atribuye a su apoyo a Esperanza Aguirre, obcecada en desbancar a Miguel Blesa de la entidad.

Poco despu¨¦s, un juez de Londres paraliz¨® los aviones de Air Comet, la aerol¨ªnea del grupo, por no haber pagado el alquiler. La decisi¨®n hizo que muchos clientes se quedaran en tierra; pero, sobre todo, provoc¨® una cadena de sucedidos: exigencia de pago anticipado y avales por parte de los proveedores, intervenci¨®n de Seguros Mercurio (aseguradora del grupo), prohibici¨®n de expender billetes, ca¨ªda de ventas, desinversi¨®n de activos... La ca¨ªda fue imparable. DF ya estaba hundido.