Una jubilaci¨®n entre rejas
351 personas mayores de 70 a?os est¨¢n presas en las c¨¢rceles espa?olas El porcentaje de reclusos mayores de 60 ha pasado del 0,9% en 1985 al 3%
Francisco Gamero fue condenado a 18 a?os de c¨¢rcel en 2009 por matar a su pareja. Quebrantando una orden de alejamiento, la golpe¨® violentamente y le clav¨® un cuchillo en el cuello hasta seccionarle la yugular. La mujer, Mar¨ªa Juana, de 66 a?os, muri¨® en el acto. Francisco tiene ahora 81 a?os y cumple pena en la prisi¨®n de Sevilla II. Junto a ¨¦l hay otros cuatro reclusos de m¨¢s de 79 a?os: uno por abuso sexual y maltrato de pareja; otro por abusos sexuales continuados a una menor; otro por tentativa de asesinato; y el ¨²ltimo, por agresi¨®n sexual continuada a la hija discapacitada de su pareja. Las condenas siguen produci¨¦ndose. El pasado junio, Valent¨ªn I. P., de 71 a?os, fue sentenciado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a una pena de cinco a?os de prisi¨®n por abusos sexuales cometidos contra una menor de 11 a?os a la que llevaba y recog¨ªa del colegio por encargo de los padres.
Es una creencia extendida que los mayores de 70 y de 80 a?os no van a la c¨¢rcel. Se dice que, por su situaci¨®n vulnerable, no pisan una prisi¨®n. Sin embargo, la realidad es bien distinta. No solo hay un buen n¨²mero de reclusos de estas edades en Espa?a, sino que el porcentaje que suponen respecto al total de presos ha crecido desde los a?os ochenta. En estos momentos hay 2.051 internos con m¨¢s de 60 a?os en prisiones espa?olas, el 2,9% de un total de 69.113, seg¨²n datos de la Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias de 29 de noviembre. De ellos, 1.700 est¨¢n entre los 60 y los 69 a?os; 303 entre los 70 y los 79; y 48 tienen m¨¢s de 80. Si se tienen en cuenta solo los presos penados (no los preventivos), el porcentaje de mayores de 60 respecto del total asciende al 3,4% ¡ªen 1985 era del 0,9%¡ª.
Son homicidas, agresores sexuales, maltratadores, estafadores reincidentes, traficantes de droga... condenados por delitos graves que no logran evitar la prisi¨®n a pesar de su edad avanzada. El ¨²ltimo en ingresar en la lista ha sido Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, expresidente de la CEOE, fundador del Grupo Marsans y preso preventivo en Soto del Real (Madrid) por orden de la Audiencia Nacional, por los delitos de alzamiento de bienes, blanqueo de capitales e insolvencia punible. D¨ªaz Ferr¨¢n cumpli¨® los 70 a?os en prisi¨®n el pasado 27 de diciembre.
Nueve de cada diez ancianos encarcelados son hombres
¡°Cuando se trata de delitos muy graves, no se puede excarcelar as¨ª como as¨ª a alguien que ha delinquido, aunque tenga 70 u 80 a?os¡±, indica un portavoz de Instituciones Penitenciarias. ¡°Eso supondr¨ªa dejar impunes determinadas conductas por el mero hecho de la edad. Cuando alguien mata a su mujer con 75 a?os, por ejemplo, se debe dar alguna respuesta. Igual ocurre con un multirreincidente¡±.
La mayor parte de los presos mayores de 60 son hombres. Seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas de Instituciones Penitenciarias que aparecen desglosadas, del pasado octubre, de los 1.924 mayores de 60 a?os que hab¨ªa en ese momento, 1.796 eran hombres (el 93,3%) y 128, mujeres (6,7%); 228 estaban en situaci¨®n de prisi¨®n preventiva (11,9%) y 1.696 ya hab¨ªan sido condenados (88,1%).
La leyenda urbana de que los mayores no van a prisi¨®n tiene un origen: la libertad condicional anticipada que permiten el art¨ªculo 92 del C¨®digo Penal y la normativa penitenciaria. El juez puede concederla a ¡°los sentenciados que hubieran cumplido la edad de 70 a?os, o la cumplan durante la condena¡± aunque no hayan extinguido las tres cuartas partes (o dos terceras) de la pena, si cumplen el resto de los requisitos. Para ello, los internos previamente tienen que hacer sido clasificados en tercer grado penitenciario ¡ªr¨¦gimen abierto¡ª.
Por lo tanto, cuando un mayor de 70 comete un delito, primero ingresa en prisi¨®n (si se le ha condenado a m¨¢s de dos a?os de c¨¢rcel y no puede solicitar la suspensi¨®n de la pena). Despu¨¦s, puede pasar al tercer grado y a la libertad condicional mucho m¨¢s r¨¢pido que otro preso m¨¢s joven. Es muy habitual en los delitos y perfiles menos graves. Pero no sucede siempre ni, sobre todo, con los delitos m¨¢s graves. Por eso hay m¨¢s de 2.051 mayores de 60 a?os y 351 mayores de 70 en las c¨¢rceles.
Se trata de presos por delitos graves que no logran la libertad anticipada
¡°La adaptaci¨®n a la prisi¨®n de estos reclusos por lo general no es mala. Suelen ser personas con buena conducta, sin toxicoman¨ªas y no agresivas¡±, indica el portavoz de Instituciones Penitenciarias. ¡°Como mucho, algunos tienen una cierta agresividad verbal. Pero muchos de ellos est¨¢n en la enfermer¨ªa de la prisi¨®n, que pasa a ser una especie de geri¨¢trico, y el trato con el funcionario suele ser m¨¢s amable¡±.
Precisamente, el hecho de que la mayor¨ªa de los reclusos de esta edad est¨¦ en la enfermer¨ªa es criticado por alg¨²n sindicato de funcionarios de prisiones, como Acaip, que pide al Gobierno un plan integral para el tratamiento de los internos mayores y que se lleven a cabo modificaciones arquitect¨®nicas en las prisiones, pensadas para este tipo de presos, cuyas condiciones f¨ªsicas son m¨¢s limitadas que las de los j¨®venes, seg¨²n se?ala Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez, portavoz de Acaip.
Por otro lado est¨¢n los supuestos de condenados mayores de 60 a?os inimputables que cumplen su medida de seguridad ¡ªpor haber cometido graves delitos¡ª en psiqui¨¢tricos penitenciarios. En Espa?a hay dos establecimientos de este tipo: uno en Fontcalent (Alicante) y otro en Sevilla. En ellos est¨¢n recluidos en estos momentos 56 mayores de 60 a?os y 20 mayores de 70.
?ngel Luis Ortiz, juez de vigilancia penitenciaria de Madrid, explica que uno de los problemas que est¨¢n llegando a su juzgado es el de los mayores de 70 a?os que han cometido estafas m¨²ltiples de grandes cuant¨ªas. En estos casos, a veces la indemnizaci¨®n que deben abonar por responsabilidad civil es tan alta que no pueden pagarla. Y, para que se les pueda conceder la libertad condicional, es necesario que hayan cumplido con todos los requisitos ¡ªsalvo el de que hayan transcurrido tres cuartas partes de la condena¡ª, incluido el pago de las indemnizaciones civiles. La soluci¨®n que se adopta en algunos de estos supuestos, cuando el preso es muy mayor y se considera que no debe seguir en prisi¨®n, es clasificarlo en tercer grado y dejarlo en casa con control telem¨¢tico.
El juzgado central de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional se ha encontrado con un problema distinto: los abusos de las mafias. Conocedoras de que la legislaci¨®n espa?ola trata mejor a los reclusos mayores de 70 a?os y permite que sean excarcelados antes, hace dos a?os comenzaron a enviar a Espa?a a ancianos con grandes cantidades de droga convenci¨¦ndoles de que, si eran apresados, ser¨ªan liberados r¨¢pidamente.
¡°La regla general es que alguien de m¨¢s de 70 a?os no est¨¦ en prisi¨®n, pero hay excepciones para garantizar que no haya un espacio de impunidad absoluta¡±, indica Jos¨¦ Luis de Castro, juez de vigilancia de la Audiencia Nacional. ¡°Por eso, desde que vimos que las mafias del narcotr¨¢fico se empezaban a aprovechar de septuagenarios para traer droga, un criterio que usamos para decidir sobre la libertad condicional anticipada es si el delito se ha cometido pensando que la edad avanzada garantizar¨ªa la impunidad. En este caso no se concede la libertad¡±. Precisamente, la mayor parte de las mujeres mayores (pocas) que cumplen pena est¨¢n vinculadas con delitos de tr¨¢fico de drogas.</CS>
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