¡°El vicepresidente Gonz¨¢lez tiene inter¨¦s en conocer sus movimientos¡±

Tras declarar ante la juez que instruye el caso del supuesto espionaje pol¨ªtico ordenado por el Gobierno de Esperanza Aguirre y pagado con fondos p¨²blicos de la Comunidad de Madrid, el guardia civil Jos¨¦ Oreja, uno de los agentes que intervinieron en los seguimientos a pol¨ªticos adversarios de Aguirre y que est¨¢ imputado en el caso, ha entregado en el juzgado a trav¨¦s de su abogado, Ram¨®n Gonz¨¢lez Bosch, un relato pormenorizado de los hechos, que ya cont¨® brevemente en su comparecencia del pasado diciembre. Lo que sigue es un resumen amplio de ese escrito.

¡°Objetivos¡± del espionaje

¡°A principios de 2008, los se?ores Gam¨®n [director general de Seguridad de la Comunidad de Madrid fichado por Esperanza Aguirre] y Casta?o [subdirector de Seguridad] nos trasladan, de forma verbal, tanto a los tres polic¨ªas [fichados unos meses antes como asesores] como a los tres guardias civiles una relaci¨®n de personas, a los que denominan objetivos, de las cuales el vicepresidente Ignacio Gonz¨¢lez tiene especial inter¨¦s en conocer sus actos y movimientos. De estas personas recuerdo los se?ores Cobo [entonces vicealcalde de Madrid], Prada [entonces consejero de Justicia], Gallard¨®n [entonces alcalde de Madrid], el presidente de Arpegio; la se?ora Cifuentes [entonces diputada auton¨®mica del PP y hoy delegada del Gobierno en Madrid], y los se?ores Cabezas y Fern¨¢ndez [colaboradores de Prada en la consejer¨ªa de Justicia]. A estos hay que sumar otros tres objetivos m¨¢s de especial inter¨¦s para el se?or Gam¨®n y Casta?o, estos son: los alcaldes [socialistas] de Getafe y de Fuenlabrada y el jefe de Polic¨ªa Municipal de Fuenlabrada¡±.

Actuaciones delictivas

¡°La propuesta que nos hacen el director y el subdirector nos parece una locura por dos razones: la primera, por las personalidades de que se trata, autoridades legalmente constituidas o designadas, y la segunda porque para conseguir cualquier informaci¨®n relevante habr¨ªa que obtenerla de forma irregular, es decir, mediante actuaciones delictivas¡±.

Granados: ¡°Para m¨ª, Gam¨®n es una mosca¡±

¡°A partir de ese momento, los tres guardias civiles nos dirigimos al consejero de Interior, Francisco Granados, y expresamos nuestra repulsa a realizar esta labor. El consejero nos comunica. ¡®No hag¨¢is ni caso¡¯. Respondemos: ¡®Esto puede ser una acci¨®n delictiva per se, am¨¦n de los fines que persigan¡¯. Responde: ¡®Para m¨ª, Gam¨®n es una mosca que con un movimiento de mis dedos le puedo desplazar al pupitre de adelante¡±.

Las quejas ante el consejero se vuelven a repetir hasta en tres ocasiones sin que se tomen medidas al respecto.

Gam¨®n, a las ¨®rdenes de Gonz¨¢lez

¡°La actitud del consejero nos demuestra lo que ya empez¨¢bamos a tener claro, que no era capaz de imponerse al director [de seguridad Sergio Gam¨®n], quien a su vez recib¨ªa y ejecutaba ¨®rdenes directas del vicepresidente [Ignacio Gonz¨¢lez]. Esto lo corrobora el diario EL PA?S en declaraciones de la se?ora Laviana, exesposa de Gam¨®n: ¡®Ignacio Gonz¨¢lez era con quien hablaba mi ex marido de sus averiguaciones sobre Prada y le dec¨ªa que ten¨ªan que cambiar de tarjeta [de m¨®vil] cada 15 d¨ªas, que necesitaban un segundo tel¨¦fono porque pod¨ªan escuchar sus conversaciones. Tambi¨¦n le dec¨ªa que ten¨ªa que infiltrarlo en el PP para conseguir m¨¢s informaci¨®n (¡­)¡±.

¡°La situaci¨®n nos lleva a una total pasividad, al enterarse de que no ¨ªbamos donde nos mandaban y las constantes quejas al consejero, los se?ores Gam¨®n y Casta?o nos llaman al orden y nos obligan a entregarles notas diarias de nuestras actuaciones. Notas que dudo que sean las depositadas en este juzgado, cuando yo s¨¦ a ciencia cierta, por ser testigo presencial, que en una de esas notas escribi¨® D. Miguel Casta?o. Como quiera que los peritajes caligr¨¢ficos realizados dan como resultado que el autor de la letra es D. Jos¨¦ Manuel Pinto [agente auton¨®mico de la Direcci¨®n General de Seguridad que obtuvo su plaza por oposici¨®n al crearse la Comunidad], las notas deben ser falsas¡±.

¡°A pesar de esta reprimenda, nosotros mantenemos nuestra actitud de no ejecutar ninguna de estas ¨®rdenes, elaborando las notas en base a la agenda de las personas que nos ped¨ªan informaci¨®n, de ah¨ª que muchas veces no coincid¨ªan con los posicionamientos telef¨®nicos. En alg¨²n caso nos ve¨ªamos obligados a estar f¨ªsicamente en el lugar donde se encontraban estas personas por la presi¨®n brutal del se?or Gam¨®n, amenaz¨¢ndonos con fiscalizarnos si no est¨¢bamos en esos lugares (¡­)¡±.

Un polic¨ªa en los seguimientos

¡°La desconfianza de los se?ores Gam¨®n y Casta?o lleg¨® a tal extremo que a mediados del mes de mayo de 2008 nos manda como supervisor a uno de los polic¨ªas de su total confianza, el se?or Rodr¨ªguez [cuyo tel¨¦fono aparece en los informes de la Polic¨ªa sobre los posicionamientos en los seguimientos a Prada, pero que no es citado por los polic¨ªas que hacen el informe en sus conclusiones ni est¨¢ imputado en el caso]. Los d¨ªas en que permanece con nosotros, le obligamos a elaborar las notas diarias y a entreg¨¢rselas al director o subdirector en mano. Esto deja dos inc¨®gnitas:

1. Por qu¨¦ no aparece este se?or en el informe policial, cuando est¨¢ con nosotros f¨ªsicamente y adem¨¢s le vimos hablar por tel¨¦fono.

2. En contra de lo que declara el periodista F. Mercado, en estas fechas aparecen notas con distinto formato y letra, pudiendo tratarse de las elaboradas por este se?or (notas de los d¨ªas 22, 23, 26 y 27 de mayo de 2008)¡±.

Las notas se elaboraban en la direcci¨®n general de Seguridad

¡°Las notas se elaboraban en la direcci¨®n general de Seguridad de la calle Gobelas n¨²mero 33, en los ordenadores que ten¨ªamos asignados. Se entregaban en mano al director o el subdirector en sus respectivos despachos. Sobre una de estas notas y en nuestra presencia, vimos escribir al se?or Casta?a. Cuando se cesa al se?or Gam¨®n, las notas quedan en su despacho, a disposici¨®n y custodia del nuevo director general de Seguridad, D. Enrique Bar¨®n [hoy comisario general de Informaci¨®n], teniendo constancia de que era conocedor de su existencia¡±.

Material de espionaje

¡°Desconocemos la eficacia de las actuaciones de los tres polic¨ªas de total confianza del se?or Gam¨®n, a quienes se les hab¨ªan designado los mismos objetivos que a nosotros. Nos consta que, a diferencia de los tres guardias civiles, dispon¨ªan de medios tales como c¨¢mara oculta de bot¨®n y tel¨¦fonos blindados de la empresa Indra. Esto concuerda con las declaraciones de la exmujer de Gam¨®n a EL PA?S: ¡®Ignacio Gonz¨¢lez era con quien hablaba mi exmarido de sus averiguaciones sobre Prada. Y le dec¨ªa que [¨¦l y su grupo] ten¨ªan que cambiar de tarjeta de m¨®vil cada 15 d¨ªas, que necesitaban un segundo tel¨¦fono porque pod¨ªan escuchar sus conversaciones¡±.