El deterioro de la vida pol¨ªtica y econ¨®mica tensa el debate de la naci¨®n
El presidente presume de haber evitado el rescate y propone medidas de est¨ªmulo Rubalcaba le pide sin ¨¦xito explicaciones sobre B¨¢rcenas y alerta de la crisis moral
Para hacer balance del pasado, Mariano Rajoy expuso este mi¨¦rcoles la referencia recurrente de la herencia econ¨®mica recibida, la justificaci¨®n de c¨®mo tuvo que hacer frente a un escenario con el que no contaba y que le hizo enterrar su programa electoral y la complacencia por haber sorteado el rescate, pero evit¨® la autocr¨ªtica y la explicaci¨®n por los casos de corrupci¨®n que le afectan. Para el futuro, el presidente del Gobierno dej¨® el anuncio de medidas de est¨ªmulo de la econom¨ªa, con una ¡°segunda generaci¨®n¡± de reformas para alejarse del ¡°desastre¡±, ya sin recortes, y el compromiso de reformas legales para evitar y perseguir los esc¨¢ndalos.
De su primer debate sobre el estado de la naci¨®n, Rajoy saldr¨¢ con iniciativa pol¨ªtica para poner en marcha esa agenda de reformas. Entr¨® acosado por el caso B¨¢rcenas, pero, al menos, saldr¨¢ con expectativas de un pacto contra la corrupci¨®n, aunque ninguna de las medidas sea aplicable a ese esc¨¢ndalo. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba (PSOE), Cayo Lara (IU), Joan Coscubiela (ICV) y Rosa D¨ªez (UPyD) le pidieron infructuosamente explicaciones sobre el caso y solo el l¨ªder socialista le acept¨® las medidas propuestas que se concretar¨¢n en un rosario de reformas legales.
Rajoy intent¨® reinventarse proclamando que despu¨¦s de un a?o en el Gobierno ¡°Espa?a ya tiene la cabeza fuera del agua¡± y que gracias a las medidas que ha tenido que tomar ¡°hemos dejado atr¨¢s la senda del desastre¡±. Su tesis al hacer balance de su gesti¨®n es que ¡°la realidad econ¨®mica del pa¨ªs sigue siendo terriblemente dura¡±, pero sin ¨¦l hubi¨¦ramos estado mucho peor y hubi¨¦ramos ca¨ªdo en un abismo que ¨¦l ha evitado. ¡°Est¨¢bamos abocados a la suspensi¨®n de pagos¡±, asegur¨®. De esa forma situ¨® su gesti¨®n en el terreno de la fe y la credibilidad, al plantear su balance como comparaci¨®n de la realidad actual con una hip¨®tesis intangible e indemostrable de lo que hubiera sido. Tambi¨¦n lo hizo al plantear el dilema entre lo prometido y el sentido del deber y asumir que no ha hecho lo que prometi¨®. Porque impl¨ªcito en la intervenci¨®n inicial del presidente est¨¢ el reconocimiento de que gan¨® las elecciones en 2011 con un diagn¨®stico tan equivocado como el que ¨¦l le imputa a Zapatero o con compromisos program¨¢ticos que no iba a poder cumplir, seg¨²n la interpretaci¨®n de cada uno.
¡°Tiene gracia que se me recriminara entonces que dejara a un lado mis promesas electorales. Se me reprochaba por cumplir con mi deber y atender, no a lo que a m¨ª me conven¨ªa, sino a lo que Espa?a necesitaba. No me ha sido posible cumplir con algunos de mis compromisos electorales porque he tenido que cumplir mi deber como presidente¡±, admiti¨®. Y si no se le valora es porque no se percibe su esfuerzo: ¡°Lo m¨¢s ingrato para los espa?oles es que no palpan los resultados¡±.
Fue realista y crudo al empezar su discurso con la cifra de paro, admitiendo los sacrificios y el malestar de los ciudadanos y evitando el optimismo. ¡°Nada de brotes verdes, ni un minuto de relajaci¨®n o sosiego, tensi¨®n permanente, ni un minuto de sosiego¡±, dijo Rajoy, rehuyendo cualquier atisbo de triunfalismo.
Pero como se trataba de hacer balance utiliz¨® la realidad en su favor y la comparaci¨®n la hizo con la Espa?a que ¨¦l recibi¨® de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y con una hip¨®tesis de pa¨ªs arruinado al que, seg¨²n dijo, hubi¨¦ramos llegado si ¨¦l no hubiera ejecutado esos recortes no previstos en su programa. Catorce meses despu¨¦s de llegar a La Moncloa su discurso fue en gran medida el de la exposici¨®n del pa¨ªs en ruinas que recibi¨® y que hubiera ido al abismo si segu¨ªa por ese camino. Zapatero le sigue siendo rentable a Rajoy, no solo porque lo utiliza como referencia de su gesti¨®n y le mantiene como culpable de todos los males, sino porque cuando se enfrenta a Rubalcaba no defiende sus decisiones, sino que debate con extrema dureza al l¨ªder de la oposici¨®n como si a¨²n formara parte del Gobierno anterior.
En ese balance, se aferr¨® al logro de haber bajado el d¨¦ficit del 7%, a las felicitaciones de la Uni¨®n Europea y el Banco Central Europea y a los beneficios de la reforma laboral y la del sistema financiero y anunci¨® medidas como la de no pagar el IVA hasta que no se haga efectiva la factura, que ya ha presentado en varias ocasiones sin llegar a aprobarla nunca.
Abord¨® directamente el problema de la corrupci¨®n, pero sin explicar a cuento de qu¨¦ lo hace, porque no hizo diagn¨®stico alguno, eludi¨® la autocr¨ªtica, evit¨® la menci¨®n a casos concretos y no dio ninguna explicaci¨®n sobre nada. As¨ª, asegur¨® que es una ¡°insidia¡± decir que Espa?a tiene un problema de corrupci¨®n generalizada, pero propuso un amplio paquete de medidas, con leyes nuevas y reforma de media docena de ellas. Ninguna ser¨¢ aplicable al caso B¨¢rcenas, ni servir¨¢ para aclararlo.
Rajoy no menciona al extesorero del PP y recuerda al PSOE la condena de Filesa
Se endurecer¨¢ el C¨®digo Penal, pero es imposible que tenga car¨¢cter retroactivo; se agilizar¨¢ el proceso penal, pero ayer mismo los jueces y fiscales estaban en huelga entre otras cosas porque no se cubren las vacantes; se reforzar¨¢ el papel del Tribunal de Cuentas pero es evidente que no podr¨¢ fiscalizar supuestas cuentas B y seguir¨¢ siendo nombrado por los partidos; se extremar¨¢ la transparencia del patrimonio de los pol¨ªticos, pero sin car¨¢cter retroactivo; se obligar¨¢ a comparecer en el Parlamento a los tesoreros de los partidos y se regular¨¢ la actuaci¨®n de los lobbys, aunque en ninguno de los ¨²ltimos esc¨¢ndalos su actuaci¨®n haya sido un problema, entre otras medidas.
Y cuando Rubalcaba le plante¨® abiertamente el caso B¨¢rcenas, el presidente le respondi¨®: ¡°No voy a entrar en un debate sobre esto¡±. La respuesta la complet¨® con el discurso que, precisamente, rechazan los ciudadanos en las encuestas: el del ¡°y tu m¨¢s¡±, porque sac¨® a relucir el caso Filesa para reprochar a su oponente que el socialista sea el ¨²nico partido condenado por financiaci¨®n ilegal. Ni una explicaci¨®n sobre el extesorero de los 22 millones de euros en Suiza y su relaci¨®n laboral con el PP. Confirmando las previsiones de La Moncloa, Rubalcaba no repiti¨® expresamente la petici¨®n de dimisi¨®n del presidente ni de ministros como Ana Mato y Crist¨®bal Montoro, a los que s¨ª se exige la renuncia en otras sesiones parlamentarias.
El debate al segundo
Todas las informaciones y an¨¢lisis sobre lo que est¨¢ ocurriendo en el Congreso en un solo click
Las im¨¢genes del debate
El jefe del Ejecutivo, tocado por el 'caso B¨¢rcenas', hace un repaso de la acci¨®n de su Gobierno
El l¨ªder de la oposici¨®n, seg¨²n explica el PSOE, consideraba que ayer era el d¨ªa de hablar de econom¨ªa, de pol¨ªtica y de los problemas m¨¢s cercanos a los ciudadanos. Por eso, hizo un discurso muy social en el que incluy¨® los recortes en sanidad y educaci¨®n y lament¨® que el jefe del Ejecutivo omitiera la referencia a los desahucios en su balance inicial. ¡°Estamos en estado de emergencia. Hay un empobrecimiento general y si usted fue a comedores sociales cuando gobernaba el PSOE, vaya ahora, y ver¨¢ como la gente de clase media est¨¢ all¨ª, y ver¨¢ a la gente cogiendo comida de los cubos de la basura¡±, le dijo. La menci¨®n a esta dura imagen del empobrecimiento le vali¨® a Rubalcaba un abucheo incr¨¦dulo desde la bancada del PP. A Rubalcaba le sali¨® un discurso desordenado y sin el impacto de la bala de la petici¨®n de dimisi¨®n porque ya la gast¨® hace una semana.
El agrio cara a cara del presidente con el l¨ªder socialista fue tambi¨¦n un duelo de credibilidades. Rubalcaba se pregunt¨® si Rajoy era ¡°tan incompetente para no saber la profundidad de la crisis¡± cuando hizo su programa, le acus¨® de romper todos los consensos y mantener una crisis pol¨ªtica, otra social y otra moral. Present¨® a Rajoy como maniatado por la UE (¡°estamos intervenidos¡±) y por la corrupci¨®n (¡°?Se puede gobernar estando pendiente de la voluntad de B¨¢rcenas y de que tenga un ataque de sinceridad?¡±).
Ambos acabaron en el centro del ring, golpe¨¢ndose donde m¨¢s les duele, en la herida de la credibilidad que ambos tienen, porque Rajoy le respondi¨® como si replicara a un presidente, armado de datos del Gobierno anterior y neg¨¢ndole legitimidad para la cr¨ªtica. ¡°Usted tiene una historia. ?Qu¨¦ credibilidad tiene usted? Le hemos dejado en mal lugar porque hacemos todo lo que ustedes no hicieron. ?Por qu¨¦ enga?a al conjunto de los ciudadanos? Hemos hecho lo contrario de lo que ustedes estaban haciendo. Haciendo lo que ustedes hicieron hemos llegado aqu¨ª¡±, le dijo a Rubalcaba.
Cayo Lara (IU) y Coscubiela (ICV) le piden que convoque elecciones
Cayo Lara s¨ª le acus¨® directamente de ¡°fraude electoral¡±, tras enumerar los incumplimientos de su programa y tanto ¨¦l como Joan Coscubiela le pidieron que dimita y convoque elecciones. Infructuosamente le exigieron un pleno monogr¨¢fico para debatir sobre la corrupci¨®n y detalles concretos sobre B¨¢rcenas. El presidente respondi¨® con iron¨ªas sobre la falta de apoyo a la izquierda en las urnas, eludi¨® las referencias a B¨¢rcenas y les pidi¨® ¡°sentido com¨²n, mesura y moderaci¨®n¡±. Fue tan desabrido en la respuesta que acab¨® con un despectivo ¡°?venga ya!¡±. Rosa D¨ªez demand¨® elecciones constituyentes y fue el ¨²nico portavoz que mencion¨® a ETA, ya que, por primera vez, la banda terrorista no estuvo en un discurso inicial de un presidente.
Donde m¨¢s c¨®modo se sinti¨® Rajoy fue en el mensaje firme frente al soberanismo en Catalu?a. En su intervenci¨®n inicial se mostr¨® dispuesto a dialogar, pero con las l¨ªneas rojas infranqueables de admitir que la soberan¨ªa reside en el conjunto de los espa?oles y que la unidad de Espa?a es intocable, es decir, que no habr¨¢ consulta en Catalu?a. Pero para responder a Josep Antoni Duran Lleida (CiU) us¨® un tono contenido y cordial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Debate estado naci¨®n 2013
- Mariano Rajoy
- Alfredo P¨¦rez Rubalcaba
- Caso B¨¢rcenas
- Crisis econ¨®mica
- Debate estado naci¨®n
- X Legislatura Espa?a
- Caso G¨¹rtel
- Esc¨¢ndalos pol¨ªticos
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Debates parlamentarios
- Legislaturas pol¨ªticas
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Gobierno
- Parlamento
- Corrupci¨®n
- Casos judiciales
- Administraci¨®n Estado
- Delitos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia
- PP
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica