Rajoy cita a Mas a discutir en las Cortes

Mariano Rajoy ha cambiado de tercio en su forma de afrontar la crisis independentista en Catalu?a. Tras la tumultuosa reuni¨®n de septiembre de 2012 en La Moncloa con Artur Mas, opt¨® por el perfil bajo. Despu¨¦s, en la campa?a catalana, se lanz¨® al cuello de Mas. M¨¢s tarde, volvieron las ofertas de di¨¢logo, pero tambi¨¦n meses de desencuentro y ruptura de puentes. Y ahora, despu¨¦s de la reuni¨®n secreta con Mas del pasado 21 de marzo, un formato at¨ªpico aceptado por Rajoy para desbloquear la situaci¨®n, ha optado por buscar soluciones.

Rajoy quiere mostrar a los catalanes su faceta m¨¢s dialogante y usa el tono m¨¢s suave posible, lejos de las invectivas de la campa?a electoral. Y plantea que es posible llegar a acuerdos cuando se habla de dinero, esto es con el nuevo sistema de financiaci¨®n. Pero el presidente y el PP ponen pie en pared cuando se cita cualquier cambio constitucional ¡ªcomo est¨¢ planteando el PSOE¡ª o el refer¨¦ndum soberanista que ha prometido Mas.

Al PP le interesa recuperar cuanto antes una buena relaci¨®n con CiU

Eso s¨ª, el presidente ha optado por una estrategia distinta a la del no rotundo. Ayer, en el Senado, dej¨® m¨¢s claro que nunca ese nuevo discurso. Nada de amenazas, nada de tonos duros. Al rev¨¦s. Trat¨® de envolver a CiU en el mismo abrazo del oso que utiliz¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero cuando Juan Jos¨¦ Ibarretxe present¨® en 2005 su famoso plan independentista. El presidente socialista le anim¨® a llevarlo al Congreso para discutirlo all¨ª. El PP dirigido por Rajoy critic¨® mucho a Zapatero por esta iniciativa, pero el ahora presidente hizo ayer algo similar.

Rajoy fue muy claro en una respuesta al senador de CiU Josep Llu¨ªs Cleries, que le hab¨ªa planteado si ten¨ªa ¡°voluntad pol¨ªtica¡± para buscar un acomodo legar al refer¨¦ndum soberanista. ¡°Ustedes plantean el derecho de la autodeterminaci¨®n. Yo no estoy de acuerdo, y puedo no estar de acuerdo¡±, sentenci¨® Rajoy en medio de los aplausos de la bancada popular, que con la defensa de la unidad de Espa?a siempre se enciende. ¡°Yo no concibo a Catalu?a sin Espa?a y a Espa?a sin Catalu?a, no quiero privar a los catalanes de su condici¨®n de espa?oles, de su historia, de su futuro, de su pertenencia a la UE¡±, le espet¨® el presidente para abrirle inmediatamente paso a esa salida al estilo Ibarretxe: ¡°Yo no creo en eso, pero usted tiene perfecto derecho a creer lo contrario. Y adem¨¢s las leyes tienen instrumentos para plantear las reformas. No me inste a m¨ª, que soy solo un parlamentario m¨¢s. Tomen las decisiones que tienen derecho a tomar y planteen este tema si quieren en las Cortes Generales¡±. Y ah¨ª lleg¨® el remate: ?qu¨¦ pasar¨ªa si CiU lo hiciera? Que el PP tumbar¨ªa la iniciativa. ¡°Cuando esto se plantee yo dir¨¦ que a Catalu?a en los ¨²ltimos 30 a?os le ha ido muy bien, ha aumentado el bienestar, que ha tenido m¨¢s autogobierno que nunca, y que son muchas m¨¢s las cosas que nos unen que las que nos separan¡±. Esto es, dir¨¢ no.

El jefe del Gobierno descarta abordar ahora una reforma de la Constituci¨®n

Rajoy contest¨® con esta grandilocuencia a la dura intervenci¨®n de Cleries, que indign¨® as¨ª a la bancada popular: ¡°Llevamos siglos escuchando a Espa?a, estar¨ªa bien que una vez escuch¨¢semos a Catalu?a. Desde el caf¨¦ para todos al no al pacto fiscal hay una suma de desenga?os. Catalu?a necesita nuevas respuestas y usted no las sabe dar¡±.

El presidente, sin embargo, se mostr¨® convencido de que en realidad buena parte de CiU no cree en la independencia: ¡°Nos unen muchas cosas, nos une el futuro, esa es la opini¨®n que ustedes ten¨ªan tambi¨¦n y supongo que muchos de ustedes siguen teniendo¡±.

A Rajoy le interesa recuperar cuanto antes una buena relaci¨®n con CiU, el partido m¨¢s cercano al empresariado catal¨¢n. El presidente estaba muy c¨®modo cuando, como record¨® ayer, CiU votaba la reforma laboral, la ley de estabilidad o las reformas financieras. Los catalanes le apoyaban en el Congreso y el PP respaldaba a Mas en el Parlament. Era la situaci¨®n perfecta para Rajoy y le gustar¨ªa que volviera, pero para eso habr¨ªa que resolver el conflicto de la consulta.

Rajoy apuesta por esta v¨ªa Ibarretxe para resolverlo. Aunque CiU y ERC no parecen dispuestas precisamente, porque vieron lo mal que le fue al lehendakari. Otro camino pasar¨ªa por esperar a que Mas lo promueva, recurrirlo al Tribunal Constitucional, y confiar en que el presidente catal¨¢n aceptara la suspensi¨®n que ese ¨®rgano decretar¨ªa para ganar tiempo esperando el fallo. Pero todo son hip¨®tesis y a¨²n no hay nada pactado, ni siquiera la reforma del sistema de financiaci¨®n, muy compleja porque no hay dinero y porque los barones del PP est¨¢n en armas ante la posibilidad de un trato especial para Catalu?a.

Lo que Rajoy tampoco se plantea es un cambio constitucional como el que propone el PSOE de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, que tambi¨¦n se ha visto en secreto con Mas el pasado domingo para analizar esta salida. El presidente, en una respuesta a Jos¨¦ Montilla, exl¨ªder del PSC, se lanz¨® contra la divisi¨®n de los socialistas. ¡°Sea valiente, la Constituci¨®n necesita una reforma, si usted lidera el proceso colaboraremos, todos hemos cometido errores¡±, le dijo Montilla. ¡°A m¨ª me gusta la Constituci¨®n, creo que ha unido a los espa?oles. Para cambiarla hay que tener objetivos claros, y no todos tenemos los mismos, y consenso, y yo hoy no lo veo. Ni siquiera tengo claro que en su propio partido pueda haber consenso¡±, le contest¨® Rajoy.