PP y PSOE rechazan la inmunidad del Pr¨ªncipe pero estudian el aforamiento
Gobierno, populares y socialistas niegan haber comenzado la negociaci¨®n
Todav¨ªa no existe ning¨²n borrador de la ley sobre la Corona, y casi todas las iniciativas para atajar la crisis de la Monarqu¨ªa se han quedado hasta ahora en meras hip¨®tesis. Pero despu¨¦s de que Mariano Rajoy rechazara de forma tajante, hace diez d¨ªas, que se est¨¦ planteando una reforma, el debate sobre el futuro de la Casa del Rey ¡ªm¨¢s all¨¢ de su inclusi¨®n en la Ley de Transparencia¡ª sigue sobre la mesa. Algo se mueve. Y, aunque oficialmente a¨²n no se ha producido ninguna conversaci¨®n, los dos principales partidos coinciden en varios aspectos que resultar¨ªan b¨¢sicos en el desarrollo de la norma.
Populares y socialistas rechazan, por ejemplo, que la condici¨®n de inviolabilidad o inmunidad que la Constituci¨®n reconoce a don Juan Carlos pueda extenderse a otros miembros de la Casa del Rey. En segundo lugar, mantienen que cualquier cambio legislativo que afecte a la Corona deber¨ªa abordarse con el m¨¢s amplio consenso y aprobarse, al menos, tras un pacto entre PP y PSOE, partido que pide abiertamente al Gobierno reformas en este terreno. La formaci¨®n conservadora y el principal partido de la oposici¨®n, adem¨¢s, dejan abierta, en principio, la posibilidad de que se estudie un aforamiento legal del Pr¨ªncipe, que ahora no existe. Fuentes de la direcci¨®n nacional del PSOE consideran ¡°razonable¡± esa circunstancia, aunque no tienen claro si podr¨ªa producirse con una ley org¨¢nica o habr¨ªa que tocar la Constituci¨®n. Fuentes populares insisten en que toda propuesta en ese sentido deber¨ªa debatirse en el Congreso y ser consensuada por los grupos pol¨ªticos.
Los principales partidos coinciden en que debe pactarse cualquier reforma
La propia n¨²mero dos del PP, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, admiti¨® ayer, en su primera comparecencia en la sede nacional del partido desde el pasado 25 de febrero, que es el momento oportuno para acometer una nueva regulaci¨®n de ¡°ciertos aspectos¡± de la Casa del Rey, aunque sin forzar los cambios. La secretaria general de los populares quiso dejar claro, en cualquier caso, que ¡°la figura del jefe del Estado en su inmunidad tiene que mantenerse como hasta ahora¡±. Solo ¡°la del jefe del Estado¡±, enfatiz¨®. Cospedal no evit¨®, por tanto, fijar el criterio de su partido ante la hip¨®tesis de una reforma constitucional. Ser¨ªa el Rey, el jefe del Estado, quien siga manteniendo la condici¨®n de inimputable como se?ala el art¨ªculo 56 de la Constituci¨®n: ¡°La persona del Rey es inviolable y no est¨¢ sujeta a responsabilidad¡±. No as¨ª la persona del Pr¨ªncipe, a quien la Ley de Enjuiciamiento Criminal reconoce el derecho a no ¡°concurrir al llamamiento judicial para declarar¡±, obligaci¨®n de la que est¨¢n exentos ¡°el Rey, la Reina, sus respectivos consortes, el Pr¨ªncipe heredero y los regentes del Reino¡±.
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, no ocult¨® recientemente, a este respecto, su preocupaci¨®n por la falta de aforamiento del Pr¨ªncipe. En una entrevista en La Raz¨®n asegur¨® que le parece ¡°absolutamente incomprensible¡± que los Pr¨ªncipes de Asturias no tengan aforamiento como un parlamentario. ¡°No me parece equilibrado¡±, opin¨® Torres Dulce. La n¨²mero dos del Ejecutivo, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, ya asegur¨® p¨²blicamente que escuchar¨¢ las recomendaciones de la fiscal¨ªa al respecto, puesto que ¡°el Ministerio Fiscal tiene un papel muy importante en la redacci¨®n de esas leyes, est¨¢ sometida a su informe, con lo que estamos abiertos a escuchar su opini¨®n sobre estos temas, que son competenciales¡±.
Esos cambios, en cualquier caso, se incluir¨ªan en la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Fuentes del Gobierno aseguran que de momento no est¨¢ sobre la mesa ning¨²n proyecto de una nueva ley sobre la Corona que fije mecanismos para la abdicaci¨®n ni el Ministerio de Justicia ha encargado a un grupo de expertos un documento al respecto.
Los populares creen que es un ¡°buen momento¡± para ¡°ciertos cambios¡±
Pero algo se ha desbloqueado, al menos en el terreno de los mensajes pol¨ªticos. Preguntada sobre si es el momento de abordar la cuesti¨®n de la abdicaci¨®n de don Juan Carlos, Cospedal, la m¨¢xima responsable del PP despu¨¦s de Rajoy, reconoci¨® que es un ¡°buen momento¡± para regular ¡°ciertos aspectos¡± del futuro de la Corona. ¡°Es el momento de reforzar nuestras instituciones, no de intentar debilitarlas¡±, a?adi¨®. Aunque rechaz¨® ¡°someter a tensiones a la Corona ni a cualquier otra instituci¨®n del Estado¡±. En este contexto, y en pleno debate sobre el futuro de esta instituci¨®n, Cospedal defendi¨® que la ¨²nica figura que debe mantener la condici¨®n de inmunidad es la del Rey. ¡°Creo que as¨ª debe seguir siendo¡±, a?adi¨®. Las palabras de Cospedal van m¨¢s all¨¢ que las del presidente del Gobierno, quien, al ser preguntado el pasado 4 de abril sobre el desarrollo de una ley org¨¢nica para la abdicaci¨®n del Monarca, quiso zanjar la cuesti¨®n. ¡°No est¨¢ previsto absolutamente nada de lo que usted ha planteado¡±, contest¨® Rajoy.
El PP, de todas formas, mantiene que cualquier cambio en el estatus de la Monarqu¨ªa debe pactarse, al menos, con el principal partido de la oposici¨®n, el PSOE. Cospedal valor¨®, adem¨¢s, ayer que la Corona vaya a estar incluida en la Ley de Transparencia. ¡°Si tiene que publicarse o no su patrimonio depender¨¢ del acuerdo al que lleguen al menos los dos partidos mayoritarios¡±, indic¨®.
Al margen de los puntos en com¨²n que han comentado en privado con el PP para un futuro acuerdo, la direcci¨®n del PSOE defiende con mucha m¨¢s claridad una modernizaci¨®n de la instituci¨®n. As¨ª la vicesecretaria general de los socialistas, Elena Valenciano, dej¨® claro ayer que ¡°el Partido Socialista es un partido de la Constituci¨®n¡±. En este contexto, puesto que ¡°la Constituci¨®n espa?ola consagra una Monarqu¨ªa parlamentaria¡±, defendi¨® la postura de su partido: ¡°Nosotros defendemos y queremos una Monarqu¨ªa m¨¢s moderna, una Monarqu¨ªa parlamentaria del siglo XXI, adaptada a los tiempos. Y para eso hay que hacer reformas¡±.
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