El PP utiliz¨® empresas tapadera mucho antes del ¡®caso G¨¹rtel¡¯ para financiarse
Siete sociedades, creadas entre 1979 y 1993, obten¨ªan el dinero ilegal La red ya liquidada estuvo constituida por dirigentes y empleados del partido
El PP utiliz¨® supuestamente un sistema de empresas tapadera creadas por sus dirigentes o empleados con un objetivo: facturar a empresarios por falsos servicios cuyo pago derivaban al partido. Lo hizo dos d¨¦cadas antes de que estallaran como iconos de la presunta financiaci¨®n ilegal del PP el caso G¨¹rtel y los papeles de B¨¢rcenas, que ahora investiga la Audiencia Nacional.
Estos hechos se produjeron cuando las finanzas del PP no estaban bajo el control de ninguno de los tres extesoreros ahora imputados (?ngel Sanch¨ªs, ?lvaro Lapuerta y Luis B¨¢rcenas). Ninguno de ellos las cre¨®. Por contra, dos de dichos extesoreros las liquidaron tras asumir el cargo (Sanch¨ªs en 1982 y Lapuerta en 1990). B¨¢rcenas y personas de su entorno manejan documentos, a los que ha tenido acceso EL PA?S, en los que se explica esta operativa con los nombres de las siete empresas utilizadas supuestamente por el PP (v¨¦ase gr¨¢fico).
El sistema ser¨ªa similar al que utiliz¨® el PSOE a trav¨¦s de Filesa, destapado en 1991, que seg¨²n los tribunales de Justicia permiti¨® a este partido financiarse en la d¨¦cada de los ochenta facturando falsos informes a distintas empresas. El hilo para desenmara?ar la trama para financiar al PSOE parti¨® de un ex contable despedido.Igualmente, el extesorero, Luis B¨¢rcenas, tuvo a su alcance un informe con los detalles de esta trama en su d¨ªa de este supuesto mecanismo de financiaci¨®n ilegal del PP. EL PA?S ha comprobado la veracidad del documento en poder del extesorero y de sus allegados. La reconstrucci¨®n de los hechos all¨ª denunciados, relatados por algunos de los que constituyeron esas empresas y contrastados con el historial de las distintas sociedades, es la siguiente.
A fines de 1979, Alianza Popular (refundada como PP a?os despu¨¦s), que preside Manuel Fraga y tiene como secretario general a Jorge Verstrynge, sufre dos acuciantes d¨¦ficits: dinero y votos. Sus dirigentes ven indisociables ambos elementos. Sin fondos no pueden contratar publicidad ni actos de campa?a. Y sin propaganda no captar¨¢n votos, esca?os ni poder, imprescindible para hacer m¨¢s tentador pedir y recibir donaciones de empresarios. Un c¨ªrculo vicioso. Y, sin embargo, los poderes empresariales ve¨ªan urgente que AP se consolidara como alternativa en la derecha ante el previsible desplome de UCD, presa de divisiones intestinas y a menos de dos a?os de que su l¨ªder, Adolfo Su¨¢rez, dimitiese ante la amenaza del golpe de Estado que se perpetrar¨ªa el 23F.
Verstrynge:
Cinco ex dirigentes del PP han confirmado a este diario aquella estrategia. Dos de esos dirigentes figuraron en la trama empresarial. ¡°A fines de 1979 o principios de los ochenta, la CEOE nos dijo que ten¨ªamos que crear unas sociedades para que las empresas nos pudieran dar dinero. Y as¨ª se hizo, se crearon Sipsa (Seguridad, Investigaci¨®n y Protecci¨®n SA) y Opisa (Opini¨®n, Publicidad e Imagen SA). El sistema era sencillo: a trav¨¦s de estas empresas pedimos y recibimos dinero de el¨¦ctricas y de bancos. Nos lo daban en efectivo o en cheque. Entonces, dado que no hab¨ªa legislaci¨®n, esas cosas importaban poco. Si ped¨ªan factura, entonces les hac¨ªamos unos informes gen¨¦ricos sobre el sector para justificar el pago. Pero pocas veces pidieron factura. Los bancos nunca la pidieron y las el¨¦ctricas solo a veces. Se lograron as¨ª unas cantidades modestas para financiar el partido que era muy pobre, con nueve diputados, y nadie pagaba la cuota¡±, explica uno de los implicados.
?Cu¨¢nto se gan¨® con cada operaci¨®n? Un exdirigente lo resume por escrito: ¡°M¨¢ximo por cada operaci¨®n unos cinco o seis millones de pesetas [30.000 o 36.000 euros]. Fueron para financiar auton¨®micas y municipales. Nunca generales, porque en ese periodo de enero de 1980 a marzo del 1982 no las hubo. Una campa?a auton¨®mica costaba entonces entre 15 o 20 millones de pesetas¡±.
Jorge Verstrynge, secretario general de AP, presid¨ªa el consejo de ambas empresas usadas por su partido para facturar supuestos informes, gen¨¦ricos o inexistentes, a las grandes empresas. Un exdirigente de AP resume la filosof¨ªa de esta v¨ªa opaca de financiaci¨®n del partido: ¡°Hay que tener en cuenta que aquella formaci¨®n pol¨ªtica moribunda resucit¨® cuando se ganaron las elecciones gallegas de 1981. Cuando lleg¨® Sanch¨ªs como tesorero en la primavera de 1982 cancel¨® esas sociedades. Antes de llegar Sanch¨ªs todo era artesanal, modesto, para sobrevivir, y no se vulneraba ley alguna que se conociese ni hab¨ªa sobres y los sueldos eran rid¨ªculos¡±.
Sanch¨ªs liquid¨® tales empresas, Sipsa y Opisa, en 1982 cuando se hizo cargo de la tesorer¨ªa del partido. Nunca lo ha dicho p¨²blicamente, pero en privado, en el partido, s¨ª mostr¨® sus sospechas sobre tales firmas, seg¨²n personas de su entorno.
Cuando salt¨® el caso Filesa, se evidenci¨® que el PSOE se hab¨ªa estado nutriendo en la d¨¦cada de los ochenta con falsos informes que fabricaban y facturaban a empresarios tres mercantiles suyas (Filesa, Malesa y Time Sport). Obtuvo as¨ª 7,21 millones de euros.
B¨¢rcenas y Lapuerta cerraron las ¨²ltimas firmas de la supuesta ¡®Filesa¡¯ del PP
En las sociedades que cre¨® AP figuraban dirigentes y empleados de confianza: Jorge Verstrynge, Carlos L¨®pez Collado, Javier Carabias, Samuel G.S; J.A.V (exgerente fallecido). Verstrynge reconoce aquellos hechos: ¡°Era el salvaje oeste. No hab¨ªa casi legislaci¨®n sobre financiaci¨®n de partidos y factur¨¢bamos a empresas por informes para financiarnos. No descarto que en alg¨²n caso hubiera falsos informes¡±. Unos y otros confirmaban as¨ª el escrito que B¨¢rcenas y su entorno manejaban.
En 1989, Sanch¨ªs abandon¨® la tesorer¨ªa del PP, que asumi¨® Rosendo Naseiro bajo la presidencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Y se crearon nuevas sociedades privadas para, seg¨²n el citado dossier y confirmado por exdirigentes, financiar al partido: V¨ªdeo Soluciones, Ib¨¦rica de Firmes, Ediciones del Cono Sur. En las tres sociedades aparec¨ªan tres empleados del PP: Samuel G.S., F¨¦lix R.B. y Juan Antonio D.S. Naseiro ha declinado contestar sobre este asunto.
¡°La mec¨¢nica de estas empresas era distinta de Sipsa y Opisa. No hac¨ªan falsos informes, sino que simulaban servicios (un v¨ªdeo, venta de material...). Las empresas pagadoras justificaban con falsas facturas la salida de fondos que ni siquiera entraban en la contabilidad de cada firma tapadera. El dinero iba directamente en efectivo a la caja del partido¡±, explican dos exdirigentes del PP.
Esto explica por qu¨¦ resulta imposible obtener una sola cuenta de ellas, ni de las anteriores, en el registro mercantil. En varios casos porque nunca las presentaron. Las empresas se constituyeron facilitando como sede social la direcci¨®n de domicilios particulares de empleados del PP, regidas por esos mismos empleados del PP y que fueron liquidadas bajo el mandato como tesorero de Lapuerta, quien debi¨® ver peligrosa esta trama. Su antecesor (Naseiro) se hab¨ªa librado por los pelos de ser condenado por financiaci¨®n irregular y ya se hab¨ªa destapado su clon rival, el caso Filesa. Una de las firmas, Ib¨¦rica de Firmes, ten¨ªa como objeto social ¡°la estabilizaci¨®n de suelos¡± en obras p¨²blicas o privadas.
Alberto Ruiz Gallard¨®n, hoy ministro de Justicia y entonces instructor del informe interno del caso Naseiro, dej¨® malparado al extesorero: ¡°Se acredita su disposici¨®n a solicitar donaciones no condicionadas a empresas que hayan resultado beneficiadas por adjudicaciones (...) Tanto el presidente del PP [Aznar] como su presidente fundador [Fraga] desconoc¨ªan absolutamente las actividades objeto de este informe¡±.
Una prueba m¨¢s de la man¨ªa de los tesoreros del PP de allegar fondos por cualquier v¨ªa a su jefe directo, el presidente, sin que ¨¦l se los pidiera ni los conociera.
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